Aike
Estuve todo el día en el puente, salvó cuando fui a comprar vodka para "curarme la herida".
En realidad me tomé todo el alcohol y llore como una desquiciada.
Me quedé dormida en el puente borracha y sola.
Me desperté en el puente de la misma forma en la que me dormí, pero ahora tenía una sábana color azul tapándome el cuerpo, me pareció bastante extraño, que yo me acuerde no tenía está sábana en mi auto.
Me senté como pude y al apoyar mis manos me di cuenta que estás estaban vendadas, así como me di cuenta de esto sali corriendo a mi auto agarrando mi celular y la botella que estaba casi vacía.
¿Quien mierda me había tapado y curado? Ya arriba de mi auto solté un suspiro cargado de miedo y me prendí un cigarro con mis manos temblando mientras que revisaba mis celular, tenía más de veinte llamadas perdidas de Gael y Alex. También había bastante personas diciendo en Twitter que habría una fiesta en la casa de Aarón, la verdad Necesitaba despejar mi mente. Pero también tenía un mensaje de el, había sido enviado hace unos veinte minutos
Tyler
-Hola princesa ¿Querés venir a mi casa?- solté un suspiro y tome lo que quedaba del vodka haciendo un gesto por lo fuerte que estaba este.
-Me encantaria, ¿Aún podes?-
-Si-
Y así como me respondió fui directo a su casa soltando algunas lágrimas en el camino.
Necesitaba ir rápido a la casa de Tyler para después salir a una fiesta, Necesitaba dejar de pensar un segundo en Nain. Me prendí otro cigarro para continuar el viaje.
Después de unos minutos estaba estacionada afuera de su casa y algo dentro de mí me decía que no bajará pero ignore esa voz en mi cabeza y en unos segundos me encontraba en la puerta de su casa, toque el timbre y a los pocos minutos apareció Tyler.
Estaba tan radiante como siempre, con una remera negra y unos pantalones del mismo color, con sus ojos profundos y diferentes.
Tenía los ojos mas bonitos que jamás había visto con los míos.
Y no eran ni grandes, ni azules, ni verdes.
Eran simplemente suyos, y por eso me gustaban.
-¡Dios mío princesa!- Al notar mi apariencia yo no lo estaba estaba, con sangre saliendo de las vendas, toda la ropa sucia y seguramente con los ojos rojos, ojeras y todo mi rimel corrido por tanto llorar.
-No- y por primera vez no menti con esa pregunta.
Me tomo de sus brazos para abrazarme. Y sentí como todo cobraba sentido, creo que estaba empezando a sentir cosas por Tyler. Pero así como esas ideas vinieron a mi mente las retiré.
-Princesa, ¿Que paso?- me agarró las manos para mirarme a los ojos preocupado. No pude evitar abrazarlo y volver a llorar.
-murio, tyler. Ella murió- me abrazo con más fuerza para que pueda sentir su apoyo.
-¿Quien cariño?-
-Nain, mi hermanita- volví a explotar, el me tomo sobre sus brazos para cargarme al interior de su casa, pude sentir como subíamos unas escaleras y sabía que nos estábamos dirigiendo a su habitación. Yo lo estaba abrazando como si mi vida dependiera de eso, no quería sentirme sola.
Me dejó acostada sobre su cama para después poder acostarse a mi lado y poder abrazarlo.
-Nena mírame- lo mire a los ojos y por un segundo sentí que todo estaba bien.- Sos una persona fuerte Aike, no te rindas- me volvió a tomar de sus brazos y acostada en su pecho me acordé que había una fiesta en la casa de Aaron.
-Tyler, ¿Que hora es?-
-Son las 23:40.- me solté de su agarre para mirarlo a los ojos.
-Me tengo que ir.-
-¿A donde? Recién acabas de llegar, y no voy a dejar que te marches así.- agache mi mirada, no podía llorar, no quería.
-Hay una fiesta en la casa de Aaron- respondí solamente eso.
-¿Segura que podes estar en una fiesta en estos momentos?-
-Necesito olvidar Tyler- me volvió a abrazar y en ese instante no quería dejar de sentir esa sensación, lo necesitaba conmigo -Tyler...-
Cómo pasaron unos segundo y yo no continúe hablando lo hizo el.
-¿Que sucede, aike?-
-¿Me podrías acompañar?- el me soltó para mirarme fijamente a los ojos con una mano sobre la mía.
-¿Estás segura princesa?
-Por favor, te necesito conmigo.- sus ojos subieron la vista a los míos y después a mis labios.
Se acercó lentamente hasta que nuestros labios se juntaron en un beso cargado de emociones. Después de unos segundos se fue para atrás para mirarme a los ojos.
-Entonces vamos cariño, pero espera un segundo- se fue de la habitación dejándome bastante confundida.
Después de unos minutos volvió con un vestido rojo en su mano. Me lo dejo en mis piernas para después mirarme.
-Es un vestido de mi hermana, tu ropa está hecha un desastre. Te voy a esperar en tu coche para que te cambies- y sin dejarme responder se marchó en dirección a mi auto.
Me levanté de su cama para después sacarme la ropa sucio que tenía, y ponerme el vestido rojo pegado al cuerpo que me había dado, no me había dado cuenta lo grande que es su habitación, o quizás no le había prestado atención.
Tiene una cama enorme con un armario, un escritorio además de su hermosa estantería llena de libros y en algunas repisas con fotos de el y algunas personas. Pase la mirada por las fotos y un recuerdo vino al ver a seis niños en un cuadro y una niña.
Flashback
-Tienes que sonreír Elizabet, estás personas son importantes y nos ayudaremos mutuamente.- dijo mi padre mientras me colocaba el collar de nuestra familia. Ya pase la iniciación con tan solo nueve años, soy la más pequeña en hacerlo...
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Editado: 07.11.2021