Reino Wesley
(Actualidad)
El día del juicio había llegado, como una persona que cometió un delito mayor, se le colocó frente todos sus compañeros de cuarto, aquellos que se supone fueron testigo de su delito. Estaban Generales y un Juez que se se encargaría de hacer justicia por lo sucedido. Para dar inicio al juicio solo faltaba la presencia del demandante, la Capitana Lee no se había presentado a la hora estimada. Los Generales mandaron llamarla pero ninguno de los soldados sabía de su paradero. Su último reporte marcaba que había pedido permiso para salir de las instalaciones por motivos personales.
Todos murmuraban la falta de educación de la Capitana al no presentarse al juicio, unos pensaban que Lee le temía a Ted y por eso no se presentaba, otros que la Capitana solo era una de las mujeres que le gustaba llamar la atención y su lugar en la militarizada se lo había ganado por su cuerpo. Los compañeros que estaban en la sala no soportaban las grandes mentiras que salían de la boca de cada uno de ellos.
— ¡Ya basta! Detengan sus calumnias o yo mismo callare sus bocas.—Exclamó Colly observando con odio a los de la sala, en especial a Ted. Por admiración a la Capitana no permitiría que marcharan su honor.
— ¡Orden en la sala!—Interrumpió el Juez golpeando su mazo contra la mesa.— Teniente Colly Tolman, le pido que guarde compostura y me explique porque razón su Capitana no está presente.
— Una disculpa su señoría, nosotros estamos sorprendidos de la misma manera. Mi Capitana solo nos informó lo esencial antes de marcharse. No sabemos las razones de su demora.
— En vista de su ausencia, temo que nosotros debemos tomar el destino del acusado.—El Juez se puso de pie para dictar la sentencia de Ted cuando las puertas de la habitación fueron asotadas.
— Me temo que debo irrumpir a su dictamen su señoría.—Menciona Lee acercándose a Ted. Todos estaban sorprendidos de la presencia de la Capitana, ordenó a Hank conjurar la sala para que solo fuera un juicio entre su equipo y el juzgado.
— Capitana Lee, su actitud no ha sido la correcta y en este juicio se le prohíbe usar magia o cualquier don fuera del entrenamiento.
— Tengo derecho usarlo, así como ustedes pensaban castigar a un inocente frente a muchos, usándolo como manera de diversión. Estoy jugando de la misma forma que ustedes.
— ¡Maldita malcriada! ¿Qué no sabes a quién te diriges?—Responde uno de los Generales que estaba al lado del Juez.
— Y acaso usted sabe de lo que soy capaz, no me molestaría cortar un par de cabezas más y mancharme las manos por personas que no saben identificar los errores.
— ¡Orden, orden! Capitana Lee Overflow, entiendo que quiera salvar del castigo al Soldado Ted Chedman, pero su actitud solo empeorar las cosas. Así que por favor tome asiento y expliqueme la situación.
Lee contó con lujo de detalle al Juez el como habían sucedido las cosas, que debido a su descuido había sido dañada. Que el Soldado no estaba lo suficiente capacitado como para usar ese conjuro y por su descontrol el rayo salió disparado sin saber que golpearía alguien. El Juez era mucho más comprensivo que los Generales, no se dejaba llevar por las palabras de estos hasta saber ambas historias. Después de escuchar ambos dictámenes el Juez nuevamente tomó la palabra.
— Ahora que hemos escuchado tu historia, me gustaría saber la opinión del afectado. Soldado Chedman, ¿está de acuerdo con el testimonio de la Capitana Lee Overflow?
— Sin duda su señoría.
— En vista de que ambos aprueban el testimonio, eso no le libra de un castigo Soldado, debido al daño causado, su Capitana asignará sus condiciones. Eso le permitirá liberarse de cualquier encierro en la cárcel del cuartel, además de mantener limpio su expediente.
— De acuerdo su señoría.
— Bien, el juicio se concluye a las 10:25 AM, se levanta la sesión.—Al golpear su mazo el conjuro desapareció. Todos estaban desorientados y dudosos a lo que había sucedido, los Generales se retiraron molestos y dejaron al equipo solo.
Sus compañeros se acercaron felices a ambos, el juicio había acabado de la mejor manera, Ted no tendría opción más que aceptar todo lo que la Capitana le ordenara.
— Hey chicos, ¿les gusto mi entrada?
— ¿Dónde demonios estabas Lee? Todos estábamos preocupados, jamás te vas sin explicarnos lo que haces.—Interrumpe Jock molesto.
— Se los explique, pero me encargue de borrar su memoria—Todos se miraron confundidos.— Si no lo hacía, los Generales podrían arruinar mis planes, eran un blanco fácil en este momento.
— Ahora entiendo porque no recuerdo que calzoncillos llevaba en esa noche.—Menciona Hank rompiendo el momento tenso.
— Hank, ¿tu usas calzoncillos?—Pregunta Colly bromeando causando más risas entre todos.
— Siempre los uso chicos, pero ahora responde, ¿qué pasó con esa idolatría a Lee? Si ni si cillin lis cirriri li bici.— Hank cerró la boca de Colly causando que su rostro se tornara rojo por la vergüenza que sentía al estar Lee presente.
— Debo afirmar que eso me sorprendió Colly, te lo agradezco.—Lee le dedicó una tierna sonrisa que ocasionó más color en el rostro de este. Este persiguió a Hank por la sala tratando de golpearlo por haberle causado un momento vergonzoso. Todos estaban disfrutando del momento, con excepción de Ted.
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Editado: 01.08.2020