Dos Siglos, Un Destino

Traslado de Santiago de los Caballeros cuidad durante la colonia a la actual Ciudad Guatemala (Ciudad Moderna)

Vidas Entrelazadas

**Santiago de los Caballeros en la Época Colonial:**

Durante la época de la colonia, la capital del país se localizaba en la ciudad de Santiago de los Caballeros, hoy conocida como La Antigua.Guatemala. Esta ciudad, fundada en 1543, fue la capital del Reino de Guatemala, y su esplendor reflejaba la importancia de la colonia en la región.

Se encuentra rodeada de tres majestuosos volcanes: el Volcán de Agua, el Volcán de Fuego, y el Acatenango. Su clima templado y sus paisajes pintorescos la hicieron una ciudad privilegiada en su época.

La vida en la ciudad era un reflejo del poder y la influencia de la corona española. Las calles empedradas, dispuestas en un patrón de cuadrícula, conducían a grandes plazas donde se encontraban las principales edificaciones civiles y religiosas. La Catedral de Santiago, con su imponente fachada barroca, dominaba la Plaza Mayor, el corazón de la ciudad, donde también se ubicaban el Palacio de los Capitanes Generales y el Ayuntamiento.

La Ciudad de Santiago de los Caballeros, durante la colonia era una ciudad vibrante y cosmopolita, con un flujo constante de mercancías, noticias, y personas que llegaban desde diferentes partes del imperio español y más allá. Sin embargo, también era una ciudad vulnerable a los desastres naturales. Terremotos y erupciones volcánicas eran amenazas constantes, recordando a sus habitantes la fragilidad de la vida en un entorno tan bello como peligroso.

**El Traslado de la capital de Santiago de los Caballeros a la nueva Ciudad de Guatemala de la Asunción (Ciudad Moderna) Fue un evento significativo en la historia colonial de Guatemala. La decisión de mover la capital fue tomada debido a los daños catastróficos causados por una serie de terremotos que azotaron Santiago de los Caballeros (hoy conocida como La Antigua Guatemala) en 1773. Estos terremotos, conocidos como los Terremotos de Santa Marta, destruyeron gran parte de la ciudad, lo que llevó a las autoridades coloniales a considerar la reubicación.

La nueva capital, Guatemala de la Asunción, fue establecida en un valle más seguro y menos propenso a terremotos. El proceso de traslado fue complejo y se desarrolló en varias etapas. Muchas de las instituciones gubernamentales, religiosas y civiles se trasladaron a la nueva ciudad, junto con sus archivos y tesoros. Los residentes también comenzaron a mudarse lentamente, aunque algunos se resistieron al cambio y prefirieron quedarse en la devastada Santiago de los Caballeros.

El diseño de la nueva capital siguió un trazado en damero típico de las ciudades coloniales españolas, con una plaza central alrededor de la cual se ubican los edificios más importantes, como la Catedral, el Palacio de los Capitanes Generales y la Audiencia. La construcción de estos edificios tomó varios años, y durante un tiempo, las instituciones funcionaron en edificios provisionales.

El traslado simbolizó un nuevo comienzo para la colonia, aunque también marcó el inicio del declive de Santiago de los Caballeros, que poco a poco se fue despoblando y perdiendo su importancia como centro político y económico. Sin embargo, la riqueza arquitectónica y cultural de la antigua capital no se perdió por completo y se ha preservado hasta hoy, convirtiendo a La Antigua Guatemala en un patrimonio cultural de la humanidad reconocido por la UNESCO. En la Guatemala de la Asunción,durante la primera mitad del siglo XIX, había algunas calles empedradas, El empedrado de calles fue reemplazado progresivamente por asfalto y otros materiales modernos por varias razones:

A pesar de estos cambios, algunas áreas históricas de la ciudad, especialmente en el Centro Histórico, han mantenido calles empedradas para preservar su valor cultural y arquitectónico.

María crecía en una casa de estilo colonial, con amplios patios interiores adornados con fuentes y jardines. Las habitaciones de la casa estaban decoradas con muebles de madera tallada, y las paredes lucían pinturas religiosas y escenas de la vida cotidiana en la colonia. La vida social de la ciudad gira en torno a la iglesia, las festividades religiosas, y las reuniones en las residencias de las familias prominentes.

El padre de María, como ministro de guerra, tenía una posición de gran responsabilidad en la defensa de la colonia. Esto implicaba la supervisión de las milicias locales, la planificación de la defensa ante posibles ataques de piratas o invasores, y el mantenimiento de la paz en las regiones fronterizas. La familia de María gozaba de privilegios, pero también cargaba con el peso de la responsabilidad que conllevaba su estatus.

En este contexto, María crece consciente del papel de su familia en la historia de la colonia, y de la responsabilidad que conlleva su herencia en una sociedad marcada por las tradiciones, la fe y las jerarquías establecidas. Esta ciudad fue el epicentro del poder colonial y una de las más importantes en la región durante ese tiempo.

**Victoria María en la Antigua Moderna:**

A Victoria María le encanta visitar La Antigua, una ciudad declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad. Su encanto radica en su capacidad de evocar el pasado con sus calles empedradas, que parecen susurrar historias de antaño. Las casas con techos de teja y los balcones antiguos de estilo español cautivan a Victoria María, recordando la época colonial que tanto le apasiona. Las fachadas de las casas, pintadas en colores vibrantes que rememoran ese tiempo, le permiten conectarse profundamente con la historia que tanto disfruta explorar.

Hoy en día, La Antigua es un destino turístico y religioso de gran relevancia, cargado de historia y atrayendo a visitantes de todo el mundo que desean conocer su legado colonial. Las iglesias restauradas, con su esplendor arquitectónico, y los conventos en ruinas son testigos silenciosos de un pasado glorioso.

A pesar de su belleza, La Antigua fue devastada por un terremoto que la destruyó casi por completo. Este desastre obligó a las autoridades a trasladar la capital a su ubicación actual, donde hoy viven Víctoria María y su familia. Sin embargo, La Antigua sigue siendo un lugar especial para Victoria María. Cada visita es un viaje en el tiempo, un encuentro con la historia que tanto ama, mientras camina entre las casas y ruinas que sobreviven, como guardianes del pasado.




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