Hoy fue un buen día
y lo escribo por que hoy mi madre pudo ingeniárselas para darme un pequeño trozo de carne mi padre no se acercó al refrigerador a verificar
me había sentado ya como de costumbre y aunque no esperaba que te quedaras lo hiciste
me sorprendió que de tu pequeño maletín de maestro sacaste un táper con comida me sonreíste al ver que te veía confuso
no era para menos los maestros podían comer en la cafetería sin ningún problema aun así no pregunte, no me importa
comimos en silencio hasta que se te ocurrió la gran idea de que intercambiemos un poco de nuestras comidas quería negarme pero pude hacerlo al ver que la tuya se veía mas deliciosa
eres un practicante
tuve que morderme la lengua ante mi pregunta tan repentina no sabía si eso lograría incomodarte por suerte no fue así
acabo de salir de la universidad así que este es mi primer trabajo
pude notarlo no parecía ser tan viejo pero tampoco un adolescente como nosotros en tus clases buscabas como llamar la atención de tus estudiantes para que así todos participaran
tengo veintiún años
no me inmute ante tu confesión ahora entendia por que tenias tanto afán por querer saber mas de mi
le faltaba experiencia y creía que podía conseguir ganarse mi confianza y asi sacar todo lo que ocultaba para llevar a la dirección
los maestros con los años dejan de importarles que es lo que sucede con sus alumnos saben que no conseguirán nada presionándolos y cada uno tiene que vivir resolviendo sus problemas
por suerte pude darme cuenta