Dos Dimensiones

Capitulo XXII

-Siento como algo me invade, un sentimiento de ansiedad, salí esta mañana por miedo a que Prada me encontrase en el apartamento de Williams si Prada sabe que estoy aquí ¿Le haría algo a Adam? ¿Me haría algo a mí? Tengo que encontrar la forma de salir antes de que Prada se entere que de un momento a otro, he logrado tele transportarme.

Empiezo a ver cada vez la calle donde paso más vacía, mis manos empiezan a sudar y mi vista empieza a nublarse, veo un callejón y siento que debo ocultarme allí, camino mareada por él, siento que mi mano se ensucia al rozar una de las paredes pero no me importa, el sol se está ocultando y veo atisbos de él asomándose por el callejón, seguro es porque no he comido nada. Si debe ser eso.

Veo hacia atrás mientras sigo caminado, me choco contra alguien y siento que voy a vomitar cuando reconozco su olor, ese olor a flores y desde el día en que entré a su casa. Es Prada.

Me cuesta controlar mis nauseas pero lo hago. Llevo consigo unas sandalias de tacón y un vestido azul de seda con estampado de flores azules, su cabello está recogido en un moño y su cara se ve algo exhausta.

-¿Creíste que no me daría cuenta?

-¿Cuenta de qué? Tú me trajiste aquí de nuevo, un lugar donde no soy nadie ¿Querías vengarte no? Pues lo lograste –Prada pone cara de desconcierto.

-¿Dices que no viniste aquí por ti misma?

-Hice un trato, no regresaría aquí, no iba a arriesgarme a que le hicieras algo a mi hermano.

-Supongo que el trato ha sido incumplido.

-No lo ha sido, yo he sido traída por ti de nuevo, nada más porque quieres confundirme, no tendrás a mi hermano.

-¿No basta con que Steven no te recuerde? ¿Y William solo se acuerde de pocas partes de su pasado?

-¿Te crees muy lista no? Solo dejaste algunas partes de los recuerdos de ciertas personas.

-¿Ya viste a tu amiga Candace? Sinceramente pensé que William no te ayudaría, ya que siempre ha sido un elemento secundario en tu vida, pero bueno el amor lo volvió un ser estúpido. Ahora con respecto a Steven puedes comunicarte con el todo lo que quieras pero no te reconocerá, yo me encargue de eso.

-La vez que me lo encontré pareció haberme conocido.

-Tal vez le parezcas conocida pero no tiene absolutamente nada tuyo, ni un recuerdo, ni una foto, ya que yo me encargué de borrar todo rastro de la aquella vida falsa que te creé.

-Borraste toda mi vida falsa pero los recuerdos reales siguen vigentes.

-En rinconcitos muy profundos a los que no llegarás.

-¿Podrías apostar? –Prada mueve el pie con impaciencia.

-Se me acaba el tiempo, si no me entregas el alma de tu hermano por las buenas lo haré por las malas.

-No creo que sea tan fácil como lo dices, pongámonos a pensar un poco, Si pudieras obtener el alma de mi hermano por las malas ¿Qué harías aquí entonces? Fácilmente te la podrías haber llevado no puedo hacer nada para evitarlo –Prada se congela, tiene una clara molestia encima.

-SI hice todo, créeme que puedo hacer más.

-Hazlo.

-Tú lo pediste.

Desaparece en un abrir y cerrar de ojos, me siento en una de las esquinas de dicho callejón, la cabeza me duele horrible, decido llamar a William.

-Buenas tardes, habla William.

-William disculpa si no he vuelto a la casa antes, ¿Puedes pasar a recogerme? Pasó algo que no creo que sea muy bueno.

-¿Quién habla? –Mi corazón se paraliza.

-Soy… Misa.

-Disculpe pero no conozco a ninguna Misa.

-William debes escucharme, Prada te ha hecho algo para que no te acuerdes de mi, debes escucharme ¿Podemos vernos? Tu no, tu no, por favor –Se cuelga la llamada -¿William?

Me echo a llorar ¿Ahora a donde se supone que iré? Debo ir hablar con William él es el único que puede ayudarme… Mis lagrimas salen con cierta precaución pensando en Adam, en mi, en William ¿Cuándo e acabara todo esto?

-¿Quién le creería a una loca de otra dimensión que habla con brujas? Exacto nadie.

-Yo estaría dispuesto a creerlo –Me muevo asustada, subo mi cabeza, hay un hombre con una gorra negra a mi lado, combinada con una camisa blanca sencilla y una chaqueta de cuero.

-¿Steven?

-¿Qué haces aquí? Debes irte, no entiendes lo mucho que te estás arriesgando –Steven se agacha.

-¿La señora con la que estabas hablando fue la bruja que te trajo aquí cierto?

-Y si no te vas ya, va a regresar y…

-Ella no podrá regresar hasta dentro de unos días, tenemos tiempo hasta entonces –Me ofrece una mano, se la tomo con inseguridad.

-¿Cómo estas tan seguro?

-Te lo explicaré luego, supongo que no tienes donde quedarte.

-¿Escuchaste todo? Eso fue muy arriesgado Steven. Si Prada se entera que me recuerdas…

-No se enterara mientras actuemos rápido.

*****

Entrar al departamento de Steven me hace tener ciertos recuerdos.

-Bien –Dice de la nada Jorge –Ya que estas aquí dile a Steven que todo esto es una broma de parte de algún fan loco si no te quieres encargar de asuntos legales luego.

-Jorge –Regaña Steven –Si no vas a apoyarme en esto te aconsejo que te vayas –Jorge lo miro serio.

-Bien, señorita Misa ¿Por qué no comienza por mostrarme su identificación?, para ver si de verdad te llamas así, claro está –Saco mi identificación de mi bolsillo, no la he sacado, y no pensaba hacerlo, se la muestro a Jorge.

-Steven, esta chica no es de España es claro que puede ser una viajera de algún otro país tratando de engañarte, una fan loca. No una viajera del tiempo.

-Ella no es una viajera del tiempo, esta justo en la dimensión tiempo y espacio de donde pertenece ¿Nunca has sido una viajera del tiempo cierto?

-No.

-Sabía que era mentirosa –Replicó Jorge parándose de su asiento con voz triunfadora –Misterio resuelto.

-Creo que no estás entendiendo Jorge, no es viajera del tiempo, eso sí. Pero si eres una viajera de otra dimensión –A Jorge parece desencajarle la cara luego de escuchar eso.



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En el texto hay: bruja, amor

Editado: 10.06.2021

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