Ellie alzó sus gafas de sol a su cabeza y estiró su cuerpo, había sido una larga caminata. Alice miró a su alrededor, se encontraban en medio de la nada, una larga colina, con el sol pegando en sus rostros, hasta llegar a la entrada de una cueva.
-Bienvenida a explorar un nuevo mundo -abrió sus brazos mientras miraba a Alice con una sonrisa -iniciaremos por la escuela básica de los Jar -junto sus manos.
Alice asintió con una mueca en su rostro, no muy convencida si lo que estaba haciendo estaba bien. Había viajado hasta Perú para casi perderse en medio de unas montañas rocosas.
~Ven, hay que entrar -tomó su mano para arrastrarla dentro de la cueva.
Estaba oscuro, caminaron unos cuantos metros, alumbrando con las linternas de sus teléfonos, hasta llegar a una pared lisa, que estaba alumbrada por dos antorchas. Alice bajó su mirada a su mano tomada por Ellie y con delicadeza se soltó de ella.
-Estamos aquí -dio un leve toque en la nariz de Alice, lo cual la sorprendió un poco.
-Solo veo una pared -masculló -siento que me has engañado -frunció su ceño.
Ellie sonrió -¿segura? -colocó su mano en la mitad de la pared. Unas caracolas rojas dibujadas en la pared fueron mostrándose poco a poco. Ella bajó su mano y la pared se movió unos centímetros al lado. Alice se sorprendió, sintió como su corazón se aceleraba y por un momento sintió que su cuerpo se congeló.
-Hay que entrar -Ellie dio el primer paso dentro del oscuro túnel. Alice trago saliva y empuño sus manos, mientras sus ojos vagaban una y otra vez el túnel, de reojo miro hacia atrás, estaba igual de oscuro. Tomó un fuerte suspiro y se adentro. La pared se volvió a mover, cerrándose completamente.
En cuanto empezaban a caminar a pasos lentos, el túnel se iluminaba con faroles que estaban colgados alrededor de este. caminaron unos minutos, los cuales fueron largos y tortuosos para Alice, hasta llegar al balcón de una enorme habitación, parecía una sala de estudio. El techo era cubierto por vidrio en forma de farol, a su alrededor tiene 4 balcones, en cual, ellas estaban en uno, todos tenían escalas de lado y lado y en la parte de abajo, había mesas y estanterías, en parte izquierda estaba una pequeña ventanilla que decía oficina.
-Esta es la escuela del Gran dragón, fue nombrado así por mi… -detuvo sus palabras y entreabrió sus labios -rey -soltó casi sin aliento.
Alice la miró confundida y luego asintió levemente -así que ha esto se refería con una educación básica -hablo por lo bajo.
-Por supuesto, los demonios también recibimos educación como los humanos, letras, números, física, química, arte, gimnasia, música, etc. -rodo sus ojos -Claro, tenemos un déficit de entendimiento y aprendizaje más rápido que los humanos, siempre un paso delante de ustedes -guiño.
Alice rodó sus ojos y negó levemente. Luego miró a su alrededor, curiosa. Había unos cuantos demonios leyendo y escribiendo en sus portátiles -¿Todos la reciben? Quiero decir, ¿no tienen rangos o excepciones?
-Para nada, no importa quien seas en el infierno, todos tienen un cargo si eres un demonio. Así seas mitad demonio -alzó sus hombros, como si no fuera un tema relevante. -Empezamos desde los cinco años y casi nos graduamos a los doce años.
-¡Tan rápido van a la universidad! -Pregunto sorprendida.
Ellie empezó a bajar por los escalones, Alice la siguió, recorrieron la sala de estudio. -Esta es como una pequeña cárcel, muy enorme y tenemos de todo, pero no podemos salir hasta graduarnos.
-¿Ni siquiera ver a su familia? -sonó lamentable. Ella negó.
-Es complicado. Esta se convierte en tu familia. -Empezaron a caminar al centro del salón, donde se veían los balcones. -Antes de ir a la universidad, tenemos otros campos en que desarrollarnos, para así mezclarnos entre los humanos.
-La entrada -apuntó el balcón por donde habían salido ellas -el comedor -apuntó el que estaba al frente de la entrada -Las habitaciones de damas -izquierda -las habitaciones de los caballeros -derecha.
-Entiendo -susurro.
-No perdamos más tiempo. Si te llevo a conocer todo este lugar, tardaría un mes en el tiempo terrenal -Alice se sorprendió y no pudo estar más de acuerdo -Buscaremos a la oficina de los maestros.
-¿Maestros? -alzó una de sus cejas, dudosa.
-Si, es lo único a lo vendría aquí Mateus, vamos -empezó su recorrido saliendo del salón de estudio.
Bajaron por una rampa, observando tres entradas, ubicadas en forma de triángulo, primero fueron a la del medio, la luz le golpeó los ojos pero se acostumbró a ella después de unos minutos.
-Este es el campo de deportes -era un gran espacio con diferentes canchas, un estadio y una piscina, rodeaban el lugar y luego se dirigieron a la entrada de la izquierda -Las aulas y laboratorios -Alice estaba sorprendida que el lugar fuera amplio y bastante iluminado.
-Finalmente la última entrada, las oficinas.
-Espera -trago saliva -¿estás segura que Mateus está aquí?
-Eso lo averiguaremos, confía en mí -Alice mordió sus labios, sus nervios se hicieron presentes. Soltó un leve suspiro y asintió. Ellie sonrió y tomó su mano para entrar a las oficinas administrativas.