HARPER
Ya era la una y había pasado gran parte supervisando el hotel, no tenía mucho que hacer, además, quería cerciorar que todo estuviera bien. Había algo que no dejaba quieta mi cabeza desde la mañana. La pequeña mantecada. Mi cerebro seguía sin procesar que o quién podría ser. ¿Karen? lo dudo, ella estaba en ese momento. ¿Patrick? probablemente por su trabajo, pero no creo que tenga ese tipo de apodo.
[Le queda mejor el chico donas]
Estoy de acuerdo con mi conciencia. Es más probable eso que mantecada.
—¿Me estas escuchando?
Abrí mis ojos para ver a mi progenitor enfrente de mi. Nos habíamos puesto de acuerdo para seguir hablando de un hotel para los familiares de los pacientes del hospital Ritcher. Damián Ritcher junto con su esposa, Grace Ritcher, habían estado comunicándose conmigo para un proyecto que tenían en mente; sin embargo, la encargada oficial sería su hija mayor, Emily Ritcher Lilhwood. El proyecto es para las personas que sean familiares de los pacientes, hay veces que no son de la ciudad o no tienen el suficiente dinero para descansar mientras esperan noticias de su familiar; para ello haremos un hotel, este conectará con el hospital y tendrán un teléfono con línea directa a la habitación del paciente para recibir noticias.
—Lo siento, pensaba en otras cosas— respondí regresando a la realidad.
—Te estaba hablando que Emily vendrá mañana a concretar el proyecto.
—Esta bien, le diré a mi secretaria que cuando llegue directo la pase a mi oficina.
—Necesitas poner más atención— dijo Nicolas —La cita esta agendada a las 10 a.m. ¿En que piensas tanto que te roba la atención?
Por un momento dudé en decirle, no obstante, siempre he tenido la confianza de contarle todo a mis padres.
—Ayer fui a desayunar con Karen y su madre hizo una videollamada, la saludé y todo, pero hubo un ruido extraño y dijo que necesitaba estar con su "pequeña mantecada".
—¿No será una pareja? Sabes que a veces uno puede ser muy especial o particular con los apodos.
—No creo que sea una pareja— respondí seguro.
—¿Por qué no? A tu madre le digo pastelillo en veces.
[Enserio tu padre es muy cursi en veces]
Lo sé conciencia, pero no puedo hacer nada contra ello.
—Primero— dije —No creo que tenga una pareja porque esta mejor con sus hijos nada mas. Y segundo —añadí— No es necesario que me recuerdes que te pones la mayoría de veces cariñoso con mamá.
—¿Qué puedo decir?— respondió —Ella me tiene enamorado como el primer día que la vi.
Y no mentía. Nicolas podrá ser alguien de aspecto rudo y una persona seria, pero con Christina se comporta como un caballero y siempre le demuestra su amor de muchas formas.
—Regresando al tema, Karen me dijo que Patrick tenia que decírmelo.
—Puede que día, pero apenas se conocen. No creo que te diga algo de su vida personal acabándote de conocer.
Tenía razón. Patrick no me lo diría porque sigo siendo un extraño para él. No supe porque pero de pronto mi corazón latía como si estuviera consternado. Extraño.
(...)
Después de un largo día de trabajo regrese a mi apartamento, esto de la vida adulta no es sencillo, estaba muy cansado y tenía mucho que hacer al día siguiente, pero lo único que quería hacer era descansar hasta la tarde de mañana.
De pronto mi teléfono anunció una llamada de Karen. Respondí como siempre pero al escucharla me quedé helado.
—Harper, robaron la casa de mi madre.
Su voz se escuchaba entrecortada y su respiración algo trabajosa. ¿Cómo que habían robado la casa de Diana? No me lo podía imaginar ¿Le hicieron algo? ¿Estarán bien?
—¿Estas allá?
—Si— respondió en un sollozo.
—Mándame la dirección, ya— recibí un mensaje con la ubicación y solo tomé mi chaqueta y las llaves de mi auto a prisa. El descanso puede esperar —No te preocupes, ya estoy en camino.
Subí a prisa a mi auto para dirigirme a la casa de Diana. Mi cabeza seguía sin procesar lo que le había pasado, ella siempre ha sido una mujer tranquila y amigable ¿Quién podría hacer algo tan cruel como eso? Sentía que el tiempo pasaba lento pero en cuestión de nada llegué y la escena no me gustó. Había patrullas custodiando, varios vidrios rotos, la fachada llena de grafiti y cuando pensé que no podría ponerse peor, me equivoqué. Diana estaba siendo auxiliada por los paramédicos. Caminé dando zancadas y la observé con un golpe en su mejilla. Karen reaccionó cuando estuve con ellas y estaba mal, inmediatamente la abracé y ella solo lloraba.
—Tranquila, todo estará bien— susurré mientras acariciaba sus cabellos y poco a poco se fue calmando. Sabía que la alteraba muchísimo el hecho de que su madre estuviera sola y que le pasara algo así. Era algo muy fuerte.
—Perdón por todo esto— habló Diana —No deberías estar aquí, tendrías que descansar.
—Eres como mi segunda madre, ni de loco te dejaré.
Mi vista parecía buscar a una persona más, sería muy extraño que no estuviera aquí.
—Ya regresé— escuché la voz del hermano de Karen y cuando giré mi vista no esperé verlo así. Estaba sosteniendo a un bebé de, según yo, seis meses; el pequeño tenía un parecido enorme con Patrick, era como su copia fiel.
De pronto el apodo sonó en mi mente y todo tuvo sentido.
"Pequeña mantecada" "Patrick tiene que decírtelo"
Y ahí entendí todo.
Patrick era padre.