Con el duelo a punto de comenzar, el corazón me latía con fuerza en el pecho mientras buscaba desesperadamente una manera de detener la confrontación entre el conde Westwood y Alexander Waverley.
Justo cuando parecía que no había esperanza de detenerlos, una figura inesperada apareció en escena. Lady Margaret, con una sonrisa siniestra, se acercó con paso seguro y se interpuso entre los dos caballeros.
"¡Alto! Detengan esta insensatez", ordenó con frialdad. "No permitiré que arruinen mis planes y pongan en peligro la trama de esta novela".
Los caballeros la miraron con desconfianza, pero parecieron detenerse ante la presencia amenazadora de Lady Margaret. Ella tenía el poder de manipular la trama de la novela, y eso los hacía vacilar.
"Anne, querida, tú eres el centro de esta disputa", continuó Lady Margaret, mirándome con malicia. "Si no puedes decidirte por uno de ellos, entonces yo decidiré por ti. El duelo determinará quién será el elegido, y así la trama se mantendrá intacta".
Mi mente se agitó ante su cruel propuesta, y mi corazón se llenó de temor. No podía permitir que se resolviera este dilema mediante la violencia. Debía encontrar una manera de detenerlos antes de que fuera demasiado tarde.
"¡No! Esto no puede ser la solución", exclamé con desesperación. "No puedo permitir que se lastimen por mí, y no quiero ser la causa de una tragedia en esta novela".
Lady Margaret se rió con malicia. "Entonces, ¿tienes una mejor solución, Anne? ¿Cómo piensas resolver este conflicto?"
En ese momento, una idea brilló en mi mente. Si Lady Margaret tenía el poder de manipular la trama, tal vez podía usar eso en nuestro favor. Debía encontrar una forma de desarmar su control y restaurar el equilibrio en la historia.
"Si tienes el poder de manipular la trama, Lady Margaret, entonces también tienes el poder de cambiar el destino de los personajes", dije con audacia. "Te propongo un desafío: en lugar de un duelo, permítenos resolver este conflicto a través de una serie de pruebas. Si uno de los caballeros demuestra ser digno de mi amor, entonces lo elegiré. Pero si ninguno de ellos es capaz de ganar mi corazón, entonces deberán aceptar mi decisión de seguir adelante sin compromiso".
Lady Margaret frunció el ceño, considerando mi propuesta. Era un riesgo, pero también era la única forma de evitar que el duelo se llevara a cabo y proteger a los caballeros de un daño irreparable.
"Está bien", accedió finalmente. "Acepto tu desafío. Pero que quede claro que no permitiré que te desvíes de la trama principal de la novela".
Los caballeros miraron a Lady Margaret con incredulidad, pero también parecían aliviados de que el duelo hubiera sido evitado. Aceptaron el desafío con determinación, dispuestos a demostrar su valía para ganar mi corazón.
Así, comenzó una serie de pruebas en las que los caballeros demostraron su valentía, su ingenio y su amor por mí.
Finalmente, llegó el momento de tomar una decisión. A pesar de los sentimientos que tenía por ambos caballeros, supe en mi corazón lo que debía hacer.
"Ha sido un viaje lleno de emociones y desafíos", anuncié con firmeza, mirando a los caballeros y a Lady Margaret. "Pero he tomado una decisión. Mi corazón me guía hacia un destino claro".
Los caballeros esperaron con ansias mi veredicto, y finalmente lo revelé con seguridad en mi voz. "Es Alexander Waverley a quien elijo. Su amor y su valentía han conquistado mi corazón y han demostrado ser dignos de mi afecto".
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Editado: 03.08.2023