Capitulo 3

Alison y yo nos habíamos declarado la guerra después de encontrar mi Skate partida y las muñecas destrozadas. No importaba lo que nuestros padres insistieron, nunca nos llevamos bien y no lo íbamos a hacer ahora.

Decidieron no intervenir más, solo nos advirtieron que nuestras bromas no se fueran a salir de control y que no afectará a ningún integrante de la familia, entretanto que acabáramos con nosotros mismo, ya que mi tía Nicole decía que ya sabía cuál sería nuestro final.

No quise preguntar, sabía sobre las ocurrencias de mi tía y era mejor no saber.

Habían pasado dos años de nuestra declaración, cada vez nuestras bromas eran más pesadas.

―Te digo que debemos hacer algo al respecto―Dice mi amigo Samuel.

Mis amigos se habían unido a esta guerra y Alison había encontrado a sus aliadas en un grupo de chicas del colegio. Tanto ellas como nosotros manteníamos disputas.

―Tengo una idea― Dice John y nos acercamos para escuchar su plan.

―¡Es lo máximo!―Dice Cristian chocando las cinco.

Por un momento lo pienso si es buena idea o sería pasarse de la raya pero al levantar mi mirada y ver los carteles de mi imagen desnudo en todo el instituto pienso que es una mejor manera de vengarme.

―Mastiquen― Digo.

John nos pasa varias gomas de mascar y cada uno de los chicos empezamos a masticar y hacer que la goma se desgaste y luego la unimos en una sola bola.  Cuando el timbre suena para anunciar la salida nos apresuramos en salir con todos los estudiantes y nos escabullimos hasta dar con Alison que salía junto con sus secuaces e hicimos una montonera con los otros estudiantes haciendo que la goma de mascar quedara pegada a su cabello.

Alison ni siquiera se dio cuenta de lo que pasaba, ella empujó a varios chicos que habían caído encima de ella y salió con sus amigas y nosotros nos quedamos en un rincón observando cómo llegaban hasta el estacionamiento para subir al bus, pero antes de hacerlo una de sus amigas la detiene y le muestra que tiene pegado algo en el cabello. Vimos cómo su rostro se transforma en pánico y como una de sus amigas la jala para entrar de nuevo hacia la escuela. Mis amigos y yo tuvimos que correr antes de que alguna nos viera y vimos como entraban al baño de mujeres.

―Vámonos, es mejor que no nos quedemos acá―Digo a los chicos y juntos salimos hacia nuestros buses.

La semana pasada había manchado su pantalón de rojo, como si le hubiera venido la regla. Ella había ingresado al salón de clases y me había escabullido para que no se diera cuenta de que yo estaba en la parte de atrás del salón. Estaba sentado y algunas chicas me habían rodeado y ocultado con su cuerpo impidiendo su visión. Ella estaba en los puestos de la mitad y no se dio cuenta cuando me acerqué y saque una jeringa con sangre artificial y se lo eché en el pantalón.  Cuando ella se levantó tenía la parte de atrás manchada y el salón empezó a reír burlándose de ella.

Yo me quede en la parte de atrás con una sonrisa en mi rostro al verla correr hacia los baños, el maestro me vio riendo y se dio cuenta  de que no era de esa clase y me mandó de retención, pero valió la pena.

Ella se había vengado en hacer carteles de mi desnudo y los había pegado por toda la escuela. Eso sí, había modificado la imagen de mi pene para verse bien pequeño.

Llegué a casa y subí a mi habitación, me cambié y puse música hasta que escuche un pequeño grito. Sonreí y me asomé a la ventana y vi a mi tía con la mano en la boca mientras veía a su hija entrar a casa.

Cerré las cortinas y me acosté en mi cama mirando hacia el techo. Sonreí de nuevo aunque no podía evitar sentir un poco de nervios, debía prepararme para su ira.

Abrí la puerta y mire hacia todos lados para ver si no había peligro por el pasillo. Baje las escaleras y al ver que no había nadie en mi casa Salí por la parte de atrás y me escabullí por el jardín trasero hacia la casa de mi tía. Mi madre y mi tía había salido junto con mi pequeña hermana y Alison hacia la peluquería, no había nadie y debía darme prisa.

Sabía que iba a ser imposible poder arreglar el cabello a Alison, al parecer sus amigas habían empeorado la situación y solo un corte de cabello era la única forma de quitarle la goma de mascar. Subí hacia su habitación, mi tío Adam había salido con Nicolás y mi padre a traer la cena y no demoraría en llegar.

Deje la maleta que traía conmigo y empecé a sacar su ropa del armario. Alison no había cambiado en estos años, seguía siendo fea. Solo que ahora sus dientes tenían frenos y la verdad es que no creo que esos aparatos le vayan a ayudar para arreglar su boca. Lo peor es que su cuerpo era como una tabla, solo tenía un poco de cola porque de pecho no había nada y con el corte que le iban a tener que hacer me dio una buena idea para terminar con mi broma. Termine de sacar todo y puse lo que he traído conmigo y antes que alguno de mis tíos llegará Salí disparado hacia mi casa.

Mis padres no dijeron nada durante la cena, ya estaban acostumbrados a nuestras bromas. Cuando llegué a mi habitación empecé a buscar por todos lados si había algún peligro y de no ver nada me fui a dormir. No veía la hora que llegara mañana.

Al otro día mis ansias crecían por todo mi cuerpo, terminé mi desayuno y salí disparado de casa para poder ver a Alison. Había escuchado a mi madre decirle a mi abuela por teléfono que tenía que cortarle mucho su cabello y había quedado muy corto. En algún momento pensé que ella no vendría a la escuela, pero después la vi salir de su casa con mi ropa puesta, la misma que había dejado en su habitación. Ella vestía y se veía como un chico, la verdad es que cuando subimos al autobús muchos no la reconocían, llevaba gorra y se abrazaba a su mochila con fuerza.

Mis amigos no podían creer lo que veía, por primera vez ella no respondió a las burlas ni los insultos de algunos compañeros. Hasta se había alejado de sus amigas. Se mantuvo sola y así transcurrió una semana, no sé por qué ella seguía vistiendo con mi ropa, no se hablaba con nadie y seguía rechazando a sus amigas cuando ellas se acercaban a ella.