¿dónde estoy?

Capitulo 5

Aclaración del texto: cuando los diálogos sean en cursiva es el idioma en el que hablan y que por lo tanto Farah intenta entender, si no está en cursiva es el idioma de Farah. 

 

Los días y semanas van pasando, aún siento un vacío dentro de mí por perder a Ondina, no hay día que no piense en ella. Sigo con mi rutina, mis tareas, ahora me he distanciado de todos, no quiero hablar con nadie, no quiero saber de nadie, porque si los castigan quizás el dolor que sienta por ellos sea menor, al menos eso me digo. 

Hace tiempo que no veo las estrellas, desde que llegué aquí, ya no quiero hacer nada, estoy en modo robot, asiento y hago mis tareas, ya casi ni voy a llevar agua a los hombres. Recibo menos golpes, estoy muy deprimida. A veces pienso que debería buscar la forma de suicidarme, sería el camino más fácil, pero pienso en mis padres que me dieron todo su amor y quiero volver a verles, aunque sea una última vez. 

Hoy ya nos llevan a la celda, estoy sentada al fondo mirando a la nada, cuando se oyen pasos por el pasillo, eso es raro. Veo como pasan unos guardias con dos hombres llevan cadenas en los pies y en las manos, por la poca luz puedo apreciar que tienen cortes y golpes. Están en muy mal estado. Los llevan al final del pasillo, donde hay un par de celdas vacías. 

Me duermo pensando quiénes serán esos dos hombres, pues no parecen esclavos, los habrán cogido como me pasó a mi y ahora se convertirán en esclavos. Pobres chicos. 

Me duermo pensando en mis años felices, es lo único que me mantiene cuerda. 

A la mañana siguiente, después de hacer mis tareas, me piden que lleve agua a los hombres, quiero negar, pero Nilsa me arroja los cubos 

- Ve tu Farah, hoy te divertirás - y me da una sonrisa malvada 

Algo trama y no es nada bueno, pero es mejor hacer lo que me dice si no quiero tener problemas. Así que lleno los cubos y voy hacia la mina, los hombres me miran y me dan las gracias con la cabeza baja. No quieren meterme en problemas. Llego hasta un punto dónde veo a los dos hombres que trajeron por la noche, siguen con las cadenas, ellos llevan un brazalete a cada una de sus muñecas. Serán más fuertes y los quieren tener mejor controlados. Me acerco para darles agua, ellos paran de picar con el pico y me miran seriamente. Se ven jóvenes, quizás un par de años más que yo, unos 27 o 28 años. 

- Gracias por traernos agua, ¿Cómo te llamas? Mi nombre es Einar - me dice uno de los chicos 

- No podemos hablar, sino seremos castigados - les digo en un susurro

Les doy agua y me dispongo a irme, pero Einar me coge del brazo para que no me vaya y se acerca a mi oído

- tenemos que salir de aquí, ayudanos y te ayudaré - me dice en un susurro 

Yo niego y me suelto de su agarre, mira mi muñeca donde va el brazalete, frunce el ceño 

- No has utilizado tu "magia" - me dice con algo de sorpresa 

- No entiendo a que te refieres -  le digo 

Veo que se acercan guardias, así que salgo de allí cuanto antes. Los guardias me miran y me golpean. Einar sale a defenderme 

- No vuelvas a golpear a una chica, eres un cobarde, métete con alguien de tu tamaño - les dice 

Wow! Es la primera vez que alguien les planta cara y que intenta defenderme.  

Los guardias lo cogen y se lo llevan hacia el patio central, a mi también me llevan hacia allí, a Einar lo castigan con 20 latigazos, a mi me dejan de rodillas y me dan golpes por todo el cuerpo 

- Hacia tiempo que no te dábamos una buena lección, la próxima vez recibirás latigazos, ya que eso ayudó a que fueras más obediente. Aprende que no debes hablar con estos dos o el castigo será peor - me amenaza el guardia 

- Lo siento, no quise causarte problemas - me dice Einar 

Niego, sé que él no tiene la culpa, de seguro Nilsa sabía que me iban a castigar, por eso me ordeno ir a mi.  

Llega el final del día, nos meten en la celda y llevan a Einar en la misma celda, supongo que aquí había un hueco, el que dejo Ondina. Ojalá aún estuviera viva. Einar observa a su alrededor, mira a los demás, creo está evaluando, todos apartan la mirada, hasta que se topa con mi mirada, me sonríe, y se acerca a mí. 

- ¿Puedo sentarme a tu lado?  - me pregunta Einar, yo asiento 

Se sienta a mi lado, me mira de arriba a bajo. En que pensará 

- Perdona por lo de antes. ¿Te duele mucho?  - me pregunta 

- No te preocupes, me lo merecía. Y no me duele tanto - le digo 

- No te lo merecías, nadie aquí se merece estar encerrado, quisiera hacer algo para que no te duelan los golpes, pero estoy atado de mano - me muestra sus muñecas 

Tiene quemaduras en sus dos muñecas, supongo que por culpa de los brazaletes. Por suerte mi brazalete no debe funcionar y no me queman, es raro, ya que soy la única que no tiene esas marcas, la mayoría los tienen. Sigo sin entender, pero aquí es mejor no hablar y seguir las órdenes.  

- No deberíamos hablar - le comento en un susurro 

- Entiendo que tengas miedo, quiero que confíes en mí, sé como salir de aquí, os ayudaré a todos, sólo necesito algo de ayuda - me dice en un susurro 

- Pide ayuda a otro - le susurró 

- Fíjate, los demás tienen más miedo que tu, ellos no harán nada, se conforman con seguir con vida - me dice  

- No puedo ayudarte - le susurró 

Me acuesto en el duro suelo como cada noche, dando por finalizada la conversación. Einar se acuesta a mi lado y levanta mi cabeza para tenerla encima de su pecho, me envuelve en sus fuertes brazos, pero no me aprieta. Intento apartarlo, pero me es difícil, es muy fuerte. 

- ¿Que haces? - le digo algo enojada 

- Tranquila, solo quiero que estés algo más cómoda, es mi forma de disculparme, no quiero incomodar, pero de seguro dormirás mejor así, y no en el duro suelo - me dice 



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En el texto hay: ciencia ficcion, otrosmundos, drama

Editado: 22.03.2021

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