El siguiente capítulo puede contener escenas algo fuertes para lectores sensibles, así que estás leyendo bajo tu propio riesgo<3
Heinz
Leizel nos obliga a escribir detalle por detalle de cada una de nuestras misiones o "actividades en grupo" para llevar un registro, por si algo nos pasa y nos tienes que reemplazar y los nuevos puedan entender todo un poco mejor. Es inútil pensar eso, es imposible, no puede reemplazar a un pecado, pero en todo caso se que leerás esto así que... Hermanita querida, ¡J-O-D-E-T-E! siempre me obligas a hacer estas mierdas, así que es buen momento para decirte que le conté a papá que robaste los libros prohibidos del reino de las sombras.
Siempre le dejo escribir estas cosas a Gianna, creo que la última vez que hice esto fue hace unos 30 años, pero no sé qué demonios hiciste para convencerla para que no lo hiciera. En fin, te diría que te vayas al infierno pero ahí vivimos.
Deja de observarme mientras escribo esto, acosadora. También deja de apurarme, mandona. Y lo escribiré como quiera.
#misión111
Fue el mismo día que llegó el arcángel a casa, luego de que Leizel se ocupará de que estaba descansando y que no nos siguiera (no entiendo porque le tomó tanto tiempo), se reunió con nosotros para darnos las instrucciones. Todo parecía ser una tarea sencilla.
Bajamos al sótano con nuestro equipo listo, pasamos el portal y como siempre era de noche. Rara vez hacíamos nuestras misiones de día para evitar descuidos con los humanos.
Estábamos en un pequeño pueblo de Inglaterra, Leizel aún no nos había dicho cuál era nuestro objetivo o porque estábamos aquí, solo nos dió información básica y tuvimos que aceptar sin hacer preguntas.
Era tarde, muy tarde. Eran las tres de la madrugada, todos dormían profundamente, mientras que los Rosetti, una familia de Rumania que vimos parar aquí hace unos años, se encontraban en el sótano de su casa.
Entramos sin ningún problema a su casa, para nuestra suerte era la más apartada del pueblo, fuimos hasta el sótano y observamos el ritual.
El pequeño grupo conformado por 6 personas. Los Sr y Sra Rosetti y sus cuatros hijos estaban dentro de un círculo de sal, con velas rojas, un pentagrama dibujado con sangre sobre el suelo donde estaban sentados, y un libro muy antiguo sobre las piernas de la mujer. Si no me equivoco es sobre invocaciones oscuras del siglo VI, un libro que solo brujas poderosas tenían en ese entonces y se pasaba de mano en mano.
La familia recitaba en un perfecto latín las hojas del libro, esperando que las más altas y poderosas entidades oscuras se presentarán en su hogar. Luego de que lo recitaran unas seis veces, los niños fueron apagando cada una de las velas que se encontraban en cada punta de la estrella, hasta dejar una sola encendida justo en el medio.
Leizel me sonrió como si esto fuera el mejor regalo que alguien le podría dar. Volvió su vista al grupo sobre el suelo, se acercó y sopló la vela provocando que la llamara bailará sobre su mecha pero no apagándola. Los niños gritaron y el padre intentó calmarlos.
—¡Muéstrate¡ —gritó la señora, nadie habló. —¿Quien eres?
Esta noche Erion tomaría mi lugar como la mano derecha de mi hermana, era su prueba para ver si el potencial que creyó ver ella en él era cierto o solo sería un peón más.
Le hizo una seña con su dedo indicando que se fuera a su lado, y eso hizo. Camino por el frío sótano, paso a un lado de la familia y sopló en la nuca de la niña más grande provocando que se exaltará. Llegó a su lado y se quedó estático esperando más indicaciones.
—Ellos no pueden vernos ni escucharnos. —camino hasta llegar al costado de la señora y la observó con detenimiento. —Se supone que la sangre debajo de ellos debería ser de uno de sus hijos. Pero creyeron que seríamos muy idiotas y usaron al perro de su vecino.
—¿A quien intentan invocar? —pregunto Anatoly.
—Según este libro se supone que vienen a negociar con alguien de alto rango. Lo que pasa es que ese libro, no es el verdadero. Alguien se creyó muy chistoso y puso información más poderosa, así quienes usan el libro se comunicarán con entes que no dudarían ni un segundo en matarlos, como nosotros o Satanás.
—¿Y esa persona cómo consiguió esos rituales?
—No lo sabemos aún, porque antes de que naciera ya lo habían matado. Y el reino de las sombras lo proclamó como suyo así que no pude sacar esa información, y a papá mucho no le preocupó el tema.
—¿Qué haremos con ellos? —señaló Erion.
—El hecho de que ninguno de nosotros puede dormir es porque ellos nos están llamando. Esa pequeña sensación que tienen en su pecho de ser necesitados, la comezón en su sangre, la incomodidad volviendolos inquietos. Todo eso es gracias a ellos.
Leizel se paró, cerró sus ojos. Sus dedos comenzaron a teñirse de negro y a alargarse, su respiración era agitada y profunda a la vez. Su rostro se adelgazo haciendo que sus pómulos se marcarán, como si la carne en ellos se hubiera esfumado. Las venas de su cuello resaltan, con la tenue luz que había podía verse toda su transformación.
Chasqueo sus dedos y todas las velas prendieron al mismo tiempo, los niños sudaban, el señor se hiperventilaba, y la mujer parecía insatisfecha.
Con esta nueva iluminación puede ver cómo las venas que pasaban por el rostro de mi hermana resaltaban en un color negro, y las de su cuello igual. Nos sonrió a todos como si nos dijera que todo estaba bajo control, sus colmillos sobresalientes sedientos de sangre no me dijeron lo mismo.
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Editado: 04.05.2021