Y mientras le servían su próximo chupito, Alexa le respondió:
—Depende del día. Aunque tranquila, a mi también me han ganado— sonrió triunfante Alexa y tomaba el próximo—. ¿Qué?¿ Quieres ser una de esos? Porque te ves confiada— observó cómo ella tomaba el suyo y de repente, al incorporarse Alyssa, se topó con su mirada. Empezaba a notarse el juego.
— Si no supieras que ibas a ganar, no habrías puesto una bebida más fuerte— se paró mirando a Alexa —. ¿Qué quieres? ¿Ganar o emborracharme?— poco a poco se le iba subiendo a la cabeza, y no tenía miedo de decir lo que debía; aunque dentro de unos pocos vasitos, se le olvidaría.
— Ya te dije antes que jugaba limpio... ¿Por qué dudas ahora?— sonrió ironica — ¿Es verdad, que no te fías de mí? — dijo mientras le hacía un gesto a su chica. Se tenía que servir su trago, pero esta vez de lo mismo que a Alyssa. Tenía que mantener su plan.
Entonces, este lo pusieron sobre aquel vestido, y lo tomó aunque no del todo. Se le quedó mirando, y Alexa le dijo:
— ¿Qué, quieres comprobar? Estoy tomando lo mismo que tú— le extendió el vaso, mientras se reía.— ¿Crees que acaso miento?
Alyssa asintió, sin creerla.
— No has hecho nada para ganar mi confianza. Encima, has hecho que Thomas vaya a ligar con chicas que no conoce. No es una muy buena impresión que digamos— tomó otros dos chupitos—. Hace unos minutos, te he preguntado cuál era el objetivo de todo esto. ¿Tienes miedo de responder?
Alexa tomaba su trago, cuando ella terminaba de decir todo esto.
Las dos tenían suficiente alcohol en el cuerpo y la tensión cortaba.
Terminó Alexa y con la cabeza baja, sonrió ironica a Kristal.
— ¿Por qué tiene que haber un objetivo? Ni siquiera sabía que venías a la fiesta — decía todo esto mientras su mano subía por el muslo de Kristal. El alcohol no ayudaba a mantenerla serena en esa situación—. ¿Acaso me has oído decir algo? ¿En el coche o cualquier otro lado? Y sobre Thomas, no es por nada; pero no sé quién fue, lo dijo antes que yo — se estaba poniendo nerviosa—. Y si me paro a hablar con él, es porque, no sé. Estoy acostumbrada a molestarle e ir teniéndolo en cuenta. Aunque cada uno vaya por su lado — su mano llegó al filo del vestido de Kristal y se fijó en como ella observaba, mientras le hablaba, aquel movimiento. Por eso paró. Aún con la cabeza baja, y sonrisa triunfante, miró a Alyssa a los ojos.
>> ¿Qué? — quitó su mano de Kristal — ¿Te molestó, acaso? No te celes, mujer. Yo este plato ya lo probé antes. Aunque, a lo mejor. En cuanto acabe el juego... Puedes probarlo tú y decirme si te gustó, ¿no? — dirigió su mirada a el próximo chupito de Alyssa; el cual ya estaba sobre aquel vestido. Y miró a Kristal — Tranquilízate, respira algo más despacio. Le estás poniendo difícil agarrar su trago a estas alturas o — volvió a prestarle atención a Alyssa —... ¿Acaso estás demasiado borracha como para cogerlo?
Alyssa apretó el vaso en su mano, con mucha fuerza. Estaba empezando a marearse y a no responder a sus acciones.
Y bebió otro vasito con naturalidad.
— He bebido más que tú en una noche de lo que tu lo has hecho en toda tu vida. No sé de qué hablas —miró asqueada como tocaba a Kristal—. Acosar sexualmente a una persona es tu única habilidad, ¿no es así?
Alyssa, tomó otro vaso y lo golpeó contra la mesa asqueada. No tenía muy buen humor para discutir. Le aplastaría la cabeza contra la mesa.
— Tranquila, aquí borrachas ya estamos ambas. Y a eso— sonrió, y se alejó algo de la mesa —... Lo siento, ¿sí? Es el alcohol. A cada una, le afecta de una manera— tomó su próximo trago —. Mejor juguemos, ¿no? — le miró fijamente —. Es la mejor forma de demostrar todo lo que hemos dicho —señalaba el siguiente chupito que se tenía que tomar Alyssa.
Thomas estaba vigilando desde lejos, notó como aquella competición de chupitos se volvía cada vez más intensa; después de morder ligeramente los labios de aquella chica, se apartó de ella.
—Ey, ¿qué te parece si vamos a ver lo que traman ahí? — señaló la mesa donde sus amigas competían.
—P-p-pero—la chica se quedó estupefacta ante aquel parón tan repentino. Aunque tras ver que Thomas se levantaba sin esperarla, le siguió —. ¡Espérame! — le gritó mientras contoneaba las caderas de una forma muy exagerada.
Al acercarse Thomas vio a las dos...
Un tanto acaloradas; bien por el calor que se comenzaba a formar por la cantidad de gente que las observaba, por la borrachera que llevaban encima o por las expresiones de enfado que ambas tenían en la cara.
Comenzó a prestar más atención; pues sabía que Alexa podía llegar a ser muy competitiva. No quería que Alyssa saliese mal de aquello.
#35580 en Novela romántica
ebrio instinto, amor adolescente alcohol copas, alyssa kristal thomas alexa
Editado: 21.05.2020