Narracion°
Alisa salió al balcón y el viento de la noche, elevaba su cabello.
Quedándose a mirar el horizonte.
-Princesa
La llamo la sirvienta, Alisa entro, y poco después dos niñas entraron.
-Hermana
-Hermana
Gritaron ambas de cabellos largos y plateados.
-Como les fue con la Condesa
-Elora se escapó al campo
-Cyrilla prometiste no decirlo a mi hermana
-Elora, está mal que te saltes tus clases
-Pero...
Alisa llevo a ambas a dormir.
-Me cuentas un cuento
Pidió Cyrilla, Alisa pensó por un momento, y dijo que si.
-Erase una vez…
En los campos amarillos de un pueblo, existía un granjero que tuvo dos hijos.
Por lo que puso dos espantapájaros a cada extremo del extenso campo para espantar a las alimañas.
Y cada hijo se hacía cargo de cada extremo.
Pero el hijo más joven decidió ir a jugar antes que su hermano mayor, olvidándose de avisarle que se iba.
Cuando volvió a casa, sus padres estaban preguntando por su hermano.
Mintió que se adelantó y lo dejo solo.
Lo buscaron, pero nunca volvió.
La parte del hermano desaparecido empezó a secarse y marchitarse.
Dejando un espantapájaros en el campo seco.
El padre desconcertado y herido por la desaparición de su hijo.
Quito al espantapájaros.
El joven hermano se lamentó toda su vida por su hermano.
Cuando este murió de vejez, su espíritu no subió, si no fue engullido por el suelo.
La mentira y en engaño lo enterraron en cuerpo y alma a lo profundo de la oscuridad
-Da miedo- dijo la pequeña.
-Jaja- se rio Alisa.
Ambas niñas se durmieron,
Alisa se apoyó en el respaldo de la cama, viendo hacia la ventana al otro lado de la habitación.
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NOS VEMOS PRONTO