Dulce Tormento

Propuesta oficial

Aunque las cosas no salieron tan mal como parecía, Lee aún no le había confesado sus sentimiento a Michael, nadie en el Reino sabía que se aproximaba la unificación de dos familias.

Cuando los amigos de Michael supieron de los hechos quedaron sorprendidos, quien iba a pensar que su primo seria capaz de tal cosa, se condenó a sí mismo al dañar a una Lee, sabiendo que era una princesa.

Ino permaneció en el Reino un par de días más, pues quería disfrutar de su familia, las cosas se complicaban ya que debía regresar para ajustar aquellos asuntos para la unificación de las familias. Esa misma tarde ambos debían presentar su decisión al padre de Michael, pues este permanecía en cama aún.

—¿Estás lista? —pregunta Michael entrando a su habitación, dentro pudo apreciar a su hermosa reina, llevaba un vestido color azul cielo, con un hermoso corcel que marcaba su pequeña cintura, era algo tradicional en el lugar. Pues ante el Rey debían ser cordiales y formales. Hina hizo magia deslumbrando cada belleza de Lee.

—Dime querido hijo, ¿cómo se ve tu futura esposa? —cuestiona acercándose a él. Lee estaba viendo de reojo, se sentía algo incómoda el llevar ese tipo de vestidos. Siempre llevaba ropa varonil por lo que opacaba su figura.

—Perfecta —susurro. Lee se puso más incómoda al escuchar sus palabras.

—Vámonos ya, padre nos estará esperando —irrumpe cortando la incomodidad.

Una vez estando en el lugar el Rey cada día se observaba débil, pero en este momento se mostraba tranquilo, veía con firmeza a los dos jóvenes que serían los nuevos reyes.

—Michael, supe del incidente en la coronación —este solo desvió la mirada—, comprendo que te sintieras molesto al escuchar tales cosas sobre tu madre. En tu lugar yo haría lo mismo, fue una hermosa mujer fiel a mis deseos. Jamás me dejó de amar ni yo a ella. 

Lee al notar su incomodidad tomó su mano para darle esa seguridad que necesitaba, el apoyo de pareja que pronto debían darse.

—Ahora tu eres el siguiente en marcar la diferencia en el Reino, veo que escogiste a una bella mujer, fuerte e inteligente que te hará compañía.

—Así es padre, tomé la decisión correcta en proponerle a Lee ser mi esposa. A pesar de saber quién es realmente hace unas horas, mis sentimientos no cambian —Lee le dedicó una tierna sonrisa.

—Quien iba a pensar que tus palabras cambiarían. Les deseo la mayor felicidad, protéjanse uno al otro, y sean felices siempre. 

—Así será padre.

La aceptación del suegro estaba lista, ahora estaban en marcha los preparativos. Lee debía estudiar cada uno de los detalles para convertirse en una Reina completa. Así como atender aquellos deseos que su esposo merece.

—Con estas cargas menos tiempo de vernos nos quedarán —lloriquea Michael caminando de la mano con Lee por los pasillos.

—No te quejes, tu quisiste casarte conmigo, son sacrificios que debemos cumplir. 

—Ahora que lo mencionas, no te lo he pedido oficialmente —alega Michael.

—No creo que sea nece... —Interrumpe Michael hincándose sosteniendo en sus manos una pequeña caja. Mientras la habría un hermoso diamante se asomaba.

—Princesa Lee Wesley, desea pasar sus días con este simple vampiro sin ningún don que solo le puede ofrecer riquezas y un inmenso amor.

—Tu definitivamente me sorprendes cada vez más. 

—Digamos que es mi esencia. Entonces, ¿qué dices?

—¿Tengo algún otra opción? —bromea mientras que Michael solo infla sus mejillas molesto —. Anda ya, claro que acepto.

Michael no se pudo resistir, tomó a Lee por la cintura y besó sus delicados labios. Un beso que había sido esperado desde hace mucho tiempo. De inmediato colocó el anillo y ambos siguieron abrazados, se sentían felices por ese maravilloso momento. Un nuevo comienzo podía acercarse. 

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Los días pasaban volando, la cuenta regresiva a la boda estaba desde el día de la coronación. Para su suerte, Lee pasaba todo el día con su madre, pues era la encargada de preparar a su hija como futura Reina. Hina había pasado el tiempo ausente preparándose para estar a la cabeza de su amado Ino, no podía entrar en el Reino sin desconocer cada detalle.

—Lee, en verdad estás de acuerdo con el matrimonio. Estoy feliz de que te unes a un ser igual a ti, pero realmente lo deseas —argumenta Hina mientras estudiaba con Lee. 

—Para serte sincera madre, al principio creía que Michael mentía con casarse conmigo. Estaba tan reciente sobre un problema, que me era difícil darme cuenta de la sinceridad de él.

—¿Problemas personales?

—Si madre, cometí un error —Hina la veía preocupada—, me enamoré de una humana. 

Hina se sorprendió ante sus palabras, se puso de pie para masajear sus hombros y así darle la confianza para seguir contando su historia.

—Se llama Mila, era una hermosa mujer. Realmente me sentía tan atraída por ella, pero sabía de las consecuencias de mis actos, Jock me advirtió de todo. 

—Hay cariño cuanto lo siento, pero ¿qué pasó con ella?

—Se fue madre, le borré la memoria. No la iba a condenar a pasar una vida con alguien que no seguiría su ritmo. Estaba tan asustada que sucediera lo mismo que contigo. La dejé ir, ahora quizás ella está feliz con alguien de su especie —Lee recordó ese amargo momento, las cosas habían cambiado ya no quedaba ese sentimiento de amor, solo ese vacío que fue llenado por una persona que estaría siempre con ella.

Después de una que otra charla de mujeres, Lee decidió visitar a Michael en su despacho, deseaba ver a ese hombre meloso que siempre repetía cuán importante era para su vida. Al llegar le fue notificado que Michael estaba muy ocupado, que no deseaba ver a nadie. Lee comprendió a su pareja y decidió marcharse, quizás otro día se verían, lo que no sabía es que él luchaba con sus pensamientos negativos, pues había escuchado aquella conversación sin querer.

CONTINUARÁ...




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