Capítulo 19

Beth pestañeó confusa y guardó silencio un instante como si buscara las palabras para contestar.

-¿Qué hago primero, respondo la pregunta o la orden?

-No, no, no fue una orden , tal vez sí pregunta, más bien declaración. Entiendo que la sorprendí, también estoy sorprendido, así que por favor escúcheme hasta el final.

-¿Hay más?- preguntó intentando sonar calmada, porque no lo estaba. Había sido una noche complicada para sus emociones, y jamás había imaginado que terminaría con Gabriel Deveraux pidiéndole casamiento.

-Claro que hay más, dijo que me extrañaba...o algo parecido y somos bueno bailando juntos, podemos hablar, quiero decir a diferencia de lo que nos pasa con otras personas nos entendemos, podemos ser buenos amigos, nos respetamos y haríamos una buena pareja – explicó torpemente

-Hace falta mucho más para un matrimonio. Dijo que buscaba una esposa en particular.

-Sé que hace falta más. Lo dije y usted cumple con todos los requisitos, ¿los recuerda, verdad? Salvo uno- dijo él y ella hizo un repaso mental de lo que le había dicho que buscaba en una esposa. Inteligencia, belleza interior, el don social del que él carecía , también había dicho que quería que lo amaran y uno más que no le había nombrado.

-¿Cuál no cumplo? – preguntó.

-No me ama, no aún. Pero sí tiene sentimientos por mí, ¿verdad?- preguntó

-¿Y usted? ¿Tiene sentimientos por mí?- repreguntó porque su único requisito había sido siempre encontrar a alguien que la amara.

-Sí, los tengo.

-¿Qué siente por mí?- insistió ella sabiendo que estaba presionando demasiado.

-Mis sentimientos son los que han impulsado a que le pida matrimonio- respondió escuetamente- Sé que es confuso, pero piénselo, si acepta comprometerse conmigo le evitaría el seguir expuesta a estas situaciones. Un año, pondremos la fecha de casamiento en un año, la próxima primavera, eso dará tiempo a conocernos y si se arrepiente, la dejaré libre y cargaré con la responsabilidad del rompimiento ¿Beth?

-Acepto – dijo ella de pronto. Lo había pensado brevemente y era una locura , pero al mismo tiempo parecía ser la elección correcta. Aún no sabía si quería ser la esposa de Gabriel Devereaux ,pero sabía con certeza que no quería ser la esposa de otro.

-Entonces, ¿puedo hablar con sus padres?

-Sí- respondió ella. Gabriel se acercó y le tomó la mano.

-Gracias, no va a arrepentirse.

-Será mejor que volvamos a entrar.

-Mañana- dijo él-Mañana pediré su mano formalmente. ¿Beth?- la llamó y ella lo miró- No me respondió antes, ¿tiene sentimientos por mí?

-Los suficientes como para haber aceptado ser su esposa- respondió y se adelantó para regresar al salón.

Beth no supo cómo pudo continuar con aquella noche tranquilamente , regresó junto a su madre que pareció desistir de emparejarla con alguien.Y en gran parte se debía a que todos habían quedado sorprendidos de que Edward Fitzjames siguiera aún bailando con Addison.Por lo mismo, su madre decidió llevarlas de regreso temprano, volvieron a casa, se cambiaron, y se acostaron, pero Beth sentía que el corazón iba a estallarle si no ponía en palabras lo que le estaba sucediendo, así que se escabulló a la habitación y a la cama de su hermana.

-¿Jo, duermes? – preguntó mientras se metía en la cama a su lado como cuando eran pequeñas.

-Estaba por dormir, ¿pasa algo?

-Gabriel Devereaux me pidió que fuera su esposa y acepté.

-¡¿Qué!?¿Vas a casarte con Gabriel Devereaux? ¿Lo amas? ¿Mamá lo sabe? ¿Cómo sucedió?

-Jo, puedo responder de a una sola pregunta a la vez. Y juro que no sé cómo sucedió, es decir no esperaba volver del baile comprometida, aunque no lo creas. Pero dije que sí.

-¿Dijo que te amaba?

-Dijo que tiene sentimientos por mí y que nos casaremos en un año, así me da tiempo.

-El tiempo no sirve de nada si no hay algo que cultivar primero, ¿lo amas Beth?

-No sé qué es el amor. Quiero decir antes imaginaba que iba a aparecer en mi vida así como con relámpagos y música celestial, pero no sucede así, ¿verdad? La primera vez que vi a Gabriel yo lo apuntaba con un arco, y desde entonces nuestros encuentros han sido muy particulares, pero tras cada uno de esos momentos siento que quiero saber más de él. Me siento segura a su lado y que puedo ser yo, quiero decir le he gritado, le he hablado de mis preocupaciones y hasta le he dicho tonterías borracha. Y no sé si es amor, pero sí hace que me emocione, Jo. Y cuando esta noche mamá hablaba de mí frente a Edward Fizjames yo solo quería que se callara porque Gabriel estaba allí, así que cuando él me dio la mano para ir a bailar, me sentí inmensamente aliviada. Así que no sé si son las razones adecuadas o no, pero acepté. Y no se lo diré a mamá hasta mañana en el desayuno porque creo que ya no tengo fuerzas ¿Crees que hice mal, Jo?

-Creo que si aceptaste fue por algo, así que confío en ti.

-Yo no confío en mí, siento que es una locura

-Por eso yo voy a confiar en ti, y además ¿no dicen que el amor es locura?

Beth agradeció aquella confianza de su hermana, y deseó creer que aquella emoción que había sentido al escucharlo pedirle ser su esposa era una buena señal.

Estaba comprometida.

Sería la esposa de Gabriel Devereaux.Ese fue el pensamiento que se repitió en su mente hasta quedarse dormida.

"Coraje, querida mía" – le susurró Jo en la mañana cuando estaban desayunando y Beth esperó que su madre terminara de masticar su comida para darle la noticia.

-Madre, Gabriel Devereaux vendrá esta tarde a hablar con ustedes – soltó y le dio un sorbo a su té.

-¿Viene a pedir tu mano? – peguntó su madre sorprendiéndola y Beth así se regocijó de ser quien diera la sorpresa final.

-Me pidió matrimonio anoche y acepté- dijo.

-Entonces su visita es solo una formalidad, ¿no debería haber hablado con nosotros primero?