Estoy en el sofá de la sala de estar de la mansión sin abrir la boca porque sé que en cuanto lo haga estallare en llanto, mi abuela se a mantenido a mi lado en total silencio mientras no separa nuestras manos.
Olivia:yo pase por esto Maddie y quiero decirte que todo pasa
Yo:¿como sabes lo que me pasa?
Trago el nudo que tengo en la garganta mientras controlo las lágrimas que intentan salir de mis ojos nada más recordar las pasadas escenas.
Olivia:se que quieres al hijo de Ben y se que te a hecho daño porque también pase por algo parecido con tu abuelo
Veo como una lágrima cae por su mejilla, abro los brazos y espero una reacción distante pero no llega mi abuela y yo nos fundimos en un abrazo.
No se cuando me quede dormida pero esta mañana cuando he intentado levantarme un dolor punzante en la espalda me a recordado que no estoy en mi cama si no en el sofá de la sala de estar de mi abuela la cual duerme a mi lado.
Yo estoy tumbada en su regazo y la mujer tiene una de sus manos en mi pelo creo que este gesto fue el que logró que conciliara el sueño.
Intento levantarme sin molestar a mi abuela pero la misión resulta fallida la mujer abre sus ojos color esmeralda y en cuanto me ve me dedica una media sonrisa.
Me levanto para ir al baño de invitados mientras mi abuela me indica que una sirvienta me llevará algo de ropa al cuarto de baño.
Después de la pasada noche lo único que quiero es un pijama ancho y una cama decente donde sumergirme estos dos años de vida que me quedan antes de poder volverme a Londres.
Cuando me miro al espejo no me sorprendo ya que tengo todo el maquillaje de los ojos corrido por las mejillas, mientras me desmaquillo recuerdo la primera vez que dormí con Chuck cuando me desperté tenía una aparecía similar pero la razón de mi maquillaje corrido era otra muy distinta, esta vez no pude refugiarme en los brazos de Chuck para calmar mi dolor ya que a sido el mismo quien me lo a causado.
Justo cuando termino de darme una ducha tocan a la puerta así que me envuelvo en una toalla antes de abrirla, una señora bajita de unos cincuenta años me tiene un montón de ropa negra doblada perfectamente.
Creo que mi abuela y yo empezamos a conocernos ya que esta vez no me a mandado traer un vestido color rosa este pequeño detalle me arranca una sonrisa.
Me visto con la ropa que resulta ser un pantalón corto negro y una sudadera del mismo color con un logotipo que jamás esperaría que tuviera ya que es el de Metálica.
Bajo a la cocina en busca de mi abuela y no para desayunar ya que tengo el estómago completamente cerrado, la encuentro hablado otra vez por teléfono pero esta vez se con quien habla......