Me cambié de ropa y regresé a seguir trabajando, apareció nuevamente Evan invitandome a desayunar, necesitaba despejarme por lo que había sucedido con Ryan que acepté, al salir apareció él mirándome de reojo y yendo a alistarse para trabajar, al volver me ignoró por completo pero traté de disimular que me dolía para no engrandecer su ego, al caer la noche él se fue a dormir mientras terminaba de organizar todo, en medio de la oscuridad Evan apareció cuando lo vi me sobresalté porque pensé que me encontraba sola, pareció notarlo porque se acercó tranquilamente donde me encontraba y me ofreció un café, comenzamos a hablar de temas sin importancia de pronto surgió el tema de Ryan y traté de evitarlo pero él cortó todo intento de salirme por la tangente, me preguntó que sentía por él y no supe qué responderle jamás me había cuestionado acerca de mis sentimientos hacia él, noté que lo quería de una forma especial por decirlo cuando Evan me besó me puse nerviosa y lo aparté de mi empujandolo, sonriendo vi que su apariencia había cambiado ahora lucía muy distinto, tenía los ojos de color rojo y una sonrisa retorcida en los labios.
Ryan era un chico guapo con sus grandes ojos azules detrás de unos pequeños lentes color plomo y su cabello castaño claro que lo hacía lucir más joven, era bastante atractivo y varonil, siendo sincera me gustaba bastante pero no lo admitía porque no quería arruinar todo si él no me correspondía.
En los años anteriores la época navideña me había parecido de lo más triste, estaba lejos de mi querida familia por temas de trabajo hasta que Ryan llegó a la puerta del hotel buscando empleo, cuando lo vi me alegré inmensamente porque ya no estaría tan sola en las navidades venideras, me apasionaba de forma increíble mi profesión aunque ello implicaba pasar largas temporadas fuera de mi hogar dónde navidad era la más dura de todas así no la disfrutara tanto como cuando era niña, me gustaba ver a todos reunidos incluido él.
En la noche estaba lista para irme a dormir cuando apareció Evan y me pidió que le enseñara el pueblo, accedí de buena manera pidiéndole un momento para avisarla Ryan que quedaría a cargo del lugar mientras regresaba y de paso también tomé mi abrigo del perchero, recorrimos la mayor parte a pie hasta donde la nieve lo permitió conversando sobre trivialidades y regresamos al hotel a altas horas de la noche, se despidió cortésmente de mí dirigiéndose a su habitación, en eso Ryan apareció enfrente de mí con cierta expresión de tristeza en sus ojos pero no me dijo nada sino que me pasó un sobre blanco, al abrirlo pude leer por encima lo que estaba escrito me pedía que firmara aceptando su renuncia al cargo que desempeñaba para poder marcharse inmediatamente, quedé conmocionada ante esta solicitud y lo cuestioné sobre sus motivos pero no me dio ninguna razón válida por lo que le rogué que se quedará hasta que encontrara un reemplazo, aceptó a regañadientes y regresó a su cuarto; en ese momento sentí que se me rompía el corazón, no quería que se marchara y menos sin darme una explicación por lo que fui hasta su dormitorio a buscarlo pero no estaba, por lo que lo esperé pacientemente hasta que amaneció, sin embargo no apareció.
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Editado: 13.12.2018