Mientras la policía me saca de la celda los enfermeros entran en un intento de contener o mantener a raya a Aiden, él simplemente se mantiene tranquilo sin siquiera voltearme a ver, yo hago lo mismo. Recorro el enorme pasillo, el único que no salió de su celda fue Jacob quien siguió orando, es el único que tiene ganado el cielo.
Llegamos hasta la recepción donde veo el cuerpo del policía atado a su silla y sin mandíbula, también le sacaron los ojos, siento pena por él, no se merecía un destino así. De pronto escucho mi nombre siendo pronunciado y cuando volteo vienen hacia mí Akos y Novak, parecen preocupados. Akos me abraza con fuerza y me levanta el piso, después se da cuenta que mi blusa no tiene botones y no puedo cerrarla del todo, se quita su chamarra y la pone en mis hombros para que me la ponga.
—¿Qué fue lo que ocurrió?— Les pregunto a ambos.
—Sparky… aparentemente el loco más inofensivo decidió abrir todas las puertas, liberar a todos los enfermos mentales mientras los enfermeros estaban haciendo la ronda, nadie se lo esperaba— responde Novak acercándose un poco más, tratando de descifrar mi rostro.
—¿Cómo sobreviviste?— Pregunta Akos algo preocupado.
—Yo estaba en el pabellón donde se encuentra Aiden, uno de los internos, uno enorme y moreno me enfrentó, me golpeó, me quiso arrancar la blusa, estaba a punto de violarme, Aiden salió de su celda y me salvó.
—Mató al recluso… lo mordió en el cuello y le arrancó la yugular— el doctor Baróti se acerca a nosotros, tiene algunos tallones y heridas, pero parece bastante entero.
—Me salvó…
—¿Dónde pasó la noche agente?— Entrecierra los ojos el doctor acusándome en su mente.
—En la celda del Dr. Aiden… me mantuvo segura— lo encaro molesta, no puedo creer que mientras él se ocultaba en su oficina esté juzgando a Aiden por protegerme.
—¡Vaya! Entonces permítame ir a darle las gracias— cuando dice eso da media vuelta hacia el pabellón del que acabo de salir. Veo tanto a Novak como a Akos y el único que comparte mi mirada indignada y de desconfianza es Rivera.
Sin pensarlo dos veces me pongo en camino, trato de alcanzar al doctor Baróti y Akos va detrás de mí como apoyo. Nuestros pasos se hacen escuchar en el pasillo y cuando llegamos al final la celda de Aiden sigue abierta, de inmediato Baróti entra en ella y sin preguntar ni decir nada golpea a Aiden en la cara, quien permanecía en una silla atado con cuerdas, al parecer por obra de los enfermeros. La acción me hace hervir la sangre, avanzo hacia el doctor y lo tomo de los hombros para hacerlo a un lado, termina cayendo sobre la cama.
—¿Qué se supone que está haciendo?— Mi voz sale casi en un grito, me siento demasiado molesta.
—Todo es culpa de ese bastardo— dice el doctor molesto, viéndome desde la cama.
—No… todo es culpa de su bromita personal… ¿Qué necesidad de tener a uno de los reclusos libres en el edificio? ¿Era divertido? ¿Era gracioso verlo desvariar? ¿Asustar a los visitantes? Claro… lo era… ¡lo era hasta que el maldito decidió liberar a los demás! ¿Por qué no lo veo riendo? ¿Por qué no lo veo feliz? Así como se reía cuando Sparky barría con la escoba al revés… no ¿verdad? Es más fácil echarle la culpa a alguien más— siento las manos de Akos en mis hombros pidiéndome de manera silenciosa que pare, entonces me doy cuenta que estoy casi encima del doctor y apretando los puños.
Retrocedo un par de pasos e intento respirar para tranquilizarme, volteo hacia Aiden que no parece lastimado por el golpe del doctor, pero claro, se necesita de algo más para en verdad herirlo, si lo sabré yo; parece fascinado por ver la forma tan agresiva en la que he respondido y su sonrisa arrogante de medio lado no tarda en plasmarse en sus labios.
—Gracias doctor… por… cuidarme toda la noche— él asiente con la cabeza sin pronunciar ni una sola palabra. Retrocedo un par de pasos hacia la reja.
—¡¿Usted cree que puede venir aquí a querer amedrentarme solo por ser policía?!— El doctor Baróti se levanta de la cama, acomoda su saco y trata de sacar fuerza para enfrentarme.
—Como policía o civil lo haría de cualquier manera, lo que hizo aquí se llama “negligencia” apuesto a que está muy relacionado con esa palabra— le guiño un ojo y sonrío satisfecha por verlo rabiar —no sé preocupe… lo agregaré en mi reporte— termino de retroceder y salgo de la celda con la misma fuerza con la que entré, no sin antes mostrarle mi dedo medio al doctor Baróti que parece indignado por mis palabras y mi comportamiento.
Salgo furibunda de ese maldito lugar, camino hacia la recepción de donde no se movió Novak, este parece estar analizando el lugar del crimen. Cuando escucha nuestros pasos voltea hacia nosotros con seriedad.
—¿Todo bien?— Me pregunta no muy convencido.
—De la mierda…— respondo con sinceridad.
—Creo que lo mejor será que vayas a casa a descansar— insiste Akos mientras pone su enorme mano en mi hombro.
—Necesito respuestas… ¿Qué pasó con el dueño del bar? ¿Les dijo algo?— Lo volteo a ver fijamente y Akos en vez de contestarme voltea a ver a Novak —¿Qué pasa?
—Cuando llegamos a la casa del señor Roger, este estaba muerto, tampoco tenía ojos… ahorita está en la morgue siendo analizado por Karime— me termina diciendo Akos con algo de tristeza.
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Editado: 19.05.2021