—Feliz cumpleaños Devi —mi novio me extiende un presente asomando una sonrisa sin emoción
—Prometiste que hoy celebraríamos juntos—le recuerdo inconforme
—Lo sé, pero mamá...
—Siempre tu madre interfiriendo en nuestros planes —corto su argumento cansada de lo mismo
—No hables así, Devora —se atreve a alzarme la voz
—Y como quieres que hable de una persona que ha hecho de todo para separarnos —reclamo furiosa —. Tu madre no me quiere por ser quién soy Mauricio.
—Eso no es verdad.
—Es la verdad, pero te niegas a aceptarlo.
—Mi madre solo tiene un carácter difícil, pero si te esfuerzas en conocerla verás que es una gran persona
—Piensas que no me he esforzado —lo miro indignada —. Cada vez que me acerco ella me aleja con sus malos tratos y su cara de desprecio
—Estas exagerando
—Exagerando? claro! Soy una exagerada —repito, aceptando mi derrota —. Mejor vete, tu madre debe estar esperándote para presentarte tu próxima conquista —digo con reproche
—Devi —intenta tocarme, pero me aparto rabiosa
—Es mentira lo que digo? —inquiero y baja la mirada confirmando mis palabras
No es la primera vez que su madre organiza citas para él con mujeres de su estatus. Su familia es acaudalada y yo soy la hija de un vendedor de reliquias en el mercado de las purgas
¿Ni siquiera sé cómo es que estamos juntos? ¡Ah sí! Un día, él vino a la tienda de mi padre buscando un objeto raro para su padre y fui yo quien lo atendió. Desde ese día continúo visitando la tienda con cualquier excusa barata hasta que terminamos saliendo.
Suspiró cansada y decepcionada.
Ya sé lo que pasará está noche. Él se reunirá con alguien más y terminarán revolcándose como ha ocurrido en otras oportunidades
—Vete ya Mauricio —le doy la espalda adentrándome en mi casa, él no me sigue
Minutos después escucho su auto alejándose
Papá me mira con pena desde la cocina, conociendo claramente mi intención de llorar
—Vale cariño, ven a los brazos de papá —abre sus brazos y sucumbo ante el dolor
Lloro por unos largos minutos en tanto papá me consuela diciendo que soy una joya que merece algo mejor. Sé que tiene razón, pero el amor es un sentimiento que te vuelve estúpido e irracional. Le prometo a papá que terminares mi relación de tres años con ese idiota y finge creerme para no hacerme sentir mal.
Mama llega con el pastel justo en el momento en que papá me cuenta uno de sus chistes malos, por lo que no nota que estuve llorando.
Cantamos el feliz cumpleaños en familia y luego de comer pastel recibo la llamada de mis amigas recordándome que esperan por mí en un club famoso de la ciudad.
Papá se encarga de llevarme recordándome que beba con moderación, aunque ya cumplí los 21 años para mis padres sigo siendo su niña pequeña y única hija.
El club donde papá me deja es enorme, moderno y exclusivo. Solo para clientes de un nivel de vida alto, mis amigas consiguieron pases vip con alguno de sus sugar daddy.
Entro en el majestuoso lugar dirigida por una anfitriona que viste una prenda ajustada bastante provocativa, el ambiente es animado, la música es envolvente, mis amigas me hacen señas desde su lugar y llegó a ellas tratando de no mostrar mi cara de derrota por lo ocurrido con Mauricio.
—Vicki —abrazo a mi amiga de la infancia quien fue la que organizó esta celebración
—Que te ocurrió? —inquiete rápidamente conociendome de pie a cabeza
—Me retrasé por el tráfico —argumento dubitativa
—No hablo de eso, hablo de tus ojos hinchados —descubre que he llorado
—Omg.. —pienso rápidamente —. La emoción por mi cumpleaños —miento
—No me salgas con esa mierda, Devora —comienza a sospechar —. Fue el idiota de Mauricio otra vez, cierto? —se me nubla la vista al recordarlo.
—Ya, déjala en paz —interfiere Nathaly —. Hoy te haremos olvidar al cabrón y a la bruja que lo parió, toma —pone en mis manos un trago —. Bebé hasta el fondo —anima entusiasta
Ella es la amiga que vive una vida despreocupada, pero da buenos consejos que nunca pone en práctica.
Sin dudarlo bebo el trago que me ofrece de un sorbo que me quema la garganta
—Gracia Nath —recupero el aliento
—Para eso son las amigas —me sonríe de vuelta
—Ya tomen asiento de una vez —protesta Amalia desde atrás
Su cara es de pocos amigos, diría que es la más amargada y santurrona de las tres
—No seas aguafiestas —la reprende Nathaly
—Por que demonios tenían que organizar está celebración en este lugar —protesta en desacuerdo
—Ay ya estás aquí, mejor bebé un trago y relájate —recomienda Vicki —. Tal vez hoy consigas tu príncipe amargado —carraspea —. Quise decir, príncipe encantador —le entrega un shot de tequila el cual Amalia recibe sin nada de gracia.
Tomo asiento en medio de las tres en tanto Nathaly me pone la corona de cumpleañera
—Te compré este presente —Amalia me entrega un libro de mitología
—Gracia Mali —mis ojos brillan al ver que es el libro que le faltaba a mi colección de mitología griega
—Yo te conseguí esto —vicki pone en mis manos un álbum filatélico con algunas estampillas antiguas
—Donde? —la miro asombrada —. Cómo?
—Use algunos contactos —encoge sus hombros como si fuese cualquier cosa
Ella sabe cuánto deseaba esto y conseguirlo era casi imposible para mí.
—Gracias Vicki —se me aguan los ojos, pero esta vez de la emoción
—Hey, mi regalo no tiene nada que ver con colección, pero te será muy útil —Nathaly me pasa una caja la cual abro y encuentro un...
—Nathaly —exclamo conmocionada
—Que? —finge inocencia
—Esto que es? —inquiero perturbada
—Le dije que eso era demasiado —argumenta Amalia
—Ay por favor, acaso nunca usaste uno —responde como si fuera lo más natural del mundo
—No —contesto con seguridad —. Y si llegase a usar uno, no sería de tan gigantesco tamaño
—Claro, de seguro Mauricio lo tiene como una espinilla —comenta con una risita burlona
—No exactamente, pero.. —caigo en su juego.
Vicki y Amalia también se ríe y no me queda de otra que unirme.
Guardo avergonzada el consolador y los demás obsequios dejando el tema del tamaño de Mauricio a un lado. La música me llama en tanto el alcohol inunda mi sistema, Nathaly propone bailar las cuatro y arrastramos a Amalia hacia la pista de baile.
Paso trago tras trago evitando pensar en lo que estará haciendo Mauricio en este momento, quiero odiarlo, pero no puedo, lo amo y no ha habido nada en el mundo que me lo saque de la cabeza.
Las chicas sugieren un juego que consiste en decir algo que te guste y el siguiente jugador debe decir lo que le gusta mencionando lo que le gustó al jugador anterior, estoy lo suficientemente ebria para aceptar cualquier reto.
—Comienzo yo —se ofrece Vicki —. Me gusta el perfume caro
—Me gusta el perfume caro y el miembro duro de un hombre —habla Nathaly y sigue Amalia
—Me gusta el perfume caro, e-el m-miembro duro de un hombre —lo dice con tanta dificultad que me causa risa —. Y los malvaviscos
Sigo yo
—Me gusta el perfume caro, el miembro duro de un hombre, los malvaviscos y.. —se me traba un nudo en la garganta —. Y Mauricio —lágrimas abandonan mis ojos sin poder controlarlo
—Si, si, ya suéltalo nena —Nath me consuela en tanto Vicki me pasa un trago, seguido de otro y Amalia un pañuelo.
Lloro soltando toda la verdad y a las tres le dan ganas de ir a cortarle los huevos que le faltan al idiota de Mauricio
—Juro que lo mataré —truena los dedos mi amiga Amalia, la más civilizada
—Yo lo enterraré, aunque mejor dejo que se coma su carne los perros —propone Nathaly
—Querrás decir los cuervos —corrige Vicki
—Eso.
No puedo evitar sonreír por sus ocurrencias.
—Ahora que estás más calmada debes completar el reto —me dice Amalia
—Perdón? —no entiendo de qué habla
—Perdiste al recordar al idiota, debe pagar tu penitencia —responde Vicki
—En que parte del reto decía que no debía mencionar a Mauricio —cuestiono confundida
—Estoy segura de que en algún momento lo mencioné —argumenta la tramposa de Nathaly
—Es en serio? —las tres asienten
Me resigno a pagar penitencia porque es imposible ganar contra ellas
—Bien, cuál es el reto? —pregunto acorralada
—Besar al hombre que te parezca más atractivo en este lugar —responde Vicki con una sonrisa peligrosa
Termino mi trago sacando valor de no sé donde.
Ya quisiera tener la misma seguridad de Nathaly para hacer algo así, pero por suerte el alcohol en mi sistema está a mi favor, inyectándome la energía suficiente para cumplir este reto
Echo un vistazo por todo el lugar buscando a un chico que me guste y la verdad todos me parecen sosos.
Mi novio es rubio, fornido, con ojos azules y una sonrisa encantadora. Será imposible conseguir algo mejor en este sitio.
Miro hacia la planta superior y un tipo alto, rubio, de apariencia misteriosa capta mi atención. Está serio y concentrado en una conversación con otro sujeto al cual no le veo el rostro
—Lo escojo a él —señalo hacia donde se encuentra el individuo para que las chicas vean a quien he escogido —. Ya regreso —digo antes de caminar segura hacia la plata superior
—Tú puedes campeona —escucho gritar a Nathaly
Yo sigo adelante con determinación, atravieso mucha gente, subo una escalera circular y llego a un ambiente más relajado. Mujeres se pasean en prendas íntimas de un lado para el otro ofreciendo trago a los clientes que en su mayoría son viejos verdes que las manosean descaradamente.
Paso de todo eso y continuo mi camino, llegando al salón privado donde se encuentra mi objetivo. Varios hombres con apariencia de asesinos custodian a los alrededores, no sé quién es el tipo que pretendo besar, pero no me importa porque el alcohol no me permite pensar con claridad
Llegó a la mesa donde se encuentra y deja de hablar con su acompañante para centrar su atención en mí. Sus ojos son de una tonalidad verde oliva, su rostro es endemoniadamente atractivo, se levanta y noto que es un gigante de esos que salen en las películas de vikingos.
Me mira con seriedad, luego levanta su mano derecha para hacer una señal que por alguna razón logro identificar como:
Sáquela de aquí
Siento a los de seguridad venir hacia mí, el vikingo vuelve a su lugar y en lo que toma asiento aprovecho y..
Me siento en sus piernas con total confianza, rodeo su cuello y atraigo esos labios rojos y carnosos que se carga hacia los míos.
Rayos, truenos y centellas
Sabe a jarabe de caramelo con alcohol, su boca es como el fuego, arde, sus labios son suaves. Él, está atónito y le cuesta reaccionar, mientras yo saqueo su boca con un beso francés.
Alguien intenta apartarme, pero clavo mis uñas en el cuello de mi víctima aferrándome como si mi vida dependiera de ello. El beso se vuelve un volcán cuando el vikingo me corresponde de una manera sagaz y salvaje. Los que intentaban alejarme me dejan en paz en tanto yo me vuelvo gelatina en los labios de mi víctima.
Ahora no sé quién es la víctima.
La que está siendo devorada soy yo en manos de semejante semental que ahora pasea sus grandes manos por mi cuerpo produciendo que mi piel se erice y me prenda a mil revoluciones.
—Porno en vivo, que interesante —una voz gruesa habla tras de nosotros, consiguiendo que el vikingo reaccione y corte el momento.
Estoy extasiada, el vikingo tiene los labios hinchados y los ojos oscurecidos.
—Quítemela de encima —habla por primera vez con una voz sexy y profunda.
—Bah! no seas aburrido Dimitri —vuelve hablar la voz gruesa
Aclaro mi vista de ebria y noto que es otro gigante con porte de dios griego
¿Que es esto? El mundo de los dioses del Olimpo
¡Oh! Casualmente, este club se llama el Olimpo
—Hay momentos para todo, señor —responde el vikingo —. Estamos en una conversación importante y está mujer desvergonzada vino a interrumpirnos.
¿Escuche bien?
¿Me dijo desvergonzada?
—El sexo es prioridad Dimitri —responde el dios griego levantándose con un porte de autoridad que te vuelve una sanguijuela —. Por hoy queda concluida está reunión. Ve y diviértete con la chica —finaliza con una sonrisa diabólica y sensual
Se retira y detrás de él se va la mitad de la seguridad
¿Quien es esta persona?
—Shaw! —el vikingo llama con voz enojada a uno de su seguridad
—Si, jefe? —un gorila robusto da un paso al frente
—Llévenla a mi oficina —da su orden y no sé dé quién habla, hasta que soy tomada por varios hombres de seguridad y arrastrada hacia una tercera planta.
Oh no, creo que me he metido en serios problemas.