Don't Mess With Her

Capítulo 06 - ¿Cómo cuánto medirá?

  Mackenzie

Hoy será un gran día.

Ya es viernes, y hoy voy a empezar con mis venganzas hacia Matthew. Y después de la venganza vamos a ir a celebrar mi felicidad y la rabia de Matthew en la fiesta a la que Annie tanto quiere que vaya mañana por la noche.

Sí.

 Al final si acepté ir.

 Dios, Annie si que sabe convencer a las personas.

Hablando de Annie. Ya Liam y yo tenemos todo listo para su "Declaración", tuve que sacar mi faceta un poco romántica para darle una genial idea.

Lo malo de mi idea es que se va a elaborar hoy, Liam se va a llevar a Annie a eso de las 12:30 am. Es decir, que me voy a tener que ir sola de la fiesta.

Todo sea por mi amiga y su futuro novio.

Sé que le va a decir que si ya que últimamente se la pasa hablando de él todo el tiempo.

Yo sé que le gusta.

Se pone celosa cada vez que lo ve hablando con otra chica, ¡Hasta conmigo!.

Que falta de confianza hacia mi persona.

Estoy indignada.

En este momento me encuentro en el cuarto de los chicos para empezar con mi primera venganza.

No le pedí ayuda a Annie ya que es amiga del sin cerebro ese y va a empezar a decir que es algo muy cruel que no se que.

La habitación estaba vacía, justo como quería.

Me tuve que saltar unas cuantas clases para poder encontrar la habitación así.

Me encamine a los cajones de Matthew, supe que eran los de él ya que cada cajón tiene el nombre del respectivo dueño escrito.

Gracias, Tío Jhon por querer todo organizado.

Rebusqué en estos hasta que conseguí el cajón de los calzoncillos. Solamente tenía 3 limpios así que agarre dos y los escondí, para que su única opción sean los ya preparados.

Agarré el calzoncillo y le coloqué el pegamento y el polvo picapica por el área en donde quedaban sus bolas.

Esto va a ser genial.

Lo coloque en su lugar y salí rápidamente de la habitación tratando de que nadie me viera.

Voy a disfrutar esto.

Fue más rápido de lo que creí.

Hasta me da tiempo de entrar a mi última clase, tarde. Pero me daba tiempo.

Me encaminaba a la clase de Matemática cuando escucho que me llaman a mis espaldas.

-Mack, ¿Qué haces fuera de clase?-Me preguntó mi Tío Jhon.

-¡Tío Jhon! Oh pero que sorpresa tenerte por aquí. Bueno yo estaba... Estaba haciendo pipi.-Expliqué, él río.

-De acuerdo. Solo te quiero decir que por favor no te metas en más problemas-Pidió.

Ay Jhon. Si supieras.

-Tranquilo. Bueno... ya me voy a clases.-Me di vuelta para empezar a caminar hasta el aula pero él me detuvo.

-Oye Mack. Quería informarte que de ahora en adelante tendremos Lunes de Tacos. Tú padre me menciono que te encantaba la comida mexicana y la verdad es que quiero de todo corazón que te sientas a gusto aquí.-Lo miré asombrada.

-Gracias, de verdad.-Le sonreí sincera, después de eso me despedí con la mano y me encaminé al aula. Esta vez nadie me detuvo.

Tío Jhon, me estas empezando a caer muy pero muy bien.

Toqué la puerta del aula y segundos después escuché un "Adelante" así que me dispuse a pasar.

-¿Puedo pasar?-Preguntando si puedo pasar cuando ya pase.

Dios, Mackenzie.

-¿Por qué tan tarde Señorita Mackenzie?-Me preguntó curioso el profesor.

-Es que Jhon quería hablar conmigo-Mentí, Me miró sorprendido por mi respuesta.

-¿Jhon?¿Te refieres al Director Miller?-Asentí-¿Qué le hace tener tanta confianza con él como para llamarlo por su nombre?-Preguntó curioso.

No sé, ¿Tal vez porque somos familia?.

Él no sabe eso Mack.

Cierto.

-Mejor pregúntele usted mismo.-Contesté haciéndome la interesante. Me fulminó con la mirada.

-De acuerdo, solo siéntese y presté atención a la clase.-Ordenó.

Uy pero que mandón me saliste.

Mi vista fue dirigida hacia el único asiento disponible.

Al lado de Matthew.

Genial.

Me encanta la suerte que tengo.

SARCASMO.

-Hola Kenz-Me saludó burlón Matthew apenas me senté junto a él.

¿Kenz?

Inmediatamente mi mente viaja a muchos recuerdos.

¡Kenz baja querida, ya es la hora de comer!

-No me llames así-Dije seria.

-¿Por qué?.-Pregunta curioso

-Porque así me llamaba mi madre.

-¿Te llamaba?¿Te abandono?-Me preguntó burlón-No me sorprendería. Digo, con esa actitud que tie...-Lo interrumpí.

-Murió-Contesté cortante. Miré como lentamente su mirada pasaba de ser burlona a estar apenada.

Ya me acostumbré a esas miradas.

-Lo siento, no lo sabía.-Se disculpó.

-Tranquilo, ya lo supere.-Mentí.

La verdad es que nunca superé la muerte de mi madre.

Sobre todo porque cuando más la necesite no pudo estar, estaba enterrada 3 metros bajo tierra.

-Señorita Mackenzie y compañía-Nos llamó el profesor-¿Se puede saber de qué están hablando tan a gusto?.

Matthew iba a decir algo pero lo interrumpí.

-De mi madre, ¿Algún problema?-Respondí inmediatamente. Él me miró incrédulo por lo directa que soné.

-No me deja explicar la clase-Explicó.

-De todos modos nadie le estaba prestando atención-Contraataqué. Algunos se quedaron perplejos por mi forma de hablar, Matthew solo sonreía. Le parecía divertida la situación.

No lo culpo, a mi también me parecería graciosa si no fuera yo la que la está causando.

-Ya que le gusta hablar tanto de su madre, me parecería genial llamar a esta misma para avisarle cuanto habla su hija de ella en clase. Y de paso le informo lo grosera que salió-Contestó desafiante.

Ya mismo te llamo a mi amigo Dios para que te la pase por teléfono, Querido.

-Creo que eso no se va a poder.-Aseguré cortante.

-¿Por qué?-Preguntó malicioso.



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En el texto hay: adolescentes, bromas, guerra

Editado: 29.01.2024

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