Cap. 193: Hablar

Shane: es una trama demasiada larga, tal vez me cueste un día en contarla, es que la historia de Moab es tan extensa y a la vez maravillosa

Marod: usted si que se lo ve tan enamorado de ella, Shane, es mejor que empiece a contarme de una vez

Shane: (asiente) según el tiempo en el que puedo pensar, ha pasado más de un siglo o quizás dos, no lo sé bien, existían las jerarquías, y yo era de un alto rango, como ustedes lo dicen, un comandante

Marod: antes que empiece, usted, ¿de qué mundo es?

Shane: solo te puedo asegurar que no soy de ningún mundo que tú conoces

…………………

Demonio supremo de los osos: (ve a Marod y Shane desde su ventanal) fue más complicado de lo que me imagine

Demonio supremo de los zorros árticos: no lo fue tanto de lo que vendrá después del descanso

Demonio supremo de los osos: (voltea a verlo) ¿por qué habló de las renegaciones así de repente? Sabe como es el lobo

Demonio supremo de los zorros árticos: es mejor tener grietas en el hielo en vez de un derrumbe, el lobo pensará mejor en sus palabras con este descanso

Demonio supremo de los osos: siempre has sido sigiloso, dime algo zorro ártico, ¿por qué dejas que el lobo sea el mayor cuándo en realidad tú eres el mayor?

Demonio supremo de los zorros árticos: a él se le da mejor, además, mi hora está llegando y es mejor que él tome las riendas

Demonio supremo de los osos: en realidad, todos desapareceremos después de este conflicto, no quedará ningún demonio supremo

Demonio supremo de los zorros árticos: todo se está terminando (se acerca a la puerta) aunque, apenas está comenzando (se va)

Demonio supremo de los osos: temo por los reyes y líderes

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Verd: ¿cuánto crees que durará el descanso?

Blancel: hasta que el señor termine de hablar con Dorad

Zulblan: ¿saben algo de “alzar la renegación”?

Verd: lo sé, en este mundo, hay especies que son renegados, por el simple hecho de no haber cumplido las cinco reglas que les dio las dos creadoras

Zulblan: Verd, eres de este mundo, ¿verdad?

Verd: astuto como un zorro, así es, soy de este mundo, ¿algún problema?

Zulblan: ninguna, Blancel, ¿también eres de este mundo?

Blancel: ¿por qué tan curioso? (sonríe)

Zulblan: está bien, no preguntaré más

Verd: ¿ustedes vieron a Rod? (pregunta y ellos niegan) que extraño, juraría que estaba con nosotros

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Rod: (camina por el patio donde los soldados entrenaban) se están preparando para lo que se aproxima (pensó)

Soldado: (se acerca a ella) no tienes permitido deambular sin compañía de un soldado

Rod: (lo mira y sigue caminando)

Soldado: vi a Rodzul y a Azfir por el jardín detrás de la gran casa, ¿por qué no vas con ellos?

Rod: (se detiene) eres marino, ¿verdad?

Soldado: la mayoría de aquí somos marinos, bueno, nos diferenciamos de los demás por nuestras orejas de aletas, por nuestras manos con escamas y alrededor de nuestros ojos, un color azul en mujeres y purpura en hombres

Rod: ¿cómo puedes vivir fuera del agua?

Soldado: simple, los hechiceros nos colocaron un hechizo, los marinos también somos renegados, sin embargo, los demonios supremos escogieron treinta soldados marinos, incluyéndome

Rod: recuperaremos a tu hermano

Soldado: (suspira aliviado) gracias, tus palabras me calmaron