Cap. 182: Destino

Marod: (corre donde Azfir) ¿crees que estemos yendo bien?

Rod: (asiente) faltan seis minutos

Marod: sé que lo lograrán, creo en ellos

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Soldado: (entra a un despacho y hace una reverencia) tengo noticias demonio supremo de los gavilanes

Demonio supremo: (se voltea a verlo) ¿sobrevivió?

Soldado: según lo que nos cuentan el soldado que se envió, sus cartas se volvieron en contra, es seguro que sea asesinado

Demonio supremo: (le da la espalda) muy bien, ahora solo debo ver cuales son los planes del rey Riad con los gavilanes del norte

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Riad: (saca la espada de la pierna del rey y corta en dos la espada, dejándolo desprotegido)

Romildo: (saca la espada del hombro del rey y retrocede un poco, preparándose para siguiente ataque)

Rey: (recoge la otra mitad de la espada y la usa como si tuviera dos espadas, la palma de su mano ensangrentaba)

Romildo y Riad: (corren hacia él y cuando este quiere atacar primero a Riad, Romildo apuñala en la pantorrilla del rey, dejándolo desequilibrado, mientras que Riad chocaba espadas con él)

Romildo: (recoge la otra espada del comandante)

Riad: (sigue luchando contra el rey, en una voltereta, Riad corta el brazo del rey y este se voltea a correr, pero Riad se coloca al frente de él)

Romildo: (detrás de ellos, a una corta distancia, mira a Riad y este a él, asintiendo a la misma vez)

- (Riad corre contra el rey, y este alza su espada para clavarle en el hombro a Riad, pero él se esquiva, sin que el rey se de cuenta, Romildo estaba delante de él y Riad detrás de él. Ambos corren contra él y con sus espadas, cortan el cuello del rey)-

- (Cuando el rey sintió las espadas en su cuello, solo cerró sus ojos y soltó su espada. Cuando fue degollado, su cabeza cayó al suelo al igual que su cuerpo)-

Romildo: Riad, falta dos minutos

Riad: (guarda su espada, acercándose al comandante y lo carga en su espalda) ¿cuál es la ruta más posible de salir en dos minutos?

Romildo: por el patio, vamos (corren por el pasillo y entran al patio, en ella había una puerta en la muralla, quieren abrirla, pero no es posible) está atascada

Riad: haz algo, solo falta ya un minuto

Romildo: recuerdo algo que me dijo mi padre, “si no puedes utilizar el cerebro, utiliza la intuición” (clava la espada en los filos de la puerta y comienza a bajarla hasta el suelo y la saca) no sé que rayos hacer si no funciona (intenta abrir la puerta y esta se abre un poco)

Riad: continúa haciendo lo que hiciste

Romildo: de acuerdo, pero no me desesperes

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Azfir: fa- faltan se- sesenta segundos, ¿y si a -alguien se quedó en a- apuros?, ¿y s-si mato a alguien? (se angustia)

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Blancel: faltan treinta segundos, todos deben tranquilizarse por lo que se avecina, este cristal nos protegerá

Zulblan: me es extraño que todos estén tan calmados y no hayan preguntado nada (pensó)

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Sheyla: (sentada a lado de Plomad) aun no veo el rey detrás de nosotros, debió pasarle algo

Plomad: confía en él Sheyla, todo saldrá bien

Sheyla: es bueno ser positivo, pero hasta cierto punto, me iré donde ellos, así me sentiré más tranquila

Plomad: no soy nadie para detenerte, pero piensa en que situación puedes encontrarte, tal vez ellos estén enfrentando al rey y tú puedes ser un estorbo, no quiero ofenderte

Sheyla: (molesta) me siento inútil, peor que un mortal, no quiero ofenderte

Plomad: realmente se ofendió, los demonios suelen tener ese orgullo de soldados que en mí ha desparecido (pensó)