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En ese momento debería haberme ido corriendo, pero misteriosamente me quedé en ese lugar con una sensación de temor y a la vez con protección sentí que esa persona no me haría  nada malo, ahora me arrepiento con toda mi alma por haberme quedado ahí riéndome con él.

Rosario y el chico se quedaron riendo mientras que ocurrió todo el accidente entre ellos, el chico dijo:

-JAJAJA, sin embargo, sí que te puedes defender.

-bueno si vivir sola siempre me ayuda a practicar si viene una persona desconocida -le dijo rosario .

-a caso creías que yo era un monstruo de verdad?…- le dijo el chico. 

Los dos estaban tan concentrados socializando, que no se dieron cuenta de que una persona escondida entre los árboles les observaba y observaba, su cuerpo temblaba cada vez que escuchaba que Rosario y el chico se reían.

Hubo un momento que Rosario se quedó callada y hubo un silencio incómodo entre ellos, el chico comenzó presentándose:

-ok ya basta este momento me está incomodando, yo me llamo Luis y tú? -le dijo Luis.

 Rosario dudó un momento en hacer lo mismo, ya que no conocía a esa persona.

-anda, regálame un beso y dime quien eres-dijo el chico

y rosario se puso muy roja y confundida por su forma de decir  dijo:

-oye tú!!! ¿Qué te crees a, a, a quieres morir?!!!! -dijo muy firme Rosario y le dio un Patadón en su trasero.

-oye no!!, otra vez no!!, ya deja de lastimarme soy hombre delicado como una flor,! No al maltrato! -le dijo Luis muy adolorido.

-pues te lo merecías qué tonterías estás mencionando ya, además te pateé muy despacito JAJA -dijo Rosario.

Y ya no podía aguantar la risa Rosario, ya que Luis estaba haciendo un drama más peor que la rosa de Guadalupe.

-y entonces te llamas Rosario? -dijo Luis.

Rosario comenzó a retroceder lentamente, para salir de ese lugar en el bosque, Luis se dio cuenta de que Rosario se puso a sudar y predijo en su mente  que seguro se asustó y dijo:

-no, no te vayas, tu nombre no me lo mencionaste, pero yo puedo ver tu nombre en la etiqueta de tu polo-le dijo Luis. De modo tranquilo para no asustar más a Rosario.

-hay no que de verdad lo siento, ya me iba a salir corriendo como loca a mi cabaña, dé verdad me había asustado que una persona desconocida sepa mi nombre -dijo Rosario.

-¿Vives en una cabaña? Que chévere yo nunca he vivido en una así, seguro es lindo……- dijo Luis, emocionado.

-sí, vivo en una cabaña, si quieres podemos ir a mi cabaña está muy cerca por aquí-le dijo Rosario con timidez

-¿en verdad rosario? Muchas gracias, es que en verdad si estoy perdido en este grande bosque  -le dijo Luis 

Esa persona que miraba en escondidas, se puso muy inquieto quería ir a separarlos  a ellos, sin embargo, no podía revelar su identidad tan pronto mirándolos quedo media hora o cada segundo que ellos tarden en hablar, cada vez que esa persona observaba que Rosario se asustaba le traía satisfacción y alegría en su cara lo alumbraba.