Drakkar: ignition

Capitulo 23: Giro inesperado de los acontecimientos

CAPITULO 23:

Giro inesperado de los acontecimientos

 

 

- corre.

fue lo único que me dio tiempo a susurrar antes de tomar a Gemma de la mano y empezar a movernos en busca de una salida lejos de ellos.

al inicio el miedo se apodero de ella cuando algo invisible la empezó a arrastrar detrás de la columna rumbo a la dirección contraria por la que había venido, pero una vez que las sombras inundaron mi cuerpo y fui visible otra vez, sentí como se relajó y dejo de ser arrastrada para correr a mi lado. 

- que ha pasado? ¡¿nos persiguen?!

- aun no. he conseguido algo de tiempo. - le explique mientras nos guie a una escalera que divise a un par de metros.

- pero...como has...?

- no preguntes- le interrumpí adelantando mi paso. - no tengo ni la más remota idea de cómo lo conseguí. pero tenemos que correr.

la sentí clavar su mirada fija en mí, pero de nuevo no pregunto, simplemente corrió junto a mí, igual o quizás más ansiosa que yo por regresar al refugio...a salvo.

 bajamos lo más rápido posible la escalera de L saltando los últimos peldaños intentando esquivar la falta de los mismos y el evidente agujero que, aunque podría ayudarnos a llegar antes al primer piso de seguro no nos ayudaría a llegar completas. 

Gemma suprimió un grito bajo al saltar la brecha y aterrizar a mi lado con dificultad. se recompuso lo más rápido que pudo a la vez que su cuerpo luchaba por volver a respirar con normalidad.

- b.… bien...y ahora? - me pregunto sofocada.

estuve buscando algo que responderle cuando el feroz rugido del dragón en el piso superior sacudió las paredes.

- cielos santos! - exclamo Gemma volviendo a caer en un estado de alerta.

- corremos! - le grite antes de empezar la marcha de nuevo seguida de mi mejor amiga.

no habíamos venido por esta área, no teníamos ni idea de cómo salir, era simplemente un Hide&Seek (juego de las escondidas) mientras tratábamos de huir de aquel maldito lugar...evitando bajo cualquier medio toparnos con el cualquiera de los rebeldes. que los cielos estuvieran de nuestra parte para poder conseguirlo, aunque no tarde mucho en darme cuenta de que no correríamos con tanta suerte como esperaba...ya que al lograr divisar la escalera que nos llevaría a la siguiente planta y bajarla...nos topamos de frente con otro de los encapuchados.

 

por un par de segundos ninguno se movió. Gemma a mis espaldas estaba completamente estática, sujetando por instinto la daga de una forma realmente ridícula. yo aun no poseía ninguna en mi mano...no podía dejar de mirar al extraño. su rostro, completamente oculto bajo su traje de escamas, dejaba simplemente a la vista parte de su mentón y su boca...la cual rápidamente se curvo en una tétrica sonrisa.

"mierda!"

- draft...

- ESCENCIA!!!- grite interrumpiéndolo por completo y haciendo estallar mi magia en una poderosa onda de luz que lo cegó todo.

había conjurado eso tan alto que estaba 100% segura de que otros además de él me habrían oído, pero no había tiempo, de igual forma ese chico estaba a punto de dar la alarma y sabrían que estábamos allí. lo primero era huir de él. tomé a Gemma, la cual estaba aguantando sus ojos debido a los efectos cegadores de mi conjuro, y comencé a correr pasando junto al chico, no podía regresar al piso superior. no ahora, solo quedaba la opción de bajar.

- Maldición! - grito el hombre a mis espaldas. 

de seguro había notado que lo habíamos rebasado, no tardaría mucho en venir tras nosotras.

- ally...

- no te detengas! - le grite sin soltarle su mano.

sobre nosotras unas estruendosas pisadas sacudieron los cimientos, el dragón estaba en marcha. un rugido ensordecedor erizo cada bello de mi cuerpo. reconocía ese sonido, recordaba ese sonido y recordé las palabras que me avisaron la última vez que lo escuché.

"un dragón nunca esta solo" como un eco en mi memoria, la voz de Caleb me alerto del peligro mucho antes de que la primera cría apareciese en mi campo de visión.

- POR TODOS LOS CIELOS!!- grito mi amiga cuando diviso a la criatura. era exactamente como la recordaba, grande, peligrosa...y corriendo hacia mí.

- ¡No te detengas, Gemma! - le grite de vuelta sin dejar de correr hacia el pequeño dragón furioso. ella hizo algo de resistencia, pero no había tiempo...no podíamos retroceder.

rápidamente solté su mano y casi por inercia, las dos dagas de mi espalda estuvieron en mis manos, sus glifos brillando de forma amenazadora, flameantes por la batalla, ansiosas. no le di tiempo de reacción, apenas estuvo en mi rango de ataque, respire profundamente y me lance hacia el monstruo. las dagas atravesaron sus escamas como si simplemente las hubiese pasado a través del agua, un corte fino, rápido, eficaz, que cruzo por todo su pecho y hasta parte de su costado.




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