Capitulo 1.

Quinta generación de la alianza.

Mamá suele decir que las tormentas solo traen males, arrasan con todo a su paso para dejar calma, pero es falso, la calma nunca llega.

Es justo lo que sucede ahora, llueve afuera, pero aquí dentro la tormenta recién comienza.

Miro los dedos de mis manos, están un poco magullados, dos de ellos vendados y el resto con unos cuantos rasguños, hacen un contraste algo extraño con el traje a la medida que uso en este momento, es como si perteneciera a otra persona.

El ambiente está tenso, escucho el latir de mi corazon subir a mis oídos, las respiraciones pesadas y el caminar rápido de nuestro secretario, va de un lado a otro, pero no nos da su atención.

Mi nombre es Jenks, hijo de una familia poderosa, nacido en la gran alianza jamás vista y próximo candidato a tomar el mando, sería el sucesor de forma inmediata pero existe un problema, uno llamado Amelie, un doble perfecto con odio de más que compartió útero conmigo.

Hank por fin se detiene y todas las cabezas presentes lo observan detenidamente, pero no sé intimida, acomoda su saco y se aclara la garganta, entonces por fin habla.

-El señor ha pedido su presencia en el despacho -las enormes puertas de madera se abren, lentamente, como una vieja película de terror- todos tomen asiento en la mesa.

Un escalofrío recorre mi columna al entrar al enorme salón, justo frente a la puerta se encuentra un enorme retrato de Madre, gloriosa, imperturbable, poderosa, la única mujer que ha logrado grandes cambios en este mundo y es venerada como una diosa.

El lugar huele a tabaco y cuero, la enorme mesa de roble en el centro del salón y todos los jefes a la espera de nuestra entrada.

No solo yo soy buena opción para el liderazgo, después de todo aunque mi abuelo sea el jefe, las demás partes de la alianza necesitan un líder.

Veo a Aarón, mi mejor y único amigo, se sienta junto a su padre, la mafia rusa lo tiene a él y a Pierce, no comparten lazos sanguíneos pero se encuentran en la edad ideal para ser un líder. Junto a ellos el líder de los italianos, fuma un puro y como un gesto amable abre la silla a su lado, Alana y Fabricio se sientan junto a él, con el porte recto y la tensión en el aire.

A un lado, a la derecha para ser preciso, el viejo Nakamura, un anciano intimidante que con solo una mirada trasmite todo lo que hará contigo, con su usual expresión de viejo convaleciente le permite a Yuko sentarse junto a él, es su nieta, pero es tan estricto que no sé cómo lo soporta.

El salón sigue en silencio, Hanna toma asiento junto a su tío, un idiota arrogante líder de los ingleses y luego vamos nosotros, Amelie toma asiento a la izquierda del abuelo y yo hago lo mismo a su derecha, el humo del tabaco me arde en la nariz, pero me controlo y desecho las ganas de toser.

Mientras los niños jugaban, hacían amigos en el parque, lloraban en el pecho de su madre y eran infantiles e inmaduros, a nosotros no se nos permitió vivir de esa forma. Hemos sido forjados para este momento, para tomar el mando alguna vez y encargarnos de la prosperidad de la alianza, eso es todo lo que hemos aprendido en la vida, nacimos para la alianza y moriremos por ella.

Porque madre así lo quiso.

El ambiente es tenso y los truenos del exterior complementan el cuadro tétrico al que somos sometidos. El abuelo deja a un lado su cigarro, tose un par de veces y aclara su garganta, entonces todos guardan silencio.

-Sé que este día es importante, para todos -pasa su mirada por cada integrante de la mesa- se han preparado toda su vida para llegar aquí, para dar la vida por este negocio, por la familia. Los sacrificios son necesarios para lograr lo que queremos, madre siempre lo decía. Hoy por fin se les reconocerá su participación en la familia, serán juzgados como criminales para llegar a ser venerados como dioses.

La alianza fue idea de madre, asesinó a su esposo sin piedad alguna y tomo el mando de su negocio, entonces decidió que unir fuerzas era mejor que crear una guerra. Una mujer joven, rodeada de hombres patriarcales, se convierte en viuda, en madre, en líder y décadas después ese legado llega a nosotros. El abuelo quiere ser justo dando la oportunidad de ganarnos el liderazgo, saldremos de las sombras como depredadores, todos con el mismo objetivo en mente.

-Asegúrense de no ser traicionados y de ser buenos líderes, de ustedes depende el futuro de la alianza.

Todos asentimos lentamente, procesando lo que está noche significa para nosotros, para nuestro futuro.

-Esta situación es diferente -el viejo Nakamura habla con su raro acento- nosotros fuimos elegidos líderes por madre justo antes de morir, no se generó una competencia, no debimos probar nuestras capacidades, simplemente fue una decisión tomada que debíamos obedecer. Tendrán que enfrentarse a nuestros aliados, ser parte de ellos, ganarse su confianza y esperar ser reconocidos.

-No esperamos que sean grandes amigos, solo que no se traicionen -Mauro, líder de los italianos, toma la palabra- no importa quien se convierta en líder, somos una familia.

-Su vida seguirá normalmente, estudios, entrenamiento, formación -el abuelo tose un par de veces- pronto una nueva generación contribuirá a esta alianza, será prospera y renovada, mejor que antes.

Cómo si todo hubiese sido ensayado las sillas se desplazan hacia atrás, los líderes permanecen sentados mientras los demás nos retiramos de la mesa, frente a la puerta damos media vuelta y con gran sincronización ofrecemos una reverencia a los presentes, entonces por fin abandonamos la habitación.

Quizá es sensación mía, pero creo ver a todos dejar ir lentamente la respiración, incluso Fabricio que presume de su gran capacidad para ser un líder. Todo comienzan a caminar lejos del salón, pero yo espero frente a la puerta con la mirada en el exterior, el ventanal de vidrio me permite ver la tormenta, la luz de los relámpagos y las ramas de los árboles que se mueven por el viento.