꧁dipsomanía꧂

Epílogo

𝓔𝓹í𝓵𝓸𝓰𝓸

ℰ𝓈 𝒷𝓊𝑒𝓃𝑜 𝓋𝑜𝓁𝓋𝑒𝓇 𝒶 𝓋𝑒𝓇𝓉𝑒 

-Siete años más tarde-

____________! Gal ¡_________

 

Pasé a paso tranquilo por esos pasillos de tierra con mala hierva creciendo bajo las piedras, en donde el sol no alumbraba lo suficiente para tener bellas flores coloridas en ellas. Era asombroso ver lo poco que había cambiado este lugar, menos gente vivía aquí, pero se podía respirar a gusto el aire fresco del campo. Escuchando a las vacas y los pájaros lejanos.

Empujé la reja negra adentrándome a la sección que quería, nadie iba a decirme nada ya que estaba en mi completo derecho ya que conocía a la difunta. Vi a una señora con una pañoleta en el cabello y a unos cuentos niños corriendo a lo lejos, por el cerro con césped verde.

–Perdón por llegar tarde…– me excusé dejando el ramo de margaritas sobre la roca lisa bien cuidada semanalmente.

No iba a permitir que una lápida tan hermosa como la de ella se viera mal, ni mucho menos que se quebrara quitando el nombre y dejándola en el olvido.

Me senté a lado de esta, alzando la cabeza y viendo el cielo despejado por toda su extensión.

–Qué bueno…– sonreí– no va a llover, sé cuánto te molesta la lluvia…– 

Moví mis dedos con algo de incomodidad esperando a encontrar las palabras exactas para disculparme por no haber visitado su tumba hace cuatro años.

–Debes de estar contenta…ahora ya tengo 36, soy todo un viejo…– reí para mis adentros– Se que es mucho tiempo el que no vengo, pero…ya sabes la crianza de un hijo no es cosa fácil. El enano me ha estado dando muchos problemas ahora que sabe caminar y hablar, corre por toda la casa, es una locura, desordena todo y ensucia de lodo…Arti también es todo un travieso, aunque está igual de viejo que yo–

Me detuve para escuchar la ventisca pasar por mi rostro dejando sin sonido a mis oídos.

–Te juro que pensé en ella, de verdad. Miranda me dijo que CC está pasando por su segundo año de residente de medicina, tiene clara su especialidad y va por todo– apoyé mis codos en mis rodillas para sostener mi rostro sobre mis manos– La invité a mi boda con Rose, pero no fue…y la entiendo sabes…para los dos hubiera sido difícil– bufé

Se que no se llama CC, su nombre es Carol pero las viejas costumbres se arraigan dejándome un poco de melancolía con sabor a alquitrán en el garganta.

Se que me debo de estar viendo estúpido al hablarle a una lápida como si en verdad me estuviera escuchando. Pero eso quería creer.

–Sabes…creo que te burlarías de nosotros al ver cuánto hemos cambiado…– acaricié la fría piedra en frente mío– Ahora tengo mucho más trabajo del que pensé, voy a traer a mi hijo cuando esté más grande para que te conozca ¿de acuerdo?, seguro querrá escuchar la historia tan curiosa que hay detrás de esto…– 

Me levanté sonriente con un peso menos en mi conciencia. Vi a mi alrededor y chequé que todo se viera hermoso solo para ella.

–Nos vemos luego…Amber…– 

 

 

 

 

 

ℱℐ𝒩



#8628 en Novela romántica
#1165 en Joven Adulto

En el texto hay: millonario, vida dura, burdel

Editado: 19.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.