LA CONFESIÓN.
Al día siguiente me levanté muy temprano, ¡raro en mí ya sé!, no necesité a mi mamá para despertarme, mucho menos para que me estuviera apurando, yo solita hice todo, aunque también lo hacía para que Axel no me detuviera con sus preguntas sin fin, así que logre irme a la escuela sin que me viera.
- Hola Xiana – le dije muy contenta, ella estaba parada en la entrada de la escuela, con un estilo increíble, era muy hermosa, demasiado para ser de este mundo, su pelo largo y rizado color verde, - Xiana ¿es natural o te lo pintas? – volví a preguntarle por que era demasiado extraño el tono de su pelo -
- No, es natural – me contestó muy sonriente –
- ¡Natural!, pero ¿Cómo es posible? – preguntaba muy confundida -
- Mira Cristal, después de la escuela ¿quisieras ir a mi casa? ahí te explicaré muchas cosas – me dijo muy dulcemente –
- ¡Sí, claro que sí!, con mucho gusto Xiana – le contesté rápidamente, después de todo eso quería –
- Bien, entonces así quedamos.
- ¡Hola! – dijo mi amiga Elena –
- Hola Elena, adivina Xiana me invito a su casa – le dije muy emocionada –
- Oh, que bueno – me dijo muy seria –
- Estas bien Elena – le pregunté muy preocupada –
- Si estoy bien, vamos a clase – dijo y se fue rápido –
- ¿Qué le pasa? – dije solo para mí, pero Xiana escuchó y me dijo algo muy extraño –
- No le pasa nada malo Cristal, solo que es muy sensible y cree que alguien a quien ella quiere mucho no la quiere a ella.
- ¿Cómo? Yo la quiero mucho, ¿acaso está celosa de ti?
- Más o menos pero no por ti exactamente, solo acompáñala y no la desatiendas correcto.
- Si está bien- le dije un tanto desconcertada, que habrá querido decir Xiana con eso de que Elena está como celosa pero no de mi amistad con ella, la verdad no entiendo nada-
Fuimos a clases y la mañana pasó muy normal, los preparativos para el festival a beneficio del bosque, Elena muy contenta con Xiana y conmigo, estará en lo cierto Xiana, en fin no hubo problema alguno y la pasamos genial, como muy pocas veces por no decir nunca lo había hecho en la escuela, al finalizar las clases Elena se despidió de nosotras y se fue a casa, entonces Xiana me condujo todo el camino hasta la suya.
Nos empezamos a alejar de la ciudad, como nunca antes lo había hecho, esos rumbos ya no los conocía para nada, era extraño esos caminos eran bastantes desiertos pero aun así eran hermosos, no sentía miedo de que alguien nos pudiera asaltar o algo parecido, me sentía muy segura, llegamos a la entrada del bosque y pensé que Xiana se iba a desviar o algo así pero no, ella entró, y yo, pues ni mas remedio que seguirla no me iba aquedar ahí.
- Xiana segura que no te has perdido – le pregunté con desconfianza –
- No, claro que no Cristal, tranquila tu solo sígueme – me dijo muy calmada y pues que podría hacer, aguantar hasta el final –
- Sabes es bonito por aquí, vives después del bos… - en eso vi a una plantita de rosas que acaba seguro de brotar completamente aplastadas- Ho no, que terrible ¿Quién habrá hecho esta barbaridad? - dije muy triste –
- Pues ¿quien sabe? – me dijo Xiana confundida –
- Pobre plantita, ¿crees que si la vuelvo a plantar crece? – le pregunté con esperanzas de que la planta no muriera –
En ese momento, escuché un extraño ruido, levanté mi cabeza en la dirección del ruido, era en el árbol que estaba frente a mí, y no cabía en mi asombro cuando vi salir del árbol, literalmente hablando, a una hermosa mujer, de pelo largo y rizado, de piel bronceada y ojos grandes de un tono verde oscuro igual que su cabello, tenía una gran sonrisa en los labios que a pesar de ser bella, me hacía sentir extraña, esto definitivamente no era normal, pero me calmé un poco cuando escuche su dulce voz, era tan suave y melodiosa que me sentí muy tranquila.
- Es buena persona, - dijo muy amablemente – quien es capaz de sentir ese respeto, ese amor, esa sensibilidad por las flores y la plantas, merece saber de nuestra existencia.
- Ahh!!! ¿Cómo? – dije un poco aturdida, pero no confundida, ya veía venir lo que seguía después de todo el abuelito de Elena me había contado muchas cosas, pero hasta ese momento las estaba comprobando –
- Ella es mi mamá Cristal, la reina Xantha. – dijo Xiana muy alegre –
- ¡¿Tú mama?! – dije boquiabierta – ella es la reina y tu mamá, entonces tu eres…
- Si, Cristal es la princesa – dijo la hermosa mujer que ya había salido completamente del árbol, que era en verdad un hermoso y frondoso roble –
- Entonces era verdad, era cierto todo lo que me habían contado, ¡las Driadas si existen! – dije muy emocionada, pero ellas con extrañeza en los ojos, pues si como una niñita como yo tendría conocimiento de ellas si hasta ese momento me habían confiado su existencia –
- ¿Qué dices? – me preguntó la reina Xantha – ¿Cómo sabes de nosotras, quien te dijo?
- Pues el abuelito de mi mejor amiga Elena me contó muchas cosas sobre ustedes pero jamás pensé que fuera cierto, solo tenía curiosidad por Xiana, al verla tan diferente pues me dedique a investigar y tenia razón ustedes son maravillosas.
- ¿Qué, otra persona allá afuera sabe de nosotras? – me dijo la reina Xantha muy preocupada –
- Sí, pero no se preocupe él no va a decir nada, me lo contó a mi por confianza usted sabe, por ser amiga de su nieta, pero yo no he dicho nada ni lo haré se lo prometo.
- Gracias, - me dijo muy alegre – creo en ti por que sé que eres buena persona, y no tienes pensamientos malos hacia los demás excepto por una tal Sara, ¿Qué pasa con ella? – me preguntó muy intrigada –
- Jajaja, ah ella, - me reí muy nerviosa, ¿como lo supo? – pues es una larga historia, no es muy buena que digamos y no quiero que mi hermano ande con ella –
- Ah, ya veo, pero de una vez te digo que Xiana tampoco puede andar con tu hermano Cristal, - me dijo Xantha muy seriamente –
- Ah, ¿Por qué no? a mi me dijeron que pueden casarse con humanos o no es cierto. – pregunté intrigada, ¿Cómo supo eso también? –
- Si es cierto, pero cuando una dríada se enamora del humano también, en este caso no es así.
- ¡Qué! ¿No te gusta mi hermano Xiana? – pregunté volteando a ver a Xiana –
- No es que no me guste Cristal, es muy lindo, y claro andaría con él, sino estuviera enamorada de otro, además yo no soy la persona que el más quiere.
- ¿Como? ¿De quien estás enamorada?
- De un elfo hermoso y bueno, estoy comprometida con él desde hace mucho y yo lo quiero tanto.
- Entiendo, ahí no puedo hacer nada verdad, Ahh, ¿tendré que abandonar entonces los planes que tenía para ti y para Axel?
- Sí, Cristal, será lo mejor.
- Y como que tú no eres la persona más importante para él, acaso no controlas como te ve, se le cae la baba por ti.
- Ah eso, mira es claro que las dríadas siempre parecen irresistibles para los humanos, tu hermano solo admira mi belleza o algo así dice mamá, pero él siente algo muy fuerte por otra persona pero ni siquiera se ha dado cuenta.
- ¿Cómo? No me digas que ama con locura a la horrible de Sara, por que eso sería mi ruina.
- No, tranquila, pero no te puedo decir, va contra las reglas.
- Sí claro, y como saben todo eso, ¿son adivinas o qué? – dije en tono sarcástico –
- No exactamente, - me contestó la reina Xantha – nosotras percibimos los sentimientos, podría decirse como que los leemos, y nos enteramos de cosas como el amor, el odio, el rencor, el resentimiento, la alegría, entre otros más y así también percibimos los asuntos que provocan esos sentimientos, hasta antes de que esa persona se entere de ellos, así funciona es natural en nosotras, pero algo complicado de explicar o que se entienda.
- Ya veo, entonces mi hermano ama a otra chica que no es Sara, cierto.
- Sí, pero no sabemos nada más como ni él se ha dado cuenta pues no hay más información, solo te digo eso para que estés tranquila – me dijo Xiana con alivio, así como yo me sentía con que esa chica no fuera la espantosa de Sara –
- ¡Perfecto! – dije ya más alegre – pero si son guardianas del bosque como me lo han informado, ¿Qué hacen en la ciudad, fuera del bosque?
- Precisamente porque somos las guardianas es que estamos afuera tratando de evitar que lo destruyan – me dijo Xantha muy preocupada –
- Mi mamá y yo nos ofrecimos para salir y tratar de ayudar en los dos lados, los que quieren destruir el bosque, es decir la constructora en donde mi mamá llegó para trabajar, y los que quieren protegerlo como nosotras…
- Los ambientalistas que tienen lazos con la escuela – interrumpí, ya estaba entendiendo el asunto –
- Sí, trataremos de encontrar la manera de acabar con esto, mientras ustedes pueden ayudar con el festival de la escuela a beneficio del bosque, Xiana tiene mi permiso de usar sus poderes con moderación claro está para que no se asusten las personas.
- ¿Qué poderes tienes? – le pregunté a Xiana muy interesada –
- Ven te lo voy a mostrar – me dijo, entonces la seguí, de todos modos con ella no me perdería –
- Adiós mamá – dijo Xiana muy cariñosamente – ya regreso voy con Cristal a mostrarle el bosque y lo que puedo hacer, después la llevaré a su casa, regreso en la noche.
- Esta bien, adiós Cristal fue un placer conocerte, - me dijo tan amorosamente que me sentí como en familia, fue maravilloso.