Capítulo 05
“Perfecta”
Me encontraba exhausta practicando por última vez el baile grupal junto al resto de las chicas, los gritos de Sabine eran los únicos que se escuchaban por todo el salón. “¡Beatrice, pies en punta!”, “¡Eres un desastre!”, “¡Tu hermana es mil veces mejor que tú!” gritaba una y otra vez. Estaba harta de que me comparen con Hannah, no era perfecta, solo soy un ser humano, y a veces también puede perder la dirección de mi vida. No todo tenía que girar alrededor de Hannah.
—Bien chicas, Eso ha sido todo por hoy. Recuerden repasar sus solos y duetos, Hannah, intenta ayudar a que tu hermana mejore, es un desastre. En cuanto a ti, Beatrice; ya es hora de que vayas aprendiendo de tu hermana. — En respuesta solo me limité a rodar los ojos —Nos vemos la próxima semana. — salió del salón junto con el resto de las chicas.
Me dirigí a donde mi bolso se encontraba sacando mi botella de agua, bebí un poco para luego cerrar la puerta del salón, quería bailar un rato a solas, sin interrupciones o comparaciones y críticas, solo quería ser yo por un segundo y olvidar todo lo que me ha estado abrumando estos últimos días.
Tomé mi teléfono y busqué mi canción favorita para relajarme, “Addicted to Love”, caminé hasta quedar frente al espejo y coloqué el teléfono en el suelo con la música reproduciendo. Empecé a bailar, dejando así todo el estrés, tristeza y los pensamientos que tenía invadiendo mi mente fueran liberados a través del baile.
Dejé que mis pies se dejaran llevar por la música, por mi mente pasaban varios recuerdos de cuando vivía en Pittsburgh, cuando salía cada noche de Halloween junto a Travis a pedir dulces y luego me quedaba viendo películas hasta tarde con papá, mi primera presentación, estaba tan nerviosa de salir a bailar que papá subió al escenario a darme ánimos, mis noches junto a Harry antes de saber que se iría a la Universidad, el desastre que hicimos Travis y yo decorando la casa para la fiesta de bienvenido a casa para papá, la llamada de Hannah, la muerte de mi padre, mi pelea y ruptura con Harry, la depresión, mi intento de suicidio, las palabras de Travis, la mudanza y por ultimo mi primer día en la escuela. Una lágrima corrió por mi mejilla mientras bailaba sin darme cuenta, pero no me importó, seguí bailando hasta terminar la canción.
Unos aplausos me hicieron volver a la realidad, Adam se encontraba en el marco de la puerta observándome con una sonrisa, nerviosa levanté el teléfono del suelo secándome rápidamente las lágrimas. Me acerqué a donde mi bolso se encontraba para luego beber un poco de agua bajo su atenta mirada, el siguió mis pasos hasta sentarse a mi lado.
―Eso fue… ¡Vaya! Estuviste impresionante. Es increíble lo que logras hacer cuando te lo propones. Nunca te vi bailando de esa manera.
―Adam, no estoy para tus mentiras.
—No es mentira lo que te digo, Bee. Estuviste perfecta.
―Solo fue un baile, no es para tanto. — respondí restándole importancia.
—Pues en mi opinión, lo hiciste perfecto. — al escuchar esas simple palabras dejé la botella de agua a un lado y finalmente lo miré a los ojos sin decir una sola palabra, suspiré a punto de dejar las lágrimas salir, esas fueron las palabras que dijo mi padre la última vez que me vio bailar antes de morir. Una lágrima salió sin previo aviso, la sequé rápidamente y bajé la mirada. — ¿Dije algo malo?
―No es importante, solo olvídalo.
―Algo sin importancia no te hace llorar. ¿Qué es lo que te pone tan mal? — sin responder tomé mi bolso levantándome dispuesta a salir del salón.
Adam se interpuso en mi camino sin decir alguna palabra, solo me observaba con una intensidad inexplicable.
―Déjame pasar por favor, no quiero hablar ahora.
―Lo sé.
― ¿Entonces por qué no te vas y dejas de meterte en mi vida?
―Porque puedo leer claramente tu triste mirada para saber que estás cansada de estar sola para enfrentar tus problemas.
―No sabes nada sobre mí, Adam.
―Tienes razón, no sé nada sobre ti. Pero estoy dispuesto a conocerte y ayudarte.
―No necesito que me conozcas, y ya te he dicho que no necesito ayuda de nadie.
―Tienes un pasado te ha hecho pedazos, ¿Cierto?
―Te he dicho que no quiero hablar sobre eso. ― respondí rompiendo el contacto visual.