Capitulo XVI

MILLA

Es hoy o hoy, he notado que los hombres enamorados que le son infieles a sus esposas se arrepienten, calculé que lo estaría aprovechando por 1 o 2 meses, pero no, esto será cuestión de una sola noche, hubiese desistido, pero no dejo nada a la mitad

Las veces que estamos juntos es excelente compartir con él, sus besos, sus caricias, sus mimos, pero de la nada, aprieta el bolsillo del pantalón donde tiene el celular, una llamada que nunca logro percibir, quizás porque mantenga el celular en silencio, pero esas llamadas lo cambian de inmediato, sé que la llamada es de Carmen y sé que el cambio es por la culpa

Pero no voy a desistir, quiero probarlo, quiero hacerlo con él, me atrae demasiado y estando tan cerca no lo dejaré ir

Nos reuniremos hoy, ninguno dice en voz alta a lo que vamos, pero si es obvio que no vamos a hablar de negocio, llevo todas las armas de seducción listas.

entre pensamientos, preparar la cena que me ofrecí a llevar, “otra de mis malas ideas”, buscar el atuendo y la lencería con el que iré, bañarme y cambiarme llega la hora de ir al hotel

Entro al ascensor y el corazón me retumba en los oídos, trago y trago y la garganta sigue más y más seca, las manos me sudan y el tim del ascensor indica que llegué al piso de mi destino poniéndome más nerviosa, toco la puerta, me abre

-adelante-

Pongo lo que traje en la mesa con dos sillas que están dentro de la habitación, no termino de hacerlo bien cuando tengo un Keydrien ansioso devorando mi boca con locura

**

Keydrien

Si lo pienso no lo hago, así que no lo pensé y lo hice

No me fije en el atuendo que trae puesto, mi olfato no detectó el olor de su perfume o el olor de la cena, simplemente la agarré cerré los ojos y la bese, acercándola más a la cama

No hubo juego previo, vinimos a matar y matamos, ella probó todo de mí y yo probé todo de ella, sudamos, nos envolvimos en la lascivia, el placer, en la lujuria, hicimos todo lo que no debemos hacer, no habrá cantidad suficiente a agua bendita para santiguar lo que está pasando. No se escucha la brisa, solo se escuchan respiraciones entre cortadas, jadeos y la fricción de nuestros cuerpos, terminamos la batalla campal y es cuando vuelvo a recuperar el aliento, el razonamiento y el sentimiento de culpa.

-uff- se arropa con la sabana

Sonrío de medio lado, levantándome y dirigiéndome al baño, me miro al espejo y lo que veo no me agrada, me avergüenza, me siento sucio, me ducho y salgo con la toalla envuelta en la cintura, ella ya está cambiada lista para marcharse

- ¿te vas? -

Gracias a Dios

-eres fácil de leer, ¿sabes? -

- ¿a qué te refieres? -

- no son tus deseos que me quede a dormir o ¿me equivoco? –

Bajo la vista pellizcándome las cutículas

-estas en lo correcto, lo siento-

-y esto- nos señala a los dos -fue solo cuestión de una noche-

Asiento, me gustaría decirle que no, que me gusta y que me siento bien a su lado, pero lo mentiría y el peso de mentirle a Carmen ya es suficiente para mi estúpida vida

-Lo siento Milla, yo…-

-Tranquis, lo supe desde el principio y me quedé, lo único que esperaba es que fuera más que una noche-

Niego

Ella asiente

– me gustó, no pretendo mudarme en mucho tiempo, si decides repetir, sabes mi número y mi dirección-

Me guiña un ojo y se marcha, me pongo el bóxer, ceno y me acuesto en la cama con la mirara perdida, dicen que ojos que no ven corazón que no siente, pero ¿cómo le mentiré a Carmen si ella puede ver mi corazón?

Suena mi celular, golpeándome con cada timbrazo, no tengo la fuerza suficiente para hablar con ella, algo me dice que no hice nada malo, pero mi corazón, mi alma y todo mi ser me reprocha la mala persona que soy

Sigo sin poder contestar, tendido en la cama con la vista al techo, sintiendo las lágrimas cruzar por mis oídos y quedarse estáticas en el colchón

-qué hice-

Me cuestiono desesperado, golpeado sin moverme de donde estoy el cochón que no tiene la culpa de mis actos

-otra vez, otra vez le volví a fallar-

¿Como puedo contrarrestar lo que acabo de hacer con un simple te amo?

Abro el WhatsApp y puedo leer “te amo Key”, mensaje que triplica mi agonía