Con el corazón encogido, me enfrenté a Lord Sinclair para discutir sobre el anuncio en el periódico y el compromiso no deseado. Estaba decidida a luchar por mi amor con Alexander, sin importar las consecuencias que ello conllevara.
"Puedes hacer lo que quieras, Lord Sinclair, pero yo no me casaré con el conde de Harrington", le dije con voz firme.
Él me miró con una sonrisa astuta en el rostro. "Oh, querida Anne, no estás en posición de negarte. Tengo información que podría arruinar la reputación de tu amado Alexander Waverley".
Mis ojos se abrieron con sorpresa y temor ante sus palabras. No podía permitir que él utilizara el pasado de Alexander como una amenaza para obligarme a aceptar el compromiso.
"No tienes derecho a manipularme de esta manera", le dije, tratando de ocultar mi angustia. "Si tienes algo que decir sobre Alexander, dilo de frente, pero no me obligues a hacer algo que no quiero".
Lord Sinclair se acercó a mí, su mirada fría y calculadora. "Tu amado Alexander tiene un pasado oscuro. Antes de que llegara a la alta sociedad, fue acusado de un delito grave que podría arruinar su reputación y la tuya si se supiera la verdad".
El corazón me latía desbocado mientras absorbía sus palabras. No podía creer que Alexander hubiera mantenido algo tan importante en secreto.
"¿Qué quieres de mí?", le pregunté, luchando por mantener la calma. "¿Qué estás dispuesto a hacer con esta información?"
Lord Sinclair sonrió satisfecho. "Acepta el compromiso con el conde de Harrington y olvida a Alexander. Si te casas con él, me aseguraré de que la verdad sobre su pasado nunca vea la luz".
Las lágrimas llenaron mis ojos mientras luchaba con la difícil elección que tenía por delante. Por un lado, estaba mi amor por Alexander, y por otro, la amenaza de que su pasado oscuro saliera a la luz y arruinara nuestras vidas.
"No puedo abandonar a Alexander", le respondí con voz entrecortada. "Mi amor por él es real y sincero, y no permitiré que nadie lo destruya".
Lord Sinclair suspiró con impaciencia. "Entonces, prepárate para enfrentar las consecuencias de tu decisión. Si eliges a Alexander, estás dispuesta a enfrentar la vergüenza y el desprecio de la alta sociedad".
A pesar de su amenaza, no podía permitir que el miedo me obligara a renunciar a mi amor por Alexander.
"Me enfrentaré a las consecuencias, pero no sacrificaré mi felicidad por el bien de tu conveniencia", le dije con determinación.
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Editado: 03.08.2023