Envidia

El día de la coronación no podía ser cancelada, los preparativos estaban cumplidos, si este era un juego sucio en la ceremonia se verían las intenciones. Cada noche Michael temía por la seguridad de Lee, al interrogar a su primo este negó estar involucrado en el secuestro, su registro de magia mostraba que era inocente. Por más pruebas que presentaba Michael dudaba de su palabras, sabía que su primo era capaz de todo por hacerlo sufrir. 

La envidia de Jerry por no ser el próximo heredero le hacía caer en muchos delitos, desde pequeño odio a Michael por nacer, pues su llegada fue el detonador para quitarle la corona.

La existencia de Lee era un misterio, la coronación había comenzado. Todos en la iglesia aprobaban al próximo gobernante. Mediante el uso de la magia transmitían en vivo la coronación a los ciudadanos. Michael solo esperaba el momento en que cualquiera proclamará la corona a cambio de Lee. Sus compañeros estaban alerta ante cualquier movimiento.

—¿Promete y jura gobernar los pueblos del Reino Hero, así como sus posesiones y demás territorios pertenecientes a cualquiera de ellos de acuerdo con sus respectivas leyes y costumbres? —enuncia el obispo.

—Prometo solemnemente.

—¿Y procura que usará su poder para protección del Reino, así como hará justicia a cualquier acto que incumpla las leyes pactadas?

—Si, prometo proteger a mi Reino de la misma manera que cuido mi integridad. 

—Señores, les presento a Michael V, Rey definido del Reino Hero —anuncia el obispo colocando finalmente la corona. 

—Esta coronación no puede seguir —irrumpe un hombre en la iglesia.

—Disculpe señor, pero usted que fundamentos tiene para no aceptar al Príncipe. 

—Porqué es un impostor —todos en la sala gritaron impresionados—, Michael no es hijo del Rey. Su madre tuvo una aventura con un humano. 

—¡Declina esas palabras! ¡Estas levantando falacias a tu Rey! —rechista molesto Michael.

—En serio sigues creyendo que eres el progenitor del Rey anterior, no te has preguntado porque no tienes dones. Tu madre cometió adulterio —eso último hizo que Michael bajara del trono intentando golpear al hombre pero lo detuvieron.

—¡Guardias! ¡Detengan a este hombre! —este salió dejando un suspenso en los invitados, ¿podría ser verdadera su teoría? Ahora las dudas aumentaban, Michael no se iba a permitir tal falacia al nombre de su madre, sabía que era una mujer respetable entregada a su esposo. 

—Ante tal anunció, la coronación se pospondrá —proclamó el obispo—, hasta que no se comprueban los hechos verdaderos, la coronación no se hará.

Michael salió molesto de la iglesia, todos en el Reino sabían de las palabras del hombre. Corrió en busca de aquella persona para darle una lección, este hombre estaba jugando a las escondidas, quería ser atrapado por Michael. 

Después de correr un par de minutos persiguiéndolo, el hombre se detuvo viendo de frente a Michael. Este rompió con su conjuro facial, reveló aquella mente maestra detrás de todos los problemas.

—¡Sabía que eras tu maldito! —rechista molesto.

—Hola querido primo —bromea Jerry sonriendo.

—Confiesa Jerry, ¿dónde tienes a Lee?

—No tan rápido querido primo, las reglas de este juego las pongo yo. Un movimiento sucio y tu querida bestia desaparece.

Jerry hablaba con la verdad, pues en sus manos tenía una pequeña esfera la cual tenía encerrada a Lee. Su cuerpo permanecía dormido, estaba vestida de la misma forma que el último día que se vieron.

—¿Qué quieres a cambio de su libertad?

—Es curioso que lo menciones primito, deberías ya sospecharlo. Me robaste algo que me pertenece —replicó. Su tono de voz era hostil y amenazante—. Pero ya que insistes te lo confesaré, quiero el trono.

—¿Por qué sigues insistiendo en ello? Porque no afrontas que no eres el siguiente en tener la corona.

—¡Ya basta! ¡Tú eres el culpable! Tu nacimiento cambió el rumbo de mi futuro, si tu bastarda madre no te hubiera parido yo no estuviera en la miseria —Jerry estaba alterándose aún más—. Sabes el rechazo que tuve que pasar por tu llegada, todo el mundo me dio la espalda. El hijo de Henry y Amelia, el próximo en el trono. 

—Jerry no tomes la vida de otros por tus rencores, deja libre a Lee y castígame en su lugar.

—No, tengo que acabar con tus puntos débiles. Ya se que ella no es un híbrido normal, marcaré su cuerpo para que asegure mi primogénito.

—¡Detente Jerry! ¡No permitiré que la toques! 

—Eso veremos primo.

Jerry estaba dispuesto a escapar con Lee cuando una gran luz quitó la visibilidad de ambos, alguien estaba interfiriendo en la zona. Estos terminaron teletransportartados a uno de los lugares más importantes en el mundo, al lugar donde estaban el consejo de ancianos, la máxima autoridad.

CONTINUARÁ...