FINAL
Tengo mi boleto en la mano, con una pequeña maleta que contiene pocas prendas que me compro Steven, si algo me llegara a pasar en un punto en definitiva ese sería uno de los últimos recuerdos que pasarían por mi mente. Jorge, su novia (De la cual nunca me dijo el nombre, según recuerdo) y Steven, mi Steven. Sin preocupaciones, solo estando nosotros mientras discutíamos que prendas eran las más horribles de la tienda y nos obligábamos mutuamente a probárnoslas. Los otros recuerdos serían con mi familia y con mi mejor amigo en el mundo Teddy.
¿Cómo seguirá luego de haberle contado todo? ¿Cuánto tiempo habrá pasado ya? Sinceramente no sé cómo funciona el tiempo ahora.
El sonido del tren llegando me hace levantarme rápidamente de mi asiento color azul claro desgastado, mi flequillo vuelva a través de los ventarrones que atrae el viento. Hoy me voy para regresar hasta que Prada haya desaparecido de nuestras vidas, no sé a ciencia cierta cuándo será pero ese día volveré a ver o a Steven o a mi familia. Steven accedió a que viniera sola, luego de muchas charlas respecto al asunto y con una condición que viniera una señora de limpieza cada tanto por si acaso un día no estaba, el lo sabría. No puedo arriesgar a más gente en esto, pero tengo un presentimiento de que mi hermano está bien, estoy segura que Teddy lo estará cuidando en mi ausencia, si Prada hubiera hecho algo ya lo sabría, aún siento su energía de alguna forma dentro de mí, una energía negativa y que se va debilitando… O al menos en mí.
Me montó de ultima en el tren dudativa ¿Debería irme así, huyendo? ¿No debería simplemente enfrentarme a Prada de una vez por todas? Ya es tarde para pensar en eso, me subo en el tren, me observo mi ropa, una chaqueta larga beige con grandes botones me cubren por encima de una blusa de flores que no combina para nada pero es realmente cómoda.
El tren arranca, pasan varios minutos y siento mi vida pasar delante de mis ojos, dejo la maleta en unas de las mesas y me siento a ver el paisaje, es realmente bello. Los prados bastante verdes, el cielo despejado, el sol tan radiante, nunca desde que llegué aquí me había detenido a observarlo. Todo aquí es exactamente igual a la otra dimensión y sin embargo son distintas en un espacio-tiempo que no logro comprender.
El freno del tren deteniéndose en seco me altera, veo a mí alrededor, algunas personas casi se caen y otras están preguntándose qué ha pasado. Un escalofrío recorre mi cuerpo y mis manos comienzan a temblar, reconozco esta sensación pero no es posible Prada no puede estar aquí, no ahora luego de tantos meses y alrededor de tanta gente. Saco mi revista para intentar leer pero no puedo, así que me levanto para intentar ver que está pasando, un brisa pasa alrededor de mi cuello, es Prada está detrás mío, siento una fuerza que me empuja hacia delante a tal fuerza que caigo, me apoyo de mis manos para no golpearme la cara logran sostenerme pero el dolor que me dará después no se quitará con cremas.
-Tienes agallas niña, pero sabias que en cualquier momento aparecería de nuevo. ¿Crees que no me he dado cuenta de que tenías un plan con tu amorcito Stefan o Steven algo así? ¿Me he preguntado que le ves a ese actor de segunda? ¿Qué le ve la gente en general? –Le grita a las personas, unas azafatas vienen en nuestra dirección pero Prada las avienta contra las paredes haciendo que sus cuerpos choquen con algunas mesas en el camino, las personas se agitan y muchas corren en dirección opuesta a Prada, un par me pasa por al lado, por un momento sentí el temor de que alguna me pisara, por suerte no es una estampida. Me volteo hacia Prada, lleva un largo vestido de flores azules que le llega hasta los pies junto con un peinado compuesto con un gran moño alto con dos mechones sueltos, también tiene un tocador azul y unos largos zarcillos muy llamativos y grandes como para esta ocasión.
Se acerca a mí y con cada paso rechinan sus tacones.
-Tienes dos opciones, o me entregas el alma de tu hermano o este tren tendrá un pequeño accidente ya sabes nada grave… Solo unos cuantos muertos incluidos niños como tu hermano –Me señala hacia un niño rubio que está debajo de una mesa con su madre –Habla rápido, no tengo mucho tiempo.
Me quedo pensando si Prada tiene el poder para cumplir con aquello, según Steven sus poderes se debilitaban aún más cada vez que venía a esta dimensión y ya de por si hacer que el tren parara debe haberla debilitado. ¿Podría arriesgarme en estas circunstancias?
-Bien has decidido por alguien que no verás mas nunca en tu vida, espero puedas vivir con la conciencia. –Unas manos fuertes toman a Prada por el cuello.
-Te vas a quedar quieta bruja, muy quieta –Prada utiliza uno de sus hechizos (si es que le puedo llamar así) y lo empuja hacia atrás, dando algunos girones en el piso. Veo al chico tumbado en el piso, lo reconozco, es Jorge.
-¿Pero qué? –Prada lo examina con curiosidad, como si lo reconociera –Si trajiste a tus amigos hasta aquí te saldrá muy caro.
-Pienso que a la que le saldrá caro aquí es a otra –Una voz por detrás mío se alza, Steven lleva unas gafas oscuras con un gorrito con estampado de gatos -¿Estás bien? –Me pregunta.
-¿Qué haces aquí Steven? Debes irte esto no era parte del plan.
-Escucha a tu noviecita, no conoces de esas cosas muchacho, ella sí.
-¿Seamos sinceros? ¿Cuánto tiempo te queda en esta dimensión? ¿20 minutos tal vez 10? No tienes el poder suficiente para hacer algo más aquí sin debilitarte –Prada se tensa pero luego muestra una sonrisa macabra mirando al suelo. El suelo se ha puesto de un color negro que no me gusta para nada las cosas alrededor se empiezan a corroer cayendo al suelo como si tuvieran moho. Steven me levanta rápidamente y damos unos pasos hacia atrás.
-Cualquiera que toque el piso de pudrirá junto con él, al parecer Misa ya tomó su decisión así que despídanse de su amor porque no lo disfrutaran.