Logan y Thomas fueron los únicos que se percataron de la reacción de Manuel, pues fue sólo cuestión de segundos para que la cambiará y le dedicará una pequeña sonrisa a Samanta.
- Un gusto conocerla Srta. Snow - mencionó el hombre.
- Digo lo mismo - contestó la castaña.
Durante unos segundos, casi dos minutos, el silencio reino entre los presentes, pero Logan decidió terminarlo, pidiéndole a su asesor que lo siguiera a la sala.
- Nos vas a decir porque reaccionaste así? - preguntó Thomas inmediatamente al entrar a la sala y haber cerrado la puerta - Y no lo niegues... Te conocemos.
Se encontraban solamente Logan, Thomas y Manuel, los demás habían regresado a sus actividades.
- No se de que me hablan - dijo el asesor, tratando de olvidar el tema.
- Hasta yo lo vi Manuel, te quedaste plasmado, por así decirlo al ver a Samanta - esta vez le respondió el jefe de la empresa.
- No es nada... Me impresionó lo joven que es, nada más - contestó el hombre para cerrar el tema, decidió decir la primera excusa que se le vino a la cabeza, no pensaba comentar con los chicos la verdad - Teniendo en cuenta tus normas con respecto a la empresa - siguió diciendo, afirmando su excusa.
- Joven pero muy guapa - dijo el pelinegro, retomando la charla sobre el interés que había tenido por la recién llegada.
- Otra vez con eso - le contestó incómodo el arquitecto, quien prosiguió a seguir con sus labores.
- Esta en su último año de carrera no? - está vez preguntó con curiosidad, Manuel.
- Si, apenas tiene 20 años - contestó Logan.
Mientras que Thomas siguió hablando sobre lo guapa que le había parecido Samanta, Logan se dispuso a trabajar, ignorándolo y Manuel, se quedó perdido en sus pensamientos a causa del pasado que había vuelto a él, al conocer a esa chica.
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Samanta
Ahora me encontraba en mi habitación pintando para relajarme un poco, luego de mi primer día oficial de trabajo, he de reconocer que Dream Melodies contaba con un gran prestigio por sus grandes proyectos sin contar que el equipo de trabajo era muy bueno, cada uno de los chicos se desempeñaba con gran habilidad en su área, también todos fueron muy amables conmigo, siempre estaban pendientes por si necesitaba ayuda con algo, no estaba teniendo problemas para adaptarme a ellos, con la excepción de Logan, claramente.
Igual era algo que sobrellevaría, lo único importante era que yo cumpliera con mi trabajo, el resto podría manejarlo, tampoco estaba interesada en lo absoluto siquiera en hacer amistad con él.
Luego de un rato, mi móvil sonó, indicando que mi hermana me estaba llamando, tal y como me había avisado por la tarde.
- Maninha, como te va por allá? - me dijo mi hermana al contestar la llamada... Maninha, así me ha llamado desde pequeñas, parte de nuestra familia tiene origen del hemisferio norte, por lo que el portugués es un idioma que hablamos no seguido, pero de vez en cuando usamos algunas de sus expresiones.
- Tudo bem - conteste algo pensativa, quiera que no mis pensamientos me llevaban a el motivo por el cual acepte principalmente venir a Haling Cove.
- Sam... - dijo la voz de mi hermana al sentir mi silencio por unos largos segundos - Ese todo bien no me pareció tan verdadero
- Estoy bien Ámbar, cansada por mi primer día es todo - fue mi respuesta, esperaba que la convenciera, cuando quería mi hermana podía ser muy insistente y casi siempre yo cedía ante ella.
- Sabes que a mi no me puedes mentir... Estas pensando en ella? - su pregunta me dejo helada, aun a la distancia, mi hermana me conocía a la perfección.
- Me es inevitable... Haling Cove es parte del pasado... - dije con un toque de tristeza.
- Y estoy segura que sabrás lidiar con ello, estoy orgullosa, sobre todo de en quien te estas convirtiendo - mi hermana sin duda alguna, tenía las palabras adecuadas para decir, igual que nuestro padre. - Trata de descansar y pensar positivo - como si pudiera, fue el pensamiento que tuve ante sus últimas palabras - Incluso puedes mañana, que es domingo, aprovechar a salir con las chicas - propuso.
- Es una buena idea - conteste ante su propuesta de distracción para mis pensamientos.
- En ese caso hazlo, pero no estés así que no me gusta nada - aún sin verla podía asegurar que se encontraba con una mirada de preocupación ante mi ánimo, al ser la mayor, era protectora conmigo y Arturo, algo que le agradecía pero a veces yo misma me sentía mal de preocupar a mi hermana.
- Vale, esta bien... Levantaré el animo - finalmente le dije, para luego de un rato colgar, luego de la llamada con mi hermana, deje mi móvil en la mesita de noche que estaba al lado de mi cama, para volver a sentarme en mi cama, entonces vi la única que caja que no había abierto de la mudanza, sabía lo que contenía pero este no era el momento para ver aquellos objetos que cargaban un gran valor sentimental para mi, por lo que decidí acostarme y disponerme a descansar.
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Un nuevo día iniciaba, el domingo apenas iniciaba, el día en que todos los chicos se disponían a descansar luego de una semana de trabajo, relajándose y reponiendo algo de fuerzas para el inicio de otra semana.
Samanta le había comentado a sus amigas la idea de salir a un lugar que su hermana le había recomendado, a lo que ellas no se habían negado, mientras que en el departamento de Max, en compañía de Jeison a quien le estaba dando algo para la resaca, pues la noche anterior había salido a divertirse como era de costumbre.
- A la próxima asegúrate de tener más de un repuesto de tus llaves - le dijo el ojiverde al pelinegro mientras le daba un café bien cargado.
- Ya no me regañes, siento que mi cabeza va a estallar - contestó recibiendo la taza con una mano y con la otra sobándose su cabeza.