PREPARATIVOS.
Al día siguiente, la escuela estaba súper agitada, los preparativos para el famoso festival se estaban llevando a cabo, y yo naturalmente que le ponía más entusiasmo que antes por lo que ya sabía y quería ayudar lo más posible a esta hermosa causa, y eso no tenía que ver con salvar el hogar de mi mejor amiga, del chico que me fascina entre otros, no, eso vendría después, aunque siendo sincera, eso era lo que realmente me importaba.
- Hola Cristal, - dijo alegremente mi mejor amiga Elena – ¿lista para los preparativos del festival?
- Sí, listísima, - le contesté, y por supuesto que era cierto, nunca me había sentido más lista para hacer algo como ahora –
- Hola Cristal, Elena, - dijo Xiana al entrar al salón, se veía muy bien, bueno mejor que de costumbre por supuesto – hoy son los preparativos para el festival ¿verdad?
- Sí, hoy son – le contesté muy interesada para que continuara diciendo porque preguntaba algo tan obvio –
- Bueno, es que Daitén se ofreció para ayudarnos a preparar nuestro acto.
- ¿Quién es Daitén? – preguntó Elena muy confundida y como no –
- Es el prometido de Xiana – le contesté, pero muy tranquila, ya había aceptado el hecho de que Xiana jamás sería novia de mi hermano, además Daitén me agradaba, y ya no se hable de su hermano Heliodán, ¿o no? –
- ¡Su prometido! – dijo con mucha sorpresa y un extraño alivio a la vez, ¿Qué significaba eso? –
- Sí Elena, mi prometido, con quien me voy a casar tan pronto termine la escuela.
- ¡Muchas felicidades! Que seas muy dichosa Xiana, te lo mereces, - que extraño, parecía mas feliz que la novia –
- Gracias Elena, ya lo entiendo, tu también lo serás, solo ten paciencia – muy bien, muy bien, barájamela más despacio, ¿Qué intentaba decir Xiana, que onda con eso que le dijo a Elena? No entiendo nada –
- Ah, qué, bueno sí, gracias Xiana, y ¿en qué te ayudamos?
- Cielos, Elena, de pronto te entró mucha emoción por este asunto, ¿que tu no habías quedado fuera del grupo de Xiana? – le pregunté muy contrariada por su cambio de actitud -
- No, nada de eso, solo que no tenía mucho ánimo en ese momento, pero ahora sí, y bueno, ¿en qué ayudo?
El rostro de Xiana se iluminó con una gran sonrisa, como de satisfacción, alegría, ternura, como la sonrisa que yo tenía cuando le hice de casamentera con mi primer amigo David en quinto grado, cuando le gustaba una niña llamada Eleonor y yo le ayude a conquistarla, y cuando al fin se hicieron novios yo me reía así, igualito, ¿habrá hecho Xiana lo mismo?
En esos pensamientos estaba debatiéndome yo sola, cuando de repente sentí que alguien colocaba en mi pelo ahora, un botón de rosa, ya sabía de quien se trataba, me di la vuelta y ahí estaba, ¡era Heliodán! Pero en esta ocasión lucía diferente, igual de hermoso pero un poco más ¡humano!, era increíble, en esta ocasión vestía unos jeans, camisa roja, chaqueta, su pelo ahora era corto, como el de cualquiera de mis amigos, un poco despeinado a la moda, pero el mismo tono de plateado, un look diferente, pero los mismos ojos grandes de color gris me veían profundamente y esa sonrisa amplia y sincera solo para mí, así también estaba ahí Daitén vestido casi igual, pero en fin, que esperaban, yo solo veía a Heliodán.
- Hola, - dijo Daitén – venimos a ayudarlas en todo lo que quieran.
- Muchas gracias Daitén, puedes comenzar trayendo unas macetas del vivero de la escuela por favor – le pidió Xiana muy amablemente –
- Claro, que sí mi bella Xiana, Heliodán pórtate bien y ayuda a Cristal en lo que te pida, por eso viniste, no ha cortarle la respiración ¿de acuerdo?
- Sí Daitén, Dime hermosa Cristal, ¿qué necesitas? – esto no es cierto, quería ayudar a Xiana pero definitivamente me iba a costar en sobremanera, ¿porque me ponía tan nerviosa? Es cierto que era lo más bello que había visto en mi vida pero antes he estado con chicos guapos y no me pasaba esto y como no si era un elfo, la magia estaba de su lado o algo así, en fin yo soy fuerte, podré con esto.
- ¿Por qué luces diferente? – le pregunté muy interesada en su cambio de look –
- Bueno, no podemos venir como andamos en el bosque normalmente, llamaríamos mucho la atención, este es nuestro “disfraz de humano” – me contestó, eso era cierto llamarían más la atención, pero eso no importaba mucho pues de todos modos siempre llamaban la atención –
- Y dime ¿qué necesitas? – preguntó nuevamente -
- Necesito unas herramientas de jardín que están en la bodega de la escuela, ¿podrías ir por ellas por favor?
- Por supuesto, todo lo que tú quieras, - respondió y me guiñó un ojo, ¿Qué le pasa a este chico o elfo, bueno lo que sea, me quería muerta o qué?
- Cristal, te doy una clave, - me dijo Xiana cuando Heliodán se fue a toda prisa – si no te quieres poner nerviosa o quedar sin oxígeno en los pulmones cuando estas con Heliodán, simplemente no le veas los ojos, de acuerdo.
- ¿Cómo, solo eso? – dije muy intrigada –
- Sí, solo eso, veras los elfos al igual que nosotras tienen magia pero con diferentes habilidades, por ejemplo una de sus habilidades es que las elfas mujeres derriten con la voz a cualquier elfo o humano, los elfos hombres derriten con su mirada a cualquier elfa, dríada o humana, pero solo usan esa habilidad con alguien que les gusta, para tu desgracia le encantas a Heliodán, pero puedes evitar sentirte como tonta con él, solo evitando su mirada, de acuerdo.
- Bien, lo intentaré, gracias Xiana eso sería de gran ayuda, no logro concentrarme cuando está cerca de mí.