Dime donde no estas, dime donde no está tu ausencia, donde no puedo pensarte y donde pensarte sin que duela.
Tu esencia tan ligada a mi como mi conciencia, conciencia que me recuerda lo muerto y roto, las cosas que mueren y jamás retornarán.
Marchitos los sentimientos que por ti cesarán, como el caer de las hojas en el caudal.
Donde el viento no sopla más tu aroma, ahí mi encontraran. Donde las hojas caídas ya no encontraras.
Bajo las estrellas de un firmamento que no lograste bajar, donde las promesas se cumplirán y los claveles de nuevo florecerán.
Adiós. Me despido, y a tus recuerdos en mi mente la muerte les esperara.