Dulce Tormento

Confesión

Después de calmarse las cosas, Lee volvió a estar al lado del Príncipe, esta vez la incomodidad estaba presente, grandes vampiros con poder se interesaron en la belleza de Lee, pero esta con su actitud los enfrentó. 

—Oh querida sabía que te verías genial —anima Ino al ver a Lee con los obsequios.

—Sigo aclarándole que no eran necesarios, pero como sabía que vendría me hice el favor de lucirlos.

—Y vaya que los luces fantásticos.

En una de las presentaciones uno de los Generales estaba disfrutando de la fiesta, cuando pudo ver a Lee se emocionó tanto que fue a saludar al Rey.

—Capitana Lee Overflow —mencionó mientras se acercaba a saludar.

—¡General Johnson Smith! —responde Lee emocionada. Pues hace mucho que no se miraban las caras.

—Veo que mi bella aprendiz llegó a lo grande.

—¿Disculpe? —Irrumpe Michael viendo al hombre bien uniformado. Se parecía a aquel que había llevado Lee el primer día que se conocieron.

—Oh perdone majestad. Quiero presentarle a mi mayor, General Johnson Smith —Ambos se saludaron y Lee prosiguió hablando—. El es mi mentor, la persona que me enseñó todo lo que se.

—Vamos Lee, no me alagues demasiado, tu fuiste quien me derribó la primera vez que llegaste a la militarizada. Recuerdo que fuiste la única que se me enfrentó y me derribó. (Referencias capítulo II)

—Todos ese día estaban nerviosos, además fuiste ingenioso al mostrar esos movimientos cuando llegamos. Fue fácil para mí derribarte.

—Oh jo, jo si que no has cambiado Lee. Y dime, ¿cómo están los chicos?

—Lo bastante saludables, ellos siguieron en la militarizada.

—Ya veo y tu, ¿cómo estas llevando esta nueva vida? —cuestiona ansioso.

—Estoy bien, no he tenido problemas.

—Ya sabes que cualquier cosa estoy para ayudarte, estoy a cargo de un nuevo cuartel, no le vendría mal a los muchachos tu visita. Un poco de rudeza femenina.

—Por superpuesto que lo visitaré General, sería un honor.

La conversación siguió contando todas las experiencias que habían tenido en los años que el General Smith se había marchado a otro cuartel, en ese momento Michael estaba tan adentrado en la plática que no le importaba que no lo incluyeran pues estaba conociendo una nueva faceta de Lee.

Las horas pasaban y el gran inicio del baile estaba por comenzar, Michael estaba buscando el momento preciso para invitar a Lee cuando un gran hombre se robó a su compañera. No le quedó más remedio que tomar un reemplazo.

Lee se sorprendió al ser empujada a la pista por un hombre bien vestido, pero oh sorpresa, ese hombre era nada más que Jock con su "disfraz". 

—Creí que no te encontraría en toda la noche —murmura Lee.

—Vamos, un soldado debe buscar el momento justo y salir a atacar a su presa.

—Y bien, ¿como van las cosas? —cuestiona Lee.

—Por ahora nadie sospechoso, solo invitados dispuestos a embriagarse toda la noche y Princesas esperando furiosas que Michael les ponga algo de atención. Al parecer esta muy embobado en su acompañante.

—Ja, ja, ja no se de que se quejan, soy su escolta. Pero ahora pueden disfrutarlo, no tengo problemas.

—Estas segura de lo que dices, una de ellas puede arrebátartelo.

—No tengo problema, yo misma las invité, deseo que busque su destino —responde de manera segura.

—Eso puedes decirlo ahora, pero quien no te asegura que en el momento sientes una gran presión, no te has puesto a pensar que quizás su destino sea el estar a su lado, el convertirte en su compañera.

—¿Qué dices? Te afectó el cambiarte de Reino. No veo coherencia en tus palabras, sabes muy bien que no estoy interesada en Michael.

—Vamos Lee, no me quieras negar que no lo ves como hombre. El tenerlo tan cerca y hacerlo tuyo. Ese instinto de querer monopolizar a tu ser amado.

Lee estaba confundida ante las palabras de Jock, de la nada estaba cambiando, ¿a qué venían sus preguntas? Estaba segura que solo veía al Príncipe como amigo, estaba de acuerdo que sus sentimientos cambiaban, pero no lo veía como hombre, pues aunque deseaba olvidar, Mila estaba siempre en su mente.

Después de unos minutos de bailar con Lee las parejas se cambiaron, esta vez Michael tendría una oportunidad. Tomó con delicadeza la cintura de Lee y siguieron los pasos en tono a la siguiente melodía.

—Parecen muy cercanos tu y el hombre con el que estabas —consulta Michael algo incómodo.

—Lo somos, llevó años conociéndolo así que se podría decir que somos amigos de la infancia.

—¿Solo eso?

—A que viene tu pregunta, pareces alguien que desea monopolizarme —Michael no cuestionó más, Lee había dado en el clavo—. Dime, ¿por que no bailas con las demás doncellas?

—Ya te lo dije, no me interesan.

—Vamos, hay demasiadas bellezas esta noche, porque te tomas el tiempo de bailar conmigo. Ve y consigue una esposa —ante su respuesta Michael decidió enfrentarla.

—Y si te digo que quiero hacer mi esposa a quién estoy sosteniendo ahora —Lee solo detuvo sus pies, pues estaba sorprendida a su respuesta, Jock sabía algo por eso su conversación anterior. 

Al querer dar una respuesta los gritos invadieron la zona, pues el cuerpo de una mujer estaba sin vida en el suelo. Lee pronto llamó a sus amigos por el dispositivo, al parecer no había rastro de algún intruso, quizás alguien se había adentrado como invitado, pero era un farsante. 

Lee intentó acercase al Príncipe pero una mujer encapuchada estaba gritándole amenazándolo.

—Príncipe no podía dejar que ella fuera la indicada, tu eres mío, solo mío —la mujer no estaba en sus sentidos, pues estaba lo bastante violenta y podía dañar a Michael, era un conejillo de indias acorralado.

Todos intentaron acercarse a Michael pero amenazó con inyectarle un acelerador de don, todos estaban asustados, no sabían que hacer. Lee se comunicó con todos para atacarla, pero esta había conjurado la zona para evitar que los guardias entrarán. 

Lee intentó acercarse pero la mujer no la dejaba, estaba celosa de ella, pues siempre estaba cerca suyo, durante toda la noche quería verlo pero Lee estaba de intrusa.

—¡Tu maldita! Serás la siguiente si no te alejas de lo que me pertenece. Yo seré la esposa del Rey y nadie me lo impedirá, ni siquiera tú —replicaba apuntando con una daga. 

Por más que se acercará la chica tenía más de un don que usaba a su favor.

—Por fin estaremos juntos mi Rey, esto le ayudará a ser un vampiro completo. Este será el comienzo de una nueva era —balbuceo la mujer intentando inyectarle la sustancia, a Lee no le importaban las consecuencias, tenía que ser leal a su mandato.

—¡Cambio! —fue lo último que conjuró. Michael a lo lejos observaba como la mujer estaba inyectando el acelerador a Lee. En un parpadeo las posiciones habían cambiado.

Todos gritaron al ver como Lee caía perdiendo el conocimiento, la chica al sorprenderse de los sucedido bajo la guardia permitiendo que Stephan la sometiera contra el piso arrojando la jeringa.

Lee sentía como por todo su cuerpo indagaba una sustancia que ocasionaba grandes cambios de temperatura. Jamás había sentido ese dolor muscular y deseo. Jock sabía lo que se aproximaba así que decidió llevársela en confinamiento, todos en la fiesta admiraban la valentía de la Srita. Lee, pronto se investigarían a los acusados. 

Por ahora la prioridad era saber que era realmente aquello que estaba ocasionando el cambio de Lee, algo que ni el mismo collar podía proteger. El verdadero poder de una hembra sangre pura.

CONTINUARÁ...




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