Prólogo.

20 de febrero del 2021.

—Señorita Johnson– Le presto la atención requerida al oficial frente a mí– ¿Dónde se encontraba el 15 de febrero?.

—Me encontraba en casa de mis padres, oficial.

— ¿Quién estaba en la casa de sus padres además de usted, señorita  Johnson?– El me mira fijamente, está intentando de intimidarme y lo más inteligente que puedo hacer en este casó, es fingir que lo está logrando, su confianza debe ser mi objetivo primordial en este momento.

—Solo nos encontrábamos, mis padres y mi hermano, ellos pueden confirmarlo.

— ¿Entonces Gina nunca quedo con usted para pasar el fin de semana?– Él sabe que oculto algo, su mirada refleja desconfianza y eso no es bueno para mí– ¿Ella no te dijo si iría algún lugar o se vería con alguna persona?

—Por centésima vez oficial, Gina no me dijo a donde iba, tampoco quedo conmigo para pasar el fin de semana en mi casa– Mis lágrimas empezaron a descender por mis mejillas.

Ella es mi amiga, no sé dónde está, y me gustaría ayudarlo a encontrarla, pero no tengo ninguna información que pueda ayudarle.

Necesitaba que el creyera que tenía el control, que solo estaba asustada por no encontrar a mi amiga, y por supuesto que no sabía dónde estuvo, el fin de semana que desapareció, pero eso era difícil el oficial Jefferson estaba en mi bolsillo, su mirada no dejó de compadecerme desde el momento que cruzo por la puerta, todo lo contrario al oficial frente a mí, el sospecha que tengo algo que ver, no se traga el cuento de la amiga preocupada.

—Tranquilícese señorita, encontraremos a su amiga– Es la primera vez que habla el oficial Jefferson, se mantuvo callado en todo el tiempo que el oficial Borowiec me estuvo interrogando– Ya es hora de irnos– Se dirigió hacia Borowiec– Que tenga buenas tardes señorita.

–Igualmente oficiales– Los acompaño a la puerta del departamento, mientras me secaba las lágrimas falsas, los observo alejarse y cierro la puerta.

El oficial Borowiec será un problema para mí, el descubrirá lo que oculto y me temo que no será tarde, el no confía en lo que le digo y no creyó en ninguna de mis lágrimas, no me conviene que investigue este caso, él se tornara un problema para mí y mi familia

Lamentablemente los problemas están para solucionarlos, sin importar el método que se utilice para lograrlo.