Eat Me: Cómeme

EPILOGO.

Camino con paso seguro, mis tacones resuenan en el piso y llama la atención de algunos militares a mi alrededor. Voy con un traje sastre entallado, pero formal, busco la oficina del Coronel Kaspar. Después de ya pasado un año desde mi incidente en la academia decidí regresar de nuevo, dentro de mis primeras opciones era regresar al departamento de narcóticos, pero después de una reflexión más profunda preferí ingresar al ejército y no solo eso, si no que deseo ser parte de las fuerzas especiales de asalto e investigación, se encargan de la búsqueda y captura de los criminales más peligrosos, en los cuales figuran ya los nombres de Burak y claro… de Aiden. Tal vez estoy consciente que lo hago por qué tengo cuentas pendientes con ellos y esta es la mejor forma de poder cumplir mis amenazas.

—Pero si es la agente de ese día… ¿Cárter?— Escucho una voz varonil que se me hace conocida, volteo e identifico al hombre del club Infierno, creo que su nombre era Leo.

—Así es, Simone Cárter— me acerco con familiaridad, no sé por que este chico se me hace tan conocido, me inspira mucha confianza.

—¡Claro! Lo sabía, ¿Qué hace por aquí, agente?

—Vengo a hablar con el Coronel Kaspar, pero estoy algo confundida de dónde encontrarlo.

—Creo que te puedo ayudar con eso— me guiña un ojo y me invita a seguirlo. —¿Eres familiar del Coronel?

—No, más bien vengo a pedir trabajo— levanto un folder con mis papeles por si él me acepta acelerar los trámites.

—¿En serio? ¡Que genial! De hecho el grupo Ghost ha quedado sin líder y por lo que sé, tu tienes mucha madera para eso.

—No hay que adelantarnos— nos quedamos ante una puerta viéndonos a los ojos, también me ve el como si fuera alguien conocido.

—¡Ja! Sé que estará fascinado contigo.

Gira el pomo de la puerta y me invita a entrar. Cuando volteo un hombre bastante joven a lo que yo esperaba, está detrás de una montaña de papeles frente de su escritorio, al escucharme entrar levanta la mirada y me ve fijamente con curiosidad, después voltea hacia Leo quien entra sonriente y es el primero en sentarse en una de las sillas que permanecen frente al escritorio.

—¿Coronel Kaspar?

—Si, así es… ¿Usted es la agente Cárter?— Se levanta y estrecha mi mano con firmeza, pero sin imprimir mucha fuerza, después me ofrece el asiento.

—Así es, estoy interesada en formar parte de su equipo, por eso mi necesidad de entrevistarme con usted— el Coronel se vuelve a sentar y busca entre los papeles desperdigados hasta encontrar un folder con mi nombre.

—Agente Simone Cárter, si estoy enterado de su interés— empieza a hojear el documento — su padre fue el policía Shawn Cárter, siguió sus pasos.

—Así es señor.

—Tiene un familiar en la milicia, bueno, tenía— de repente levanta su mirada del folder y ve fijamente a Leo con el ceño fruncido —Tyra Sheppard.

—¿Qué?— Leo parece alterado y a la vez sorprendido, me voltea a ver con los ojos bien abiertos.

—¿Qué pasa?— Paseo mi mirada de uno a otro esperando que alguno de los dos me explique por qué la sorpresa. Cuando el Coronel está dispuesto a hablar, Leo lo interrumpe.

—Es que… la conocí, agradable persona, una mujer muy intensa— parece nervioso, de repente se levanta de su asiento con algo de torpeza —recordé que me tengo que ir, tengo algo que hacer, de hecho no debería estar aquí jajaja me voy, los dejo, suerte— en cuánto dice todas esas palabras encimadas camina hacia la puerta y sale sin hacer mención de nada más. Me quedo confundida viendo la puerta con detenimiento como si esperara que Leo fuera a regresar, pero el Coronel vuelve a tomar la palabra.

—Bien, al parecer su deber con la justicia viene de familia, pero los últimos acontecimientos, simplemente no me agradan— baja mis papeles y me ve fijamente a los ojos, escogiendo las palabras correctas — ese caso tiene muchos cabos sueltos, amenazó a Burak de manera pública, poniendo su vida en peligro y la vida de su equipo; el doctor Desmond Miles fue desaparecido y después encontrado en el bosque, su cuerpo parecía tener años en putrefacción, las pruebas de ADN coinciden, pero nada justifica el estado del cuerpo; se adjudica a usted cierto lazo sentimental con el asesino y caníbal Aiden Meyer y claro sigue sin tener explicación su escape de la academia así como el incendio de su casa donde se encontró el cadáver de la asesina a la que intentaban capturar… tentativamente se sospecha de que usted fue quien la mató y la calcino en dicho domicilio— suspira con algo de pesadez y se reclina sobre el escritorio —le seré sincero, no está muy bien parada con todo esto ¿Lo entiende verdad?

—Señor, ya he dado mi declaración. La asesina me llevó a la casa del doctor Aiden, el incendio solo fue la forma en la que pude huir de ahí con vida, lamentablemente eso evitó que pudiera capturar a la criminal. En el caso del doctor Desmond, no sabría explicarle por qué parece tener más años de muerto y con respecto a Burak, debe de entender que ha vuelto de mi vida una pesadilla, necesito capturarlo, necesito verlo tras las rejas.

—Agente Cárter, aquí no trabajamos siguiendo impulsos o sentimentalismos, aquí hacemos lo que se tiene que hacer… si busca entrar aquí como una posibilidad de poder atrapar a Burak, mejor regrese al departamento de narcóticos.




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