**Victoria María y su Apego** Es muy apegada a su padre y lo acompaña a todos los lugares posibles. Le encanta visitar a su abuelita Belén, quien vive con su tío Felipe. Además, disfruta de las visitas a su bisabuela Josefina, la madre de Belén, quién ha sido una figura importante en su vida. Aunque su abuelo paterno, Carlos, ya ha fallecido y está en el cielo, su presencia sigue siendo recordada en las historias y en el cariño que todos sienten por él.
La casa donde vivía la bisabuela de Victoria María, en el Hipódromo del Norte, era de estilo español, con tejas de barro, columnas de piedra, y detalles en madera. Sin embargo, un terremoto la derrumbó, y en su lugar se construyó una casa moderna, acorde a las construcciones actuales. Victoria María no tiene recuerdos personales de la casa original, pero una pintura que muestra cómo era antes de su destrucción ha despertado su curiosidad. Al escuchar los comentarios de su familia sobre la antigua casa, su interés por conocer más sobre su historia y estilo ha crecido.
**El Hipódromo del Norte**. Es un lugar emblemático de la Ciudad de Guatemala, con una rica historia que se remonta a principios del siglo XX. Originalmente construido para carreras de caballos, con el tiempo se transformó en un espacio recreativo para la ciudadanía. Rodeado por un amplio bulevar con bancas que invitan al descanso, el entorno del Hipódromo ofrece un contraste notable con las zonas más activas de la ciudad de Gatemala,
Cada vez que Victoria María pasa por allí, siente una profunda tranquilidad, como si el lugar la transportará a otra época. Este bulevar, con su ambiente sereno y nostálgico, es muy diferente de los entornos donde viven sus abuelitas, Belén y Julia, que están en zonas más modernas y concurridas.
Victoria María recuerda con cariño las visitas a la feria de Jocotenango, que se celebra cerca del Hipódromo. Ella y su familia solían ir a la feria y luego visitar a su bisabuela Josefina, que vive en una avenida cercana. La feria, organizada en honor a la Virgen de la Asunción, es una de las celebraciones más tradicionales de Guatemala. Con sus juegos mecánicos, comida típica, y artesanías, la feria atrae a miles de visitantes cada año. A Victoria María y a su bisabuela les encantan los postres típicos, y ella siempre le lleva dulces cada vez que la visitan.
**Josefina y Victoria María**
Josefina, aunque seria, es una persona tierna y agradable. Para ella, Victoria María es su adoración, una niña con buenas costumbres. Un día, durante una de sus visitas, Josefina le dice:
—Mija, me recuerdas a alguien que yo quería mucho, bueno, aún la quiero en mi corazón.
Victoria María, intrigada, pregunta:
—¿Yo la conozco, abuelita?
Josefina niega con la cabeza:
—No, porque ya está en el cielo.
—¿Como mi abuelito Carlos? —pregunta Victoria María.
—Sí, como tu abuelito, responde Josefina con una sonrisa melancólica.
Poco después, Victoria María cambia de tema al ver que sus hermanos habían llegado:
—¡Ya vinieron mis hermanos! Voy a jugar. ¡Suéltame, abuelita!
—Anda, mija, responde Josefina, permitiéndole ir a jugar.
Más tarde, mientras juega, Victoria María se recuerda de la conversación, preguntándose —A quién me parecere, pero en su infancia aún no se percata mucho de estas cosas. Lo mismo le ocurre cuando visita la casa de su abuelita Belén; aunque ve muchos cuadros con fotografías de personas en blanco y negro en el pasillo que conduce a la sala, lo que más le interesa es jugar.
Una mañana en la escuela
En una soleada mañana de primavera, la pequeña Victoria María se encuentra en el recreo de la escuela primaria. Con su cabello atado en una coleta y una sonrisa en el rostro, habla con entusiasmo sobre su música favorita. Mientras sus compañeros juegan a la cuerda o a las escondidas, ella comparte su amor por artistas de los años 80 como José José, Miguel Gallardo, Camilo Sesto,Yuri.
—Me encanta la música de los años 80, dice Victoria María con pasión. —¡Es la mejor!
Sus compañeros, sorprendidos por su preferencia por lo que llaman —“música de viejitos”, se ríen y hacen comentarios juguetones. Aunque algunos se burlan, Victoria María se mantiene firme en su gusto, disfrutando cada melodía con la misma intensidad. Piensa que sus compañeros no aprecian la buena música. Más tarde, le comenta a su abuelita Belén lo que sucedió:
—Fíjate, abuelita, que me dijeron que me gusta la música de viejitos, pero sabes, abuelita, no saben de lo que se pierden.
—Ay, mija, no les pongas atención. Ya les gustará, responde Belén con una sonrisa.
Un día, Belén le pregunta a Victoria María:
—Mija, ¿me acompañas? Vamos a ver a mi madre.
—Sí, abuelita. Pero vamos caminando, responde Victoria María, entusiasmada.
Como Felipe, el hijo de Belén que vive con ella, está ocupado trabajando como profesor y su padre también está ausente, Belén decide caminar con su nieta hacia el Hipódromo. A Victoria María le encanta caminar, y Belén siempre se sorprende de que su nieta ya camine como una señorita, con un andar elegante y educado. Victoria María saluda a las personas con un —"buenas tardes" y pide permiso para pasar con respeto.
Al llegar a la casa de su bisabuela Josefina, se sientan a tomar el café de la tarde. Victoria María, siempre observadora, presta atención a los movimientos de sus abuelitas, Josefina y Belén. Observa cómo agarran las tazas, la forma en que se sientan, y cómo utilizan la servilleta.
Victoria María memoriza todo, considerándolo una lección de vida. Esto explica por qué los padres de sus compañeros de colegio se sorprenden de sus modales cuando la invitan a celebraciones. La toman como ejemplo, diciéndoles a sus hijas que aprendan de Victoria María.
** María y su vida en Antigua**
A María, las monjas del convento le exigen una conducta impecable. Son muy estrictas y rigurosas con las alumnas, recordándoles constantemente: –Están siendo educadas como señoritas de sociedad, y así mismo deben comportarse, siempre recatadas y con decoro-.
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Editado: 02.10.2024