Prólogo

En tiempos antiguos quienes sobresalían en las grandes batallas eran reconocidos como héroes, y aquellos que en las sombras luchaban eran solo asesinos que no obtenían mención alguna, sin embargo, para aquellos agentes de la obscuridad era normal nunca llevarse el crédito, después de todo, era mucho más efectivo cumplir con su objetivo sin llamar la atención.

Aquel tiempo de héroes, fue opacado por el ataque de un virus denominado DKR-1, de eso ya han pasado 50 años, en los cuales la escasez de tierras y agua limpia desató la anarquía entre las naciones supervivientes y la contaminación hizo de las suyas como la depredadora hambrienta que es, los pocos sobrevivientes decidieron entonces buscar nuevas tierras fértiles, aventurándose en los grandes desiertos sin transporte que los ayudase y con una vaga esperanza a la cual aferrar su miserable existencia.

Perdiéndose uno tras otro en la inanición fueron continuando su largo camino entre los continentes de los cuales ya nadie recuerda su nombre, otros no resistieron el sol implacable que observaba acusante sus largos pasos. La naturaleza perdió su amabilidad con la raza humana, negándole refugio donde quiera que iba; al parecer el mismo planeta parecía confabular en contra de sus habitantes.

Cuando la situación parecía insostenible, en medio de ambos grandes continentes un océano dio luz a un nuevo territorio, al que los últimos 1000 sobrevivientes llamaron “Hope”, con mucho esfuerzo llegaron aquel virgen paraíso y consolidaron de nuevo una sociedad, sin embargo, no contaron con un sentimiento humano tan natural en tiempos de austeridad, la avaricia, la cual provocó un conflicto más tarde conocido como “La guerra de 1000 almas”, de donde surgieron 7 personas, grandes guerreros y asesinos sin compasión, quienes dieron fin a la masacre dirigidos por su comandante, apodado el “asesino blanco”, aquellos personajes se conocieron como “El Concilio de la Rosa”.

Aquel concilio determinó nuevas reglas entre los pocos pobladores y se mantuvieron como los líderes del territorio. Dividieron para ello el continente de aquel basto lugar en cinco grandes distritos, cuatro de ellos llamados con los apodos de aquellos guerreros, siendo al norte el distrito rojo y amarillo, mientras que en el sur se dividió en el distrito rosa y naranja, manteniéndose cerca de las costas para vigilar la llegada de extraños, finalmente el último en medio de ellos sin salida al mar fue otorgado al comandante como el distrito blanco.

De nuevo el orden y la seguridad se hizo presente, pero con el mandato de los cinco grandes de la guerra de 1000 almas y el miedo del comandante por repetir un nuevo conflicto, decidió poner reglas firmes tanto para los pobladores así como los líderes, que entre si juraron lealtad al encargado del distrito blanco quien se convirtió en el supremo, sin embargo, para cuidar de su seguridad, el supremo otorgó el derecho de sus dos últimos compañeros más confiables quienes no habían recibido a su cargo distritos: Rosa Negra quien en varias luchas había acompañado a su comandante, sin duda era el más adecuado para futuro sucesor del distrito blanco y el más joven del concilio, Rosa Azul, quien a su corta edad de 16 años amaba a su comandante más allá de su propia vida, se convirtió en el encargado de mantener el orden entre los miembros del concilio por su fuerza y agilidad sobrehumanas. El supremo consideraba de ese modo que, si su muerte llegase a presentarse, el orden y la paz continuarían con la aprobación de los demás líderes del concilio.

Sin embargo, una tormentosa noche a un año de haber restaurado el orden; Rosa Negra sin motivo alguno traicionó a su juramento y asesino a su comandante, mientras este agonizante con sus últimas palabras gritaba el nombre de su homicida.  Tras la muerte del supremo, el joven Rosa Azul se sumió en una locura violenta que provocó la persecución sin descanso del causante hasta encontrar su escondite, logró tener frente a sus ojos al fugitivo, no dio freno a su arma, la cual encontró en su rival alguien de igual condición, ambos demostraron su destreza siendo esta última quien decidió la disputa, luego de herir de muerte a Rosa Negra, Rosa Azul privó de la vida a su antiguo camarada para luego esparcir sus entrañas entre los cinco distritos, luego de haber cometido acto espantoso se dirigió a la cima más alta para tirar la cabeza del fallecido y gritar con todas sus fuerzas  “En el nombre de Dios, volveré a cumplir tus órdenes cuando el me necesite ” luego de pronunciar aquella frase sin sentido tomo un barco pesquero, escapó de Hope y no volvió jamás.

Con el tiempo la población prosperó y creo nuevas tecnologías para cuidar de sus tierras, las generaciones siguientes mantuvieron las enseñanzas de sus predecesores, así como la organización del concilio de la rosa continuó con los descendientes de los primeros 5 grandes de la guerra de 1000 almas. Con la idea de devolver la vida a los continentes olvidados, muchos decidieron viajar con semillas para cultivos y otros productos hacia otras partes del mundo. Así se nombró los dos nuevos continentes, Astra al este de Hope y Centuria en el oeste.

Las sociedades continuaron sin olvidar la historia de los 1000 sobrevivientes y la relación que tenían con Hope, además del agradecimiento hacia el concilio de la rosa, pero sobre todo quedaría en memoria de todos, la leyenda urbana del asesino sin compasión Rosa Azul.