Dulce sabor

UN NUEVO MUNDO

En el pasado Dante  había viajado a través  del  mundo, conocía los lugares más fascinantes que te puedes imaginar, aquellos que son exóticos y de gran ambiente, aunque nunca fue por diversión,  razón por las que no supo cómo era disfrutar, pero con Jade todo era una primera vez, ir a la playa, o simplemente caminar en un parque, el rubio poco conocía de esos aspectos tan triviales pero que dan tanta satisfacción. Jade ¿iremos en auto?, sabes que serán más de 24 horas de viaje – aquel hombre estaba algo preocupado, su fuerte definitivamente no era tener paciencia y dar ese viaje sin duda iba a ser largo, posiblemente cansado y tedioso.  Pero la  morena  no tenía intención de subir a un ave voladora. Cariño, no subiré a un  avión además  ya te dije –cuestiono con su mano derecha en las caderas en forma de autoridad lo que el rubio no dudó en reír pues conocía bien aquella expresión,  aceptando una derrota sin lucha , por lo que pronto el largo recorrido de más de 24 horas empezaría ese día siendo las 11 : am. Leo se había quedado para darle frente a la empresa, y Luis sería el guardia y chofer de la pareja  y con él otros 6 hombres más por lo que serían dos autos utilizados para ese viaje, el rubio no podía negar su inconformidad  ya que esta era notoria. Deja ya  esa cara cariño te gusta –la mujer volvió a hablarle, esta vez de frente a él y con una gran sonrisa depositada en esos labios, al tiempo que sus manos se posaban alrededor de las mejillas de este. Durante el viaje  estuvieron hablando, era impresionante como Jade siempre tenía algo que contarle, además de ser interesante, en muchas ocasiones las conversaciones de estos duraban horas, por lo que el rubio aunque  había estado inconforme no había notado el tiempo transcurrido desde que partieron, No hasta que su prometida dijo casi en grito. ¡Detenté por favor! – el  chofer quien  estaba concentrado en la carretera pensó que algo había pasado por lo que detuvo de golpe aquel vehículo ¿Qué pasó?- exclamó el rubio de forma alarmante, quizás algo le dolía o estaba mareada, pero al mirar la detenidamente  no parecía enferma ni adolorida, mas sin embargo esta abrió la puerta y  le indico con un sutil movimiento de su mano que saliera del auto. El masculino aún sin entender  sale de este y su mirada era solo para su prometida, hasta que ésta le señaló hacia el cielo, dejándole ver un atardecer jocoso parecía como si el mejor pintor lo hubiera trazado con una delicadeza, él  nunca  se había percatado de la hermosura que tenía el mundo de esa forma y se dejó atrapar por la magia del momento. Jade  se paró justo delante del hombre y este la rodeó por los hombros con ambos brazos. ¿Por qué es tan hermoso y yo no conocía de esto?- El hombre cuestiono  y esta solo pudo sonreír ante su  comentario. Dante sabes porque el sol se pinta de colores tan llamativos- cuestiono esta mientras que el sol a casi esconderse jugaba con las nubes mezclándose entre ellas formaba   un arcoíris de colores que iban desde el blanco, amarillo, naranja, y rojo.  La pareja no dejaba de ver el cielo  y ante la pregunta solo dejó salir un sonido el cual ella perfectamente entendió como no. Así la mujer podía continuar hablando. Pues los viejos de mi pueblo dicen que, hace muchos años existió una hermosa mujer, mas sin embargo su rostro era simple, no había nada que la hiciera sonreír, miles de caballeros  trataron de conquistarla pero todos fracasaron, hasta que conoció a un joven agricultor,  aquel joven hablaba con ella siempre, pero por muy interesante que fuera la conversación su rostro nunca mostró interés, aun así el seguía insistiendo, y más porque cada tres días al caer la tarde ella regresaba al mismo lugar, hasta que una de esas  tan pálidas tardes él le preguntó ¿Porque nunca sonríes?  -la joven lo miro sin pizca de sentimiento y respondió  irónicamente -¿el día que el cielo se tiña de color sonreiré?- aquello realmente le causo risa al joven quien entre risas le dijo –seré el pinto y te veré reír -  debido a su frialdad nadie se casaría con ella eso pensaban pero el joven la amo así tal fría y hermosa, su relación  de días se transformó en años. La joven dio un descanso a sus palabras pero casi de inmediato el rubio  alegó -¿Qué más?- la morena  sonrió pues parecía estar muy atento al relato y continuó con este. Como era de esperarse se casaron, muchos susurraba que se había casado con un robot un ser sin alma, otros decían que era un demonio, hasta que 10 años después un grupo de ladrones entraron a su casa, querían extraer lo poco que la pareja tenían, y en una disputa terminaron por herir al joven e irse al instante, aquella mujer que antes no había emitido  gesto ahora gritaba entre lágrimas con su esposo a medio morir en brazos, los gritos alarmaron a los vecinos que llegaron a  toda ráfaga pero la escena era devastadora. Aquel hombre sonrió –pude verte llorar, ahora iré a pintar el cielo para verte reír- las palabras golpearon como tambores en el corazón de ella,  la mujer estuvo toda la noche con el cuerpo de su esposo abrazados, hasta que los primeros rayos de sol  golpearon los cuerpos.- en aquel momento sintió la respiración del rubio entrecortarse y levantó su mirada para ver sus ojos llenos de lágrimas,  y el luchando por retenerla, Jade volvió a seguir con su relato. Pero aquel amanecer era diferente, un color rojillo se escabulle entre las nubes grises y blancas, todos quedaron admirados, ese amanecer era tan hermoso, la mujer alzó la mirada y al notar aquello  una sonrisa se dibujó en sus labios. Los abuelos dicen que desde entonces y hasta que ella murió el coloreaba el día de colores para verla siempre feliz, ahora los dos disfrutan de pintar el cielo- para cuando jade terminó su relato ya había oscurecido y con un leve movimiento quedó de frente al masculino, allí pudo notar las lágrimas de los guardias correr por sus mejillas y la mirada de su prometido. Después del relato  se detenían cada que jade pedía y todos disfrutaban de una nueva historia que ella les brindaba sobre el mundo que aunque sabían que existía no lo conocían  así gozaron de la magia del día y la  noche, tanto que no se percató que el destino al cual viajaban estaba cerca de ellos. Está en la cima de la montaña tu hogar –pregunto confundido Dante ya que aquel pueblo no se veía pero jade negó a toda prisa No sobre la montaña está entre estas- el rostro era una mezcla de confusión e impaciencia, la misma que se hizo más grande cuando el camino terminó. Ahora debemos seguir a pie- ¿a pie?- Dante pensó un momento pero bajó del auto para empezar la travesía, no sin antes admirar el lugar  de arriba, abajo, de lado a lado, quizás arrepintiéndose un poco. Hasta que Jade tomó su mano empezando a caminar, siendo seguidos por los guardias. CAPÍTULO 4 ENTRE LAS  MONTAÑAS Jade había dicho que el pueblo no estaba a más de 1 hora de camino, aquellos hombres de ciudad la tendrían muy difícil, pero la travesía empezó y la morena comandaba aquella pequeña tropa,  habían pasado 20 minutos de travesía y los masculinos, estaban empapados de sudor, pero fuera de eso todo transcurría normal, hasta que un grito los asustó, y voltearon a dirección de esto. El más joven de los guardias había  visto moverse algo que no supo explicar entre las plantas a su lado y tocarlo, aquellas palabras asustó a todos en el lugar, tanto que recorrieron con la mirada sus alrededores, Jade quiso no reír pero era imposible, y en una loca travesura les dijo “cuidado hay escorpiones”, las palabras asustó a los guardias, incluso a Dante por unos segundos quien,  refunfuño y dio un muy suave golpe a la frente de la morena para  comentar No es cierto, señorita no estamos en tierra de escorpiones- quizás Jade podía engañar a los demás, pero el rubio era muy inteligente y engañarlo sería la tarea más difícil. Él era inteligente y sabia de muchos temas,  pero aquel rubio prosiguió diciendo-quizás una que otra serpiente, aquellos caballeros parecían papel blanco por lo pálido de sus rostros, mientras que la pareja de traviesos reía y seguía cambiando. El resto del camino fue fácil de andar y pronto estaban en la entrada del pueblo, la primera mujer que vio a Jade fue su abuela paterna quien dijo un grito de alegría pronunciando el nombre de esta para caminar a su paso más veloz hacia su bella nieta. Pronto todo el pueblo se acercó para dar la bienvenida a la morena y por  aquellos minutos, todos admiraban a los acompañantes de Jade muchos estaban consiente que él era pareja de la morena. Durante la semana en  ese lugar nuestros refinados caballeros, vivieron experiencias que les quedarían marcadas cuál cuadros  preciosos y muy valiosos en sus corazones, aquel pequeño pueblo era  un mundo diferente. Empezaron por cambiar las  finas copas  a jarrones hechos con jícaro, donde disfrutaban  café puro  cada mañana y al anochecer, Dante había probado muchas clases de  vinos  de mucho valor y muy refinados, pero en aquel lugar no existían solo habían las  bebidas urbanas. El rubio que gozaba de ser casi inmune a aquellos manjares de alto costo, solo con tres sorbo del trago obsequiado por los viejos de la aldea el primer día quedó tendido y ebrio,  al igual que quienes debían cuidarlos, al día siguiente muy temprano, les habían preparado un viaje a la cascada a la cual no llegas caminando para eso está  en un cambio transporte bastante peculiar. No como piensas que subiré a eso-dijo él mientras sus ojos iban desde el animal  hasta su mujer  con un gesto de desapruebo, pues subir  sobre un burro nunca había estado ni en su más loco sueño. No es un eso, es un burro y uno muy hermoso- replicó ella con tono  divertido, mientras tocaba con suavidad el brazo del masculino tratando de persuadir su decisión , lo cual era difícil en ese momento, por lo nuevamente sugirió –bueno caminemos tardaremos una hora o dos – dijo y miró a los hombres aquellos de la ciudad no tenían buenos gestos ante la idea de subir a uno de los burros ni de caminar – ellos no muerden, son lindo y amables así que vamos la cascada está lejos y este es el único transporte-añadió para  terminar la disputa , aquello último no parecía un comentario más bien era una orden, y quizás si lo fue pues todos subieron a los burros para empezar su travesía.  Mientras iban por el camino jade le contaba sobre sus tierras, entre las costumbres y los lugares sagrados para ellos, pero el camino se les hizo más corto y al llegar todos quedaron muy asombrados. Todo valió la pena realmente ese lugar era muy bello tanto que Dante pensó que su piscina no tenía validez ante este lugar, en el que disfrutaron hasta casi caer la noche, al volver  había una pequeña fogata en la que el pueblo los esperaba para compartir, entonces el rubio paso de finos y elegantes restaurantes  a  una pequeña fogata escuchando los cuentos o leyendas de los más viejos, las risas de los niños y los ruidos de algunos animales escondidos entre la oscuridad. Tanto Dante como sus hombres estaban disfrutando de todo aquello, quizás los grandes lujos no se daban allí pero, no existía un lugar dentro de la ciudad que se comparara con ese pueblo. Leonardo jamás imaginé que un mundo así existiera- comentó a su secretario y mejor amigo mediante una llamada, en la que  su tono de voz dejaba ver su entusiasmo, y siguió comentando-debiste  haber venido. Aquel sujeto del otro lado del teléfono  quien estaba en medio de una gran oficina con papeles a leer sintió un tanto de envidia  mientras escuchar a su amigo contarle sobre el lugar prosiguió -el corazón de mi esposa  fue creado y madurado alrededor de grandes perlas pero ella sigue siendo la más brillante y valiosa para mí- aquel  hombre no dejaba de hablar y cada palabra que decía era sobre lo maravilloso del lugar y lo encantado que estaba,  tanto que  a Leonardo le fue imposible comentarle algún tema sobre la empresa o la casa, aunque no eran urgentes o graves, el hombre tampoco quiso incomodar o interrumpir su viaje de descanso, por lo que a gusto solo dejo que el rubio descansara. Ahora la morena era del gusto de Leo, y para él su amigo estaba en las mejores manos, era feliz y eso era lo más importante. Por otro lado quien no estaba feliz era Rebeca, nada le salía bien, no sabía cómo atacar a Jade, no podía divorciarse del viejo de su marido y ahora si sentía que Dante está fuera de su alcance AISHH NO ME TOQUES- gritaba a su esposo mientras que este buscaba un rato de pasión  y las arrugadas manos recorrían la cadera de la mujer hasta llegar a sus senos apretándole - si quieres seguir viviendo en esta casa y bajo  estos lujos  entonces compláceme o tu mundo se derrumbara- el viejo no dudo en decirle  aquello para obtener lo que deseaba el cuerpo de Rebeca. Al terminar este se levanta vistiéndose mientras la mujer tendida y desnuda en la cama se cubría y su rostro dejaba ver el desprecio hacia su esposo, el mismo que él sabía que existía igual que esta tenía deseos por el gran magnate Dante Saint. Así que no dudo en hacer comentarios para molestarla Dante supo escoger bien –suspiró él ya canoso y arrugado mientras volteaba a verla -jamás podrás tener la belleza y distinción de esa joven, rebeca no te puedes comparar con ella- él viejo sonrió ante aquella frase mientras que  Rebeca no pudo soportar aquellas palabras y lanzó hacia su esposo una almohada sin satisfacción pues está a duras penas toco los pies del viejo, quien miro esta y luego a la mujer para proseguir diciendo -eres hermosa pero simple ya me aburres, te he explorado y no existe nada más en ti - volvió a decir el anciano y se inclinó para levantar lo que la mujer lanzó para  colocarlo en la cama de nuevo así retirarse  de la habitación con una sonrisa grande de satisfacción. Dejando a rebeca sumergida entre una ira irracional, esta mujer con lo caprichosa y su superioridad  no podía soportar tanta ofensa, para gritar mientras apretaba sus sábanas - lo Juro acabaré contigo aunque  eso signifique matarte JADE  estúpida mujer – los gritos de odio y frustración se escucharon por toda la casa aquel día,   ruidos de cosas quebrantandose o golpeando contra  las paredes quizás fue la primera vez pero Rebeca, sintió que cambiar amor por dinero fue una mala decisión. Y mientras está  vivía el infierno que ella misma creó Nuestra pareja regresaba cargados de obsequios que todos en el pueblo les dieron, algunos incluso para Alberto, aunque los intento de esta por verlo hasta el momento habían sido en vano, Dante sabía del aunque no lo conocía pero sus ojos y su corazón estaban tan entregados a Jade que jamás sintió ni el más débil celo por aquel hombre no era que no fuera competencia solo que sabía que él era el dueño del amor de la morena. 




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