A veces todo pasa justamente como creíste en un comienzo.
Aunque todos te lo negaban.
A veces simplemente sucede. Y ellos no te podrán decir un te lo dije. Porque lo que me dijeron que sucedería, no sucedió.
No he sabido nada de Matthew Smith desde que nos graduamos de preparatoria.
Hace unos dos meses más o menos. Decidimos terminar la relación ya que sabíamos que no íbamos a soportar la distancia, pero nos prometimos que igual nos hablaríamos mínimo una vez a la semana.
Yo se lo prometí.
Él me lo prometió.
Yo lo cumplí, él no.
Por más de que intentamos contactarnos con él no funcionó. Al parecer apenas salió del internado cambió de número y nos nos avisó. Ni siquiera con Annie se ha comunicado.
Chase, Annie y yo seguimos siendo los mismo amigos que hace casi 2 años. Ella como prometió me vino a visitar cada vez que pudo. Hasta que decidió quedarse a vivir conmigo hasta que empezáramos la universidad. Sus padres al principio se negaron, pero después conocieron a mi padre, ¿Qué les puedo decir?.
A veces la fama de mi padre sirve para algo.
Los tres entramos al The Evergreen State University. Y esta vez, no fue gracias a mi padre, creo.
Mandamos la carta de admisión y nos aceptaron.
Blaire y Aaron se fueron a las universidades que querían desde un principio. Con ellos si seguimos teniendo contacto, no tanto como al principio. Pero hablamos de vez en cuando.
Lucas. Con Lucas sucede lo mismo que con Matthew. Desaparecido. Pero por lo que nos dimos cuenta, Lucas no a cambiado de número. Ya que cuando le llamamos lo único que hace es colgarnos, y no somos tan patéticos como para llamar de un número que él no tenga registrado.
No somos tan desesperados.
Son muy amigos, estoy segura que se la pasan juntos.
Al principio empezamos a creer que debemos de colocarlos en Los más buscados.
Para ver si así alguien los reporta y los encontramos. Pero luego, entendimos que ninguno de los dos quería ser encontrado.
Exactamente un mes después de salir de la graduación me llego una carta a mi buzón. Una carta escrita por Matthew, con su propia letra. Una carta que asegura que lo nuestro fue solo un romance de niños, que solo fue eso. Y que nunca iba a volver a suceder, ya que teníamos que convertirnos en personas maduras y conscientes.
No me dijo que me quería, no me dijo un "Fue bueno conocerte pero tiene que terminar".
Fue como si el Matthew que conocí en un principio volviera y me dijera todas esas cosas solo para deshacerse rápidamente de mi sin sentir culpa al hacerlo.
Fue ahí cuando pasé semanas dándome cuenta de que Matthew no merece que piense todo el día el porqué nos evita. Él no se merece ni siquiera formar parte de lo más oscuro de mi mente. Porque si, lo que tuvimos para mi si fue algo importante. De verdad fue algo importante.
Pero, para él no fue nada. Y no puedo obligarlo a que sienta lo mismo que yo sentí cuando nos separamos.
No voy a decir que la próxima vez voy a tratar de dejar las cosas más claras. No.
No habrá próxima vez, ni con Matthew, ni con cualquier otro chico.
Simplemente no va a volver a suceder.
Mackenzie Miller ha vuelto señores.
Ha venido para quedarse.
Y más perra que nunca.