Capítulo 13

Devora Agazzi

En este momento me siento curiosa por la sorpresiva aparición de una despampanante mujer castaña que nos observa de manera recriminatoria

El cambio de comportamiento del vikingo y la manera apremiante con que corto nuestro beso me hace consciente de que no es cualquier mujer

—Te hice una pregunta, Dimitri —reclama furiosa la castaña

—Te di una orden. Por qué sigues ocasionándome problemas —gruñe en respuesta el vikingo

—Quien es está mujer? —indaga lanzándome una mirada feroz

—No es tu asunto. Sal de aquí ahora —la reprende en su tono frío y demandante

—No me marcharé de este lugar hasta que me digas quién.. —deja de hablar tras notar a Kylian en los brazos de uno de los guardias —. Este bebé? —lo mira con sumo interés

—Es mi hijo —responde el vikingo

—No puede ser cierto —la mujer entra en estado de incredulidad

—Como te habrás dado cuenta, el parecido a mí es notorio, por lo tanto, la prueba de paternidad está demás

—Prueba de paternidad? —musito sin entendiendo de que hablan

—Aunque el niño tenga un leve parecido a ti, no estaré convencida hasta hacerle un examen de ADN —ambos continúan en su acalorada discusión, ignorando todo a su alrededor

—No le harás la maldita prueba —brama enojado el vikingo —. Sáquenla ya mismo de aquí

Tras la orden un grupo de hombres la rodean tomándola por la fuerza

—Dile a tus hombres que quiten sus asquerosas manos de encima, Dimitri —ruge la mujer soltando lágrimas de amargura

—Ya di una orden, que esperan para obedecer —el vikingo se mantiene firme en su decisión

—He sido tu apoyo en lo momento más duro, no puedes tratarme como uno más de tus peones, he soportado mucho por estar contigo, te he demostrado mi amor y lealtad en todo momento —le recuerda la mujer con una mirada de dolor que solo me produce compasión

—Suéltenla —profiere como un torbellino causando pánico entre sus hombres —. Dirijan a Sarah a mi despacho, no la dejen salir hasta que yo llegue —cambia su orden confirmando que la castaña llamada Sarah no es cualquier mujer para él.

Los hombres la liberan de su agarre permitiendo que ella camine siendo dirigida por el grupo, su semblante ahora es abatido y derrotado

—Conduce al niño y a su madre a mi cúpula —esta vez le habla al gigante que tiene en sus brazos a mi hijo

—Que está pasando con esa mujer? Quien es? —indago importándome poco su mal genio o si estoy siendo entrometida

—Ella es mi asistente —declara con firmeza, pero no le creo

—Me puedes explicar por qué tu asistente se cree con el derecho de hacerle una prueba de ADN a mi hijo? —exijo una respuesta concreta de su parte

—Porque sabe que no soy un hombre que anda dejando hijos regados por todos lados y porque soñaba con formar una familia conmigo. Como te habrás dado cuenta no acepta que ya tuve un hijo contigo—contesta sin rodeos

—Entonces no es solo tu asistente —acierto mis sospechas

—Tuvimos una relación no formal.

—Me parece que ella no lo vio así.

—No tengo la culpa de que se haya ilusionado. Fui claro. Cero compromiso y ella aceptó.

—Eres un insensible —me enoja la frialdad con que lo dice

—Lo soy —reconoce sin remordimientos —. Me tengo que ir, regresa a la cúpula con shaw —termina la conversación largándose detrás de la chica castaña

Por alguna razón mi pecho se oprime al saber que existe una mujer que logra remover aunque sea un poco su corazón de piedra. No debería importarme, pero aquí estoy negándome a aceptar que siento celos de la chica llamada Sarah.

Con ayuda de unas muletas llegó a la cúpula sorprendiéndome encontrar una habitación especial para Kylian con todas sus comodidades.

Mi hijo disfruta feliz de todos sus nuevos juguetes, mientras yo me obligó a sonreír ocultando la inquietud por saber qué está haciendo su padre.

La noche llega y no hay señales del vikingo por lo que, no resisto las ganas de acudir a la única persona con quién me siento en confianza para preguntar

—Tardará en regresar tu jefe? —inquiero casual hacia el chico llamado Aldo. Quien se encuentra en la cocina charlando con el gigante llamado Shaw.

—Si necesitas algo, yo puedo conseguirlo para usted, señora? —me da una respuesta evasiva

—No necesito nada, solo quería saber si tardará en regresar tu jefe. Necesito hablar algo muy importante con él —argumento sin verme desesperada

—Yo le recomendaría irse a la cama, probablemente el señor Dimitri no regrese esta noche —responde sin rodeos.

—Es así —finjo tranquilidad tragándome la mala sensación

Con un suspiro regreso a la habitación donde Kylian descansa tomando lugar en el sillón junto a la ventana.

Recuerdos de ese último beso que nos dimos invaden mi cabeza de manera tormentosa, fue tan electrizante que todo el enojo que sentía hacia él por refregarme en la cara mi fracaso en el amor, se esfumó

Odio sentirme débil ante su toque, mi piel se eriza y mi cuerpo tiemblan tan solo con su cercanía.

Mauricio jama produjo esta sensación en mí y me siento alarmada por no poder controlar mis sentimientos. Sin duda es la persona equivocada, sufriría otra terrible decepción, ya que el vikingo no cree en el amor, mucho menos le interesa experimentarlo.

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Horas después

Siento como si flotara en una nube. La fragancia familiar del vikingo inunda mis sentidos despertándome de mi sueño profundo

—Que ocurre? —aclaro mi vista descubriendo que estoy siendo trasladada a otro lugar —. A donde me llevas? —inquiero cerca de su rostro serio e imperturbable

—Si duermes en ese sillón, amanecerás con dolores musculares —contesta abriendo la puerta de su habitación

Me deja en su cama y revisa mi tobillo con sumo cuidado.

—Que hora es? —rompo el silencio sin perder de vista su rostro llamativo

—Las doce menos cuarto —responde echándole un vistazo a su reloj de mano —. Aldo me dijo que querías hablar conmigo —comenta buscando en su mesa de noche medicina para la inflamación