Drakkar: ignition

Capitulo 18: Hija de Sangre

CAPITULO 18

Hija de Sangre

 

el manto de la noche yacía sobre el cielo del clan del este y a esas altas horas casi todos los habitantes del refugio se encontraban en sus casas, algunos durmiendo, otros preparando las cosas para el día siguiente, algunos simplemente dejando pasar la noche. por mi parte, me encontraba a las afueras de la tienda del líder del clan, intentando que los guardias de turno me dejasen entrar a hablar con mi querido y adorado padre.

- lo sentimos sita Pierce, su padre esta reunido con alguien importante y tenemos ordenes de no dejar pasar a nadie.

suspire, por decimocuarta vez en cuestiones de segundos, mientras buscaba alguna excusa racional para no patearles el trasero allí mismo y entrar a la fuerza.

- mire. Soldado- intente reprimir mi impaciencia, pero mi tono era más impertinente del que a nadie le hubiese gustado. - no le estoy pidiendo de favor que mueva su trasero y me deje pasar. le estoy advirtiendo de que, si no lo hace, las consecuencias serán nefastas!

mi tono quizás fue más elevado del que debería y lo note cuando vi que ambos guardias estaban sacando sus armas para controlar la situación. yo no planeaba quedarme detrás y ya estaba empezando a desenvainar una de mis valkirias cuando la voz de Jason apareció de la nada.

- sucede algo? - estaba saliendo de la tienda de padre y aun vestía su uniforme de ranger. al parecer, lo que sea que estuviese pasando allí era de interés militar para el clan. - Allison?

- Jasón! gracias a los cielos. - deje de desenvainar la daga y trate de avanzar hacia el antes de que los guardias volviesen a cerrarme el paso. - podrías decirle a este par de...soldados que dejen de tocarme las narices

Le dedique un par de miradas asesinas a los guardias y estos se dispusieron a venir sobre mí con toda la intención de hacerme callar mi gran bocotá, pero un simple gesto con la mano de Jasón basto para detenerlos.

- gracias por sus esfuerzos, soldados. yo me encargare desde aquí.

se vio en la cara de ambos que querían decir algo, pero la mirada de mi hermano dejaba bien claro que no les dejaría llevarle la contraria, así que ambos simplemente asintieron y abrieron paso para que yo pudiese entrar.

sin planteármelo mucho pase por su lado dándoles una mirada arrogante y deje que Jasón me acompañase hacia el interior de la tienda, más allá de la barrera mágica.

- se puede saber que planeas? - me regaño una vez estuvimos solos- solo están haciendo su trabajo.

- no estoy de humor, Jasón. necesito ver a papa. - intente caminar más allá del, pero una de sus manos agarro mi brazo y me detuve para mirarlo- que?

- papa está reunido

- su reunión puede esperar. - intente soltar mi brazo, pero su agarre solo se hizo más fuerte. - suéltame Jasón.

- Allison, basta! ¿qué ocurre con esa actitud? acaso tu pequeño drama no puede esperar? - su tono era más algo cansado que enojado, pero esa pequeña chispa que había en mi decidido que era suficiente para encenderse...sin embargo, para mi sorpresa, no estalle en gritos de cólera como había esperado, muy por el contrario, mi cuerpo se llenó de una ira fría y gélida que aplaco cada parte mi cuerpo.

- suéltame ahora, Jasón. - dije monótonamente y le mire a los ojos- estoy dispuesta a tirar este lugar abajo con tal de hablar con el ahora.

la expresión en su rostro oscilo entre la sorpresa y el enojo antes de que el agarre en su mano menguase y pudiese seguir mi camino.

-  tienes que parar de odiarle, Allison- dijo a mis espaldas sin moverse de su sitio

- yo no le odio- le respondí antes de abandonar la habitación- si lo hiciese uno de los dos ya estaría muerto.

dirigí mi cuerpo a través de cada habitación hasta llegar a la sala de reuniones. los dos cráneos de ámbar y Koltten me dieron la bienvenida iluminados por la luz de las antorchas, las cuales les daban un aspecto realmente atemorizante a ambas calaveras y aunque me distraje un poco por su inusual apariencia, no deje que mi mente se alejase de su idea principal. por eso irrumpí con todo el drama de la ley en la sala de tratados donde mi padre se hallaba reunido.

- entonces hemos acordado que…- mi padre estaba a punto de decir algo cuando se percató de mi presencia- Allison?

la sala de tratados era como a mi padre le gustaba llamarle a una amplia habitación sin grietas ni ventanas, iluminada siempre por antorchas y donde una mesa con los mapas que teníamos de lo que quedaba del mundo ocupaba el centro de la habitación. allí se encontraban reunidos.

aparte de los 2 guardias de confianza de mi padre, se encontraban allí el entrenador Marcus, Carter y Albert, y un par de desconocidos con un aspecto bastante extraño. uno de ellos era una mujer, pelirroja. sus facciones realmente marcadas. se veía casi salvaje ante los ojos de cualquiera. su vestimenta oculta bajo una inmensa capa de escamas que desprendía un aura mágica. el otro era un hombre, si ella parecía salvaje, que quedaba para él? su aspecto imponente se erguía por encima de todos en la habitación, incluso debajo de la capa que cubría su cuerpo podía divisarse que era un hombre grande y musculoso, era casi tan alto como Jasón...quizás un poco más. su cabello negro caía suelto por sobre sus hombros y se perdía bajo aquella misma capa. ambos extraños me miraron de forma prepotente cuando irrumpí en la sala...pero no fueron los únicos en dirigirme un par de miradas penetrantes.




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