Maratón 2/2
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Le sonrió mostrando mis dientes con sangre y nos damos la mano.
¿Pero que carajos estoy haciendo?
Los sentimientos de culpa vienen a mi y mis sentimientos regresan. Al ver a Ilarien agonizando y Abdiel degollado y con una cuchilla clavada en su corazón, me dan ganas de matarme yo misma.
¿Como pude hacerles eso? ¿Acaso yo no tengo sentimientos?.
Ella...Ella es la culpable.
La miro con mis ojos llenos de lágrimas y el chico desaparece.
-¿Nunca has pensado o te has echo una idea de que es lo que te inyecta tu padre? -su pregunta me vino de sorpresa y todo mi cuerpo se tensa.
Dejó de llorar como una dibilucha.
Pues claro que lo he pensado.
-¿Lo vez? Siempre has sido una dibilucha de mierda. -sus palabras me hacen ervir la sangre y trató de acercarme a ella, pero creo que me controla y mi cuerpo está inmóvil.
-Mi padre me inyecta un sedante porque estoy enferma. -mi voz sale con rabia. Y miento.
-¿Segura? -mi ira aumenta.
Trato de nuevamente moverme, pero no puedo...
-¡¡¡SUELTAME!!! -la grito con todas mis fuerzas.
Ella desaparece y trató de ver, pero todo es oscuro.
-¡¡¡DONDE ESTAS MALDITA CUCARACHA!!! -pero le grito a la nada.
Escucho su risa diabólica y me tapo los oídos para no escucharla, pero es en vano.
Se deja de reir y sacó mis manos lentamente.
-Buuuu.... -escucho su susurro en mi oreja.
Nuevamente me inmoviliza.
-¿Que quieres? -le digo entre llantos. -¿Eres la muerte no? ¿Porque no me matas y ya? -ella niega.
Siento como toca mi pelo y me estremezco.
-No chiquita, tu me eres de utilidad.
-¿Y para que?
-Pues...lo sabrás más adelante chiquita...
-No me digas chiquita -le digo con rabia.
-Yo te digo como quiera, tu eres mia chiquita. -me susurra.
-Déjame ir... -ya No siento ningún agarre ni nada y me tiro al suelo.
-Okey...
~°~ ~°~ ~°~
Abro los ojos y la oscuridad llega a mi. Me incorporo rápidamente y una punzada en mi cabeza hace que duela.
¿Que pasó? No recuerdo absolutamente nada. Miro hacia la ventana y veo que las cortinas están abiertas y veo que la luz de la habitación de mi becino está encendida.
Tal vez me abre desmayado o algo... Miro mi brazo y veo que tiene un pinchazo de aguja.
Si, Tal vez me desmaye por el efecto de la inyección y papá me trajo.
Me levanto y enciendo la luz. Veo mi muñeca que está enzima del escritorio y la tomo.
-Ahora tu serás mi Guardiana.-la abrazo y luego la dejo enzima de mi cama.
Salgo de la habitación y veo que la luz del despacho de papá está encendida, está en casa, así que bajo y me dirijo a ella, pero antes de llegar, escucho varias voces. De seguro debe de estar asiendo una junta de negocios.
Voy a la cocina y sacó pingüino con yogurt.
Me siento en uno de los taburetes y empiezo a comérmelo.
Escucho que alguien se acerca y lo veo.
-Hola -me saluda el chico de tatuajes.
-Hola -le devuelvo el saludo.
Saca un vaso y se echa agua. Me mira mientras me como mi pingüino y yo sonrió.
-Papá está en una reunión ¿cierto? -deja el vaso enzima del mesón.
-Si-asiento. -¿Le pasaste el maletín con los documentos que te pase? - frunso el ceño.
No recuerdo de que el me aya pasado un maletín. Sólo recuerdo que mis amigos vinieron y que luego papá me trajo un regalo, pero no recuerdo nada más...
-No recuerdo... -voy hablar, pero me interrumpe.
-De veras que se lo pase a tu padre -asiento no muy convencida.
-No te preocupes -me como mi último pingüino.
La verdad debería dejar de comer estas cosas ya que estoy como engordando y me están saliendo estrías. Pero me da lo mismo, si el chico que te quiera, te va a querer tal y como eres.
-¿Y que comes? -me pregunta.
-Pingüino con yogurt -le respondo.
-Okey. Bueno, me voy, ya que sólo venía a tomar agua. -se da media vuelta y se marcha.
Tiro el envoltorio del pingüino y el envase de yogurt a la basura y subo a mi habitación.
Llego y veo que mi becino está asomado por la ventana.
Recuerdo que...el venía a invitarme a una cena y yo le dije que no...¿Pero porque no recuerdo nada más?
Cierro las cortinas y me desvisto para meterme a la ducha. Me miro en el espejo y veo que me están saliendo estrías en mi abdomen y en mis muslo. Aparte ahora tengo royitos y tengo una gran pansa.
Bueno, no seré perfecta, creo que nadie es perfecto...Pero debemos amarnos tal y como somos.
Mi autoestima no es tan alto que digamos, pero no me dejo pisotear, bueno, ahora, ya que antes me pasaban a llevar como querían.
Entró al baño y me ducho. Luego de media hora, salgo y me lavo los dientes. Sacó mi pijama y un calzón, sostén no ya que no duermo con eso. Me echo crema y luego me echo colonia de princesa. Debería depilarme ya que me están saliendo pelos.
Mañana pasaré a un salón a depilarme y luego pasó al super. Pero después del colegio.
Colocó mi pijama y me secó mi cabello con el secador. Ya séquito, tomo mi toalla y la dejo en el baño donde ay un perchero. Tomo mi celular y me meto a mis redes sociales, pero nada interesante. Mi mirada viaja sola a la ventana y por las cortinas veo que la luz de su habitación sigue Encendida..
Suspiró y dejo mi celular enzima del velador. Me levan de la cama ya que estaba sentada y apagó la luz. Enciendo las luces navideñas que están por toda mi habitación y luego me meto a la cama.
Trato de recordar algunas cosas de las que hice oidía, pero nada. Pienso y pienso y lo único que se me viene son los tres chicos del colegio, a mi becino y al chico lleno de tatuajes.
Cierro los ojos y antes de caer dormida susurro:
-La muerte...
Y caigo en los brazos de Morfeo junto a mi muñeca.