Dragon Ball: La aventura del ultimo saiyajin.

Capítulo 3: El agua de los dioses.

Las tres vasijas se encontraban en el fondo de la habitación, habitación que, gracias a sus paredes oscuras y ventanas en formas redondeadas sumadas a la brillante luz brillante del exterior que se colaba por ellas, le conferían un toque tétrico a todo el lugar. Trunks se acercó a los recipientes y dedicó una mirada curiosa antes de tomar una decisión. Pasado, presente y futuro, estos eran los tres símbolos escritos en un papel de fondo blanco y letras rojas, Trunks decidió destapar la vasija del pasado, en ella solo se reflejaba un agua de color oscuro, tan negra como la misma noche sin luna, la olfateo pero ningún olor salió de ella, entonces paso al recipiente del futuro, el agua era tan clara y cristalina que el fondo era apreciable con total facilidad, de no ser por línea que denotaba la humedad en el borde del recipiente podría pasar como un tarro vacío. Por ultimo la vasija del presente fue revisada pero simplemente era agua corriente, no hubo visiones o una pista, simple agua. Probó un poco de las tres, pero nuevamente nada pasó.

La frustración estaba haciendo meya en la voluntad del muchacho, por lo que decidió volver a la parte superior de la torre para hablar con el maestro Karin, seguramente era otra prueba que el gato no le había dicho. Justo cuando estaba frente a las esclareas para ascender un pensamiento recorrió su mente, tu corazón te guiará y te dirá cual es el camino, esas fueron las palabras del maestro por lo que con renovadas fuerzas se colocó frente a las vasijas una vez más.

-Tengo mucha fuerza ahora, pero mi mundo y el mundo que visité en el pasado son diferentes, existe un misterio más allá de mi participación en esa línea temporal, algo que hace que esta tierra este llena de tragedias, necesito averiguar que es, necesito encontrar la fuerza para proteger este mundo y a los que quiero.

Sin esperar que terminaran las palabras del muchacho, las tres vasijas comenzaron a vibrar tenuemente y por igual, el sonido del agua chapoteando era audible para Trunks, quien entendió que estaba cerca pero aun no era suficiente, existía una verdad mas profunda en su corazón, algo que lo alejaba de su verdadera esencia y muy a su pesar sabía que era. Apretó fuertemente sus puños y su mandíbula se tensó junto con cada musculo de su cuerpo.

-Yo... Yo quiero ser mas fuerte, quiero pelear con tipos formidables que me hagan crecer como guerrero, quiero viajar a tierras lejanas y conocer técnicas que pocos conocen, yo quiero ser un verdadero guerrero que defienda la paz, que acabe de verdad con la maldad, quiero sentir el calor de la batalla, yo quiero ser un verdadero saiyajin.

El agua dejó de chapotear, ahora los tres recipientes estaban en calma, pero algo había cambiado, Trunks sabia que algo era diferente. Con total determinación se dirigió al recipiente central, el presente sería el camino que lo llevaría al sitio donde estaba ese elixir misterioso, de eso no tenia duda. Justo al destapar la vasija una ventisca de viento gélido golpeó su rostro con fuerza haciéndolo cerrar los ojos, mientras eso sucedía todo su ser se vio envuelto en una fuerte ventisca que lo levantó del suelo. Con algo de esfuerzo levantó sus manos para montar el aire mientras se preparaba para expulsar su ki para enfrentar la corriente de aire, pero no fue necesario pues sus pies nuevamente estaban soportando su peso, pero ahora una gruesa y suave capa de nieve era el suelo.

Trunks abrió los ojos y casi cae de espaldas, pese a tener 21 años, considerando su periodo de entrenamiento en la habitación del tiempo, nunca había visto la nieve pues los diferentes efectos climáticos derivados de los ataques de los androides y la zona donde estaba ubicada su refugio y ahora vivienda habían negado a su yo infante y joven el placer de jugar con el hielo y la nieve y aunque le gustaría disfrutar de forma infantil de este lugar, no era el momento.

Trunks flexiono sus piernas y dio un salto de mas de cincuenta metros, el impulso fue suficiente para elevarlo sobre los enormes riscos de color azulado que coronados con una blanca nieve se entrelazaban en un sinfín de caminos que constituían un laberinto mortal para cualquier humano con o sin preparación, su velocidad de ascenso fue tal que un silbido recorría los alrededores mientras el cortaba el aire, muy como la caída libre desde el templo de Kami, estas sensaciones físicas diferentes del vuelo siempre le daban un éxtasi efímero pero placentero. El lugar era enorme, Trunks no alcanzaba a ver su final, se preparó para recorrerlo volando, pero entendió que la cueva podría estar oculta en cualquier lugar, sabía que debía usar su corazón, pero esa guía con un método ineficiente simplemente lo haría perder mucho tiempo.

El hielo era extremadamente duro y azul, sus características eran propias del hielo antiguo, Trunks había leído en los libros de su madre, que el hielo entre mas antiguo fuese, su color se tornaba azulado y su dureza se hacia cada vez mas grande, este hielo, de no ser por las enormes capas de nieve blanca y pura, se vería tan oscuro y azulado como el lapislázuli o la iolita, por lo que debería ser tan duro como la piedra o incluso el diamante.

Los pasos de Trunks lo llevaron por varios pasillos que no conducían a ninguna parte, solo caminos bloqueados o senderos que recorría en círculos y que podía notar por sus huellas o marcas que hacia con rayos de ki, simplemente estaba perdiendo el tiempo por lo que salto hasta la superficie de los caminos y comenzó a deslizarse suave pero rápidamente sobre las resbalosas y helados cimas con una superficie plana. Aunque a Trunks le costaba aceptarlo, le resultaba entretenida la experiencia de patinar sobre el hielo con sus botas y por más de medio día se vio perdido en la belleza del sitio. 

Poco a poco el paisaje fue cambiando y pinos con bordes suavizados y redondeados por el hielo junto con cruces azules y de gran tamaño adornaron todo el lugar, Trunks guiado por la curiosidad de acerco a los montículos de estas figuras que resultaban tan interesantes como abundantes, por poco deja salir un quejido al darse cuenta que esos montículos hechos de cruces en realidad eran tumbas congeladas de los miles de guerreros que habían intentado hacerse con los tesoros de esa región, dando dos pasos atrás se alejo de los muertos cuando de forma inesperada una fuerte corriente de aire lo embistió haciéndolo retroceder varios metros.



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En el texto hay: dragonball, trunks del futuro, chrono trigger

Editado: 08.03.2023

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