Mi vida

Como cualquier dia,  sigo mi camino,  como  si nada hubiera pasado,  todos me miran y siento toda la lastima que brota de su sentimiento hipócrita. No se si lo hacen por descencia,  por caerle bien a alguien,  o solo por hacer apariencias de ángeles en una misión. 

Solo me siento en mi pupitre y espero que llegue alguien que me saque de este circulo tan orgulloso en el que me mantengo aíslada.  ¡Que suerte!  Alli viene mi mejor amiga,  Sofia.  Ella mantiene callada,  pero cuando estamos juntas,  es como si absorvieramos helio y nada en este mundo pudiera evitar reír; ella es buena consejera,  podria decirse que es una de las chicas lindas de la escuela,  es de admirar su valentía al enfrentar cualquier derrota,  sinceramente,  no se que haría sin ella. 

Llega nuestro maestro, de inmediato todos se dirigen a los puestos que se les asigno a comienzos del año,  Sofia y yo estamos juntas,  lo que genera en mi mucha tranquilidad.  Entre ecos lejanos escucho la voz de mi maestro casi gritando mi nombre para llenar la lista de asistencia,  gracias a Dios que mi mejor amiga está para cada momento que la necesite.  

Por un instante sentí como si hubiera quedado en una especie de trance, solo me quedaba pensar mientras me concentraba en un punto fijo,  y detrás de mi desenfoque emocional de la realidad,  veia como pasaba el reflejo de mi maestro mientras explicaba. Por mi mente solo pasaba el recuerdo y las imágenes mentales que alguna vez tuve con Daniel,  mi Ex, extraño tanto sus besos,  sus abrazos,  sus caricias,  su sonrisa emocionada al verme,  sus mensajes en las noches, mañanas, tardes y momentos en los que se nos presentara la oportunidad.

-Laura!, necesito que vuelvas a la vida real. -sonó la voz dominante de mi maestro,  y junto con el,  la risita sarcástica de Sofia.

-Si señor,  disculpe. -dije sin pensarlo dos veces-. 

La clase estuvo mas aburrida que siempre,  trataba de hacer parecer como si el tema fuera de importancia para mi,  cuando en realidad no preste mucha atención, por mas que lo quería,  simplemente El Sentimiento No Lo permitia.

Salímos de clases,  que alivio,  durante el camino por el pasillo,  Sofia me confiesa que era muy notoria mi ausencia mental en clase,  y antes de que pudiera decir otra cosa,  la interrumpieron los demás,  Mariana,  Felipe, Andres Y Diego.  Ellos son mi mejor compañía,  todos somos muy conocidos en la escuela,  todo por nuestras redes sociales,  pero sinceramente a nosotros no nos importaba mucho  lo que la gente pensara o supiera.  Nos dimos un fuerte abrazo,  dejandome a mi en la mitad,  sintiendo el aprecio y el amor que hay entre nosotros.  Sin duda, quisiera que este momento perdurará por mucho mas tiempo.