Alice
Me quedé encerrada en mi cuarto toda la tarde de ayer y la mitad del día de hoy. Ayer hubo un momento en el que Tyler salió de casa por unas horas y me permití llorar libremente y tratar de quitar la sensación de dolor en el pecho, pero no funcionó, es más, lo empeoró y ya no sabía que hacer para que desaparezca, así que lo deje estar.
Tengo varias llamadas perdidas de mis amigos y mensajes en el buzón de voz, supongo que querían salir. No les contesté las llamadas por una razón, y es que simplemente, no me apetecía salir con nadie. Mi mente masoquista se encargo de recordarme toda la tarde las palabras lanzadas con veneno de mi hermano y aumentando cada vez más el dolor.
Ésta mañana no hacía falta que me mire al espejo para saber como me veía, yo ya lo sabía. Tenía los ojos hinchados y rojos de tanto llorar y dos heridas en mi labio inferior de mordermelo tanto.
Miro la hora en mi teléfono y no creo que pueda aguantar más en éste cuarto, a parte de que no comi absolutamente nada ayer y eso está pasando factura hoy. Para mi buena suerte, justo cuando estaba pensando en una buena excusa para no bajar y verle la cara a mi hermano me llegó un mensaje de Will.
Will 08:47 A.M
Me sentí abandonado ayer. ¿Vienes?
Salir de aquí y correr un poco no me haría nada mal, necesito distraerme y, tal vez, descargarme un poco.
Alice 08:47 A.M
Te espero allá.
Obviamente comeré algo antes de irme, no quiero desmayarme a medio camino del parque. Me levanto de mi cama y me doy una ducha antes de bajar a la cocina a ver que hay para comer, solo algo liviano.
Apenas salgo de mi habitación puedo notar por el rabillo del ojo que Tyler estaba subiendo las escaleras, paso de él y me dirijo a la cocina para coger una manzana e irme de aquí lo más rápido posible y así seguir evitandolo.
Y hacer eso hubiera resultado genial, pero no siempre todo sale como lo planeamos. Cuando pase a su lado ignorandolo me arrastro hasta un cuarto que usabamos para "estudiar" pero en realidad solo lo usaba yo, y la usaba para pintar o practicar algún examen oral. Y como es mi hermano ignoro todas mis quejas por el camino hasta que cerró la puerta.
—¿Qué quieres?—le espeto.
—Por favor Alice, no puedes seguir así, solo olvida lo que dije. ¿Si?
Espero haber escuchado mal y que en realidad no haya dicho eso ¿Cómo quiere que solo lo olvide? Luego él dice que yo soy la manipuladora, él no va a disculparse, no se arrepiente de absolutamente nada de lo que dijo, solo pretende que lo olvide, como si eso no me hubiese afectado en nada, y perdonar, no es lo mismo que olvidar.
—¿Disculpa? ¿Que lo olvide? ¿Cómo puedes decir eso? ¿Ni siquiera te arrepientes un poco de lo qué dijiste?— las palabras salen atropelladas de mis labios—¡No puedes hablarme como si fuera la peor persona del mundo y luego decirme que lo olvide y listo!
Toda la tristeza que sentía antes se transformó en enojo. Camino hacia la puerta pero antes de que pueda llegar toma mi muñeca obligándome a detenerme.
—Si no te importa, necesito irme.
—No irás a ninguna parte hasta que hayamos terminado de hablar—dice con autoridad.
—Yo ya he terminado—intento soltarme, pero es más fuerte que yo.
—No, no lo has hecho—seguido de eso me devuelve a mi antiguo lugar—. ¿Qué te pasó en el labio?
¿Acaso es bipolar? Hace un minuto estaba autoritario y ahora está preocupado por lo que él mismo causó. Y me sorprende mucho que haya hecho ésa pregunta ya que el vio en que estado me dejo ayer.
—Sabes perfectamente qué pasó, no hace falta que finjas preocupación cuando ni siquiera te arrepientes un poco de lo que me dijiste ayer.
Me mira confundido por unos segundos pero luego parece darse cuenta de lo que dije y su semblante preocupado vuelve multiplicado por diez.
—Al, yo..Diablos—se pasea por la habitación susurrando palabras que no llego a escuchar hasta que vuelve a acercarse a mi y me abraza—. Lo lamento, no pensaba que iba a hacerte eso, estaba enfadado, y, ni siquiera se por qué, pero en fin, yo.. lo lamento en serio, no quería decir todo eso, no se por qué lo dije, pero no fue mi intención, tampoco dije lo que dije de verdad, solo salieron de mi boca como si nada y no podía evitarlo.
—Lo dices porque te da pena saber que estuve llorando por lo que me dijiste no porque de verdad lo sientas—quería sonar firme, pero la mi voz falló y empece a hablar con voz entrecortada—. Me pediste que lo olvidé hace unos minutos antes de enterarte d—
—Estaba desesperado. ¿Si? No soportaba el hecho de que estés enfadada conmigo y dije lo primero que se me vino a la mente y luego empezaste a hablar y sabía que sería peor si te interrumpía.
—Está bien—suspiro rendida—. Pero, en serio tengo que irme—continúo mientras me separo de él.
—Espero que comas algo antes—dice volviéndose serio de nuevo.
—¿Qué crees que estaba haciendo antes de que me arrastres, genio?—le sonrio con suficiencia y bajo a la cocina.
Al llegar al parque me encuentro con el pelirrojo casi durmiendo en un banco del parque. Me acerco silenciosamente hasta él.
—¡Will!—grito cerca de su oreja, lo que provoca que el chico se sobresalte asustado.
—¡Oye! Eso es algo que no se debería hacer a una persona—dice fingiendo ofensa—. La próxima tú pagarás el hospital si me da un paro cardíaco.
Rio ante su comentario y ambos nos paramos para comenzar con nuestra rutina diaria.
Cuando llegamos a Big Loud ocupamos nuestro lugar de siempre y Catherine, una chica que conocimos y trabaja aquí, se acerca.
—Chicos, saben que si fuera por mi, directamente les traería sus órdenes, pero es el protocolo del lugar—dice con cansancio—. Así que, ¿lo de siempre?— continúa, ésta vez, con ánimo.
—Si, pero, podrías ponerme un Capuccino helado y dos muffins para llevar, por favor—si no me equivoco Tamara y Laila vendran a casa hoy.
Editado: 28.04.2020