Dulce Enemigos

Capitulo 5

Les hago señas a los chicos que se mantengan ocultos detrás de los matorrales. Todos estamos vestidos de negro con máscaras macabras que haría gritar a cualquiera.

Ha pasado un año cuando quede completamente calvo, ahora puedo disfrutar en remover mi cabello de nuevo. La situación entre ella y yo sigue en lo mismo. Siendo enemigos.  Tampoco puedo evitar decir que sufro de delirio de persecución o paranoia, ya que mantengo vigilando mi entorno y no llevarme una sorpresa de ella.

Hoy Alison está con sus secuaces reunidas en el patio de su casa, una de esas pijamadas de chicas, ya que ella piensa que me he ido a quedar el fin de semana en casa de Cristian y aprovecha el momento para estar con sus amigas.

Mis amigos y yo nos acercamos a nuestras víctimas, tenemos una maleta llena de bombas de agua mientras ellas disfrutan de cuentos de terror y comen malvaviscos. Les hago señas a mis amigos y la rodeamos por completo y le hago señas con mis dedos.

1… 2… 3…

Los chicos salimos de nuestros escondites gritando y las chicas se levantan de un salto y empiezan a gritar corriendo hacia la casa, pero la puerta está bloqueada. Sonrió cuando veo que tratan de huir y empezamos a sacar nuestras armas.

―¡Idiotas!― Grita Alison tratando de ocultarse de los bombazos que le doy junto a sus amigas.

―¡Acaben con ellas!― Grito ejerciendo con fuerza cada lanzamiento que doy para que pueda quemar su piel con cada golpe.

Cuando los chicos y yo terminamos reímos al ver a las chicas en un rincón todas abrazándose entre sí. Choco las cinco con mis amigos y vemos que Alison se levanta furiosa y se acerca hasta donde estoy dándome un empujón.

―¡Eres un idiota!― Me empuja –Esta me la pagas― Me señala con el dedo y ni siquiera le prestó atención, mis ojos están en su blusa o mejor dicho en como sus senos se asoma por la trasparencia de ella por el agua ―¿Me estás escuchando?―

Miro su cara y bajo mi mirada a sus pechos ¿Desde cuándo le ha salido pechos a Alison? ¿Y por qué Alison no lleva sujetador?

―¿Andrew?―

Miro su cara y luego miro su pecho. Miro su cara y miro su pecho. Miro su cara y… Un fuerte golpe impacta en mi rostro. Me tambaleo hacia atrás y veo que se abraza a sí misma para ocultar sus pechos.

―¡Eres un degenerado!― Grita furiosa.

―Yo no estaba viendo nada― Escupo la sangre de mi boca –Ahí no hay nada que ver, sigues pareciendo un chico― Me doy la vuelta para irme a mi casa, pero siento un cuerpo balancearse sobre el mío y ambos caemos sobre los charcos de barro que hemos formado por el agua.

―Eres un estúpido ¡Te odio!― Empieza a golpearme la espalda.

Como puedo me doy la vuelta y al hacerlo quedo encima de ella y su blusa se hace un lado revelando… Abro los ojos al ver su pecho expuesto y veo que mis amigos la están mirando con los ojos abiertos y sin pensarlo me abalanzo sobre ella ocultándola con mi cuerpo.

―¿Qué haces idiota? Suéltame― Alison se sacude bajo mi cuerpo mientras yo la abrazo con fuerza.

―Deja de moverte― Digo tratando de no soltarla – Se te está viendo un pecho― Susurro en su oído y es cuando deja de moverse y se queda quieta bajo mi cuerpo ―¡Ustedes dejen de mirar!― Le grito a mis amigos que se dan la vuelta y Alison pasa las manos por debajo y ocultar sus pechos con sus manos.

Me levanto despacio sin mirarla y me doy la vuelta para salir hacia mi casa.

Al otro día estábamos en entreno, los chicos no habían dejado de hablar de la buena broma que les hemos hecho a las chicas y yo no dejo de pensar en Alison.

―¿Viste como se le vio el pecho a Ali?― Dice John.

De un tiempo para acá mis amigos han dejado de llamar a Alison espantapájaros ¿Será porque ya no parece a una?

Sacudo mi cabeza, ella sigue siendo fea.

―Guau, jamás había visto un pecho tan cerca―Dice Cristian.

―Dejen de hablar del pecho de la bruja― Murmuro molesto.

―¿Por qué?― Dice Cristian –No podemos negar que patito feo se está convirtiendo en un cisne―Mis amigos ríen.

―Ella no se está convirtiendo en ningún cisne, sigue siendo un espantapájaros― Digo.

―¿Espantapájaros? –Exclama John― Ella para nada sigue siendo un espantapájaros. Parece que el corte que le has hecho le ayudo para que su cabello saliera en forma y su cuerpo ha empezado a cambiar―

―¿Será que ya le vino la regla?― Dice Cristian ganándose un golpe mío en su cabeza –Auch ¿Por qué me golpeas?―

―¿Y tú por qué dices que le ha venido esa cosa?― Hago cara de asco.

―Porque cuando mi hermana le vino la regla su cuerpo empezó a cambiar― Dice ―¿Acaso no has estado pendiente en las clases de biología?― Encojo mis hombros restando importancia.

―Chicos, a los vestidores― Dice el entrenador.

Los chicos y yo nos dirigimos a las duchas. Empezamos a conversar sin darnos cuenta de que todos se han ido y somos los ultimo para ducharnos; al salir busco mi toalla y no la encuentro en ningún lado.

―¿Qué mierda?― Abro la puerta y miro hacia todo lados.

―¿Dónde está mi toalla?― Dice Cristian.

―No. Puede. Ser― Murmura John.

Salgo de la ducha tapando mis partes y camino hasta mi taquilla en busca de mi ropa y está la puerta abierta y no hay nada adentro.

¡Mierda!

No hay nada, ni una prenda y lo peor es que no hay nadie en la escuela a esta hora.

―¡Andrew!― Grita John llamando mi atención.

―Yo escojo el gris― Dice Cristian a nuestro lado haciendo que lo miremos ―¿Qué? El gris sale con mis ojos― Encoge sus hombros.

Hay tres vestidos de mujer colgados uno verde, azul y uno gris.

―No pondré eso― Dice John señalando los vestidos.

―¿Y qué piensas hacer? Se han llevado nuestra ropa, ni los móviles tenemos― 

Tomo el vestido azul, como dice Cristian, este sale con mis ojos. Los tres nos vestimos y salimos con cuidado mirando hacia todos lados para no ser atrapados.  Tengo la sospecha que todavía nos falta algo.



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En el texto hay: humor, familia, amistad

Editado: 22.05.2021

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