Capitulo 43 | Final (Parte 1)

Marie.

La tierra vibra bajo mis pies, mis emociones parecen estar a punto de estallar, el nudo en mi garganta se torna doloroso.

Persiste, persiste.

¿Estaba lista?

¿Quería saber la verdad?

Después de tanto desorden, después de tanta lucha y buscar el origen de todo este caos… ¿Realmente quería saber la verdad?

––¿Tienes miedo?–– no fue burla, tampoco interés por mi bienestar––. ¿Acaso no es esto lo que buscabas?

––Sí.–– la respuesta salió voluntaria pero no sabía a qué le respondía.

Porque estaba aterraba lo que pudiera ver, pero quería saber por la verdad y afrontar mi destino… mi muerte.

Mi corazón se apretuja ante la idea, me preguntaba si este era final y si era así ¿Qué pasaría después? ¿Habría un paraíso que me recibiría? ¿O iría directo al inframundo por un poder heredado? Me daba cuenta que cualquiera de las dos posibilidades seguían sin ser mi decisión, seguían siendo consecuencia de acciones de mis antepasados, no mías.

Ni siquiera pude cometer mis errores.

Mi vista decae al suelo tratando de ocultar las lágrimas que asoman por mis ojos pero su mano me toma el mentón obligándome a mirarla.

––Mea puella, mors optima est sortis quam potes habere, propositum in hoc mundo fiet et tandem quiescere poteris.–– me río con amargura, con decepción porque por más alentador que ellos creen que será mi final más tétrico es––. Maria, non vides? Ego tibi gratiam facio.

(––Mi niña, la muerte es el mejor destino que puedes tener, tú propósito en este mundo será realizado y tú por fin podrás descansar. Marie ¿Qué acaso no lo ves? Te estoy haciendo un favor.)

––¡Nullam mihi gratiam agis! Mori non est beneficium cum consilio tota vita damni ...

(––¡Ustedes no me hacen favor en nada! Morir no es un favor después de haber planeado toda mi maldita vida…)

Clava sus uñas en mi piel pero no me inmuto ante ella.

––¡¿Acaso no lo vez?! ¡¿No aprendiste?!–– sus gritos desgarran mis oídos––. Si no te hiciera este favor seguirías con ellos, segarían mintiéndote en tú cara, usándote para sus necesidades… Ese es tú destino, Marie. O vives para complacer propósitos de otro, o mueres por un bien común.

Dolía no poder refutar y decir que era mentira, quería creer que el acercamiento de los hermanos no tenía otra intención, que Nath y Sam siempre fueron mis amigos, que todo fue real y no solo me utilizaban… Fue entonces que recordé que si existía un amor sincero era de quién siempre me había protegido.

––Dulce me quería, ella no me utilizaría

Su risa me desconcierta al instante, la honda carcajada manda escalofríos por todo mi cuerpo.

––¿Cuánto te han mentido?

De pronto la tierra a mi alrededor tiembla con fuerza, se alza por las fuertes ráfagas de aire hasta que no puedo visibilizar nada más que la tierra convertirse en puntos luminosos; mi cabeza comienza a doler insoportablemente, los nervios recorren mi cuerpo con brutalidad hasta que después hay solo oscuridad, parece que estoy dormida pero sé que no es así, estoy…

––Tenemos que hacerlo, Arthur.

La sangre se congela cuando escucho su voz, aquel destello surge y me lleva hacia ese cuarto. Los latidos retumban sobre mi pecho, mis ojos pican al verlos a ambos.

––Aún hay oportunidades.–– mi padre pasa la mano por su pelo dorado, se ve preocupado, desesperado––. Solo necesito tiempo.

––Ya no tenemos tiempo.–– réplica mi madre manteniéndose serena mientras mira la ventana.

––Podemos huir a otra ciudad, no nos encontrarán…

––¡Ya no quiero seguir huyendo, Arthur!–– sus ojos se nublan de lágrimas cuando enfrenta a mi padre––. Esto fue un error, no debimos retarlos…

––¿Un error?–– el dolor de la decepción cruza por su voz.

––Un error fue haberla concebido–– una lágrima sale de su ojo, un golpe directo azota en mi pecho––. Si la entregamos, seremos perdonados. Podemos vivir nuestros sueños… libres.

¿Lo vez Mary? La voz de Sara resuena en mi cabeza.

––¿Qué es lo que estás insinuando, Tessa?–– la mira con suspicacia.

Ella mira de nuevo hacia la ventanas y puedo ver aquella niña recogiendo las pequeñas rocas húmedas, riendo y llamando a su madre para que jugara con ella.

Una sonrisa afable se desliza por su rostro, pero la ironía se cuela por su respuesta:

––Acaba con ella.

Mi ser sucumbe ante sus palabras, ante la situación y el recuerdo de el agua llenando mis pulmones descompostura mi estabilidad.

Intento moverme, pero no puedo.

La imagen se esfuma y me lleva a la casa que he vivido durante estos últimos años. La sala se encuentra en completo silencio y solo puedo ver a mi abuela mirar la ventana y frente a ella un hombre de traje negro.

––Tiene un plazo, Sra. Doffman.–– aquel hombre sin rostro habla con Dulce.

––La niña estará en buenas manos.

––Eso espero, no querrá presentarse ante la corte del destino.

El recuerdo se esfuma y el lío estalla en mi pecho con dolorosas punzadas.

––Si no quieres que llegue a ese lado–– la voz de Nate rodea mi mente––, tendrás que matarla. Su destino es la muerte.

––Lo sé, solo quiero disfrutar el tiempo que le resta.

Oscuridad, dolor, agonía, decepción… Traición.

––¿Quieres seguir luchando por esto, Marie?–– Sara toca la herida más hondo––. Tus amigos, tu ser amado, tu familia, tus propios padre te han utilizado, te han mentido en tu propia cara y aún así quieres regresar a ellos y ¿Para que? Tú destino siempre estará aliado al dolor, tal como fue el mío.

No podía responder, estaba siendo asfixiada por el remolino de emociones ardientes.

––Deja que guíe tu camino.–– su propuesta me seduce pero los pensamientos toman fuerza.

Porque tal vez tenía razón. Tal vez solo existía para ser utilizada y había nacido para ello. Tal vez merecía morir ahora sí no quería sufrir después. Tal vez debería hacer caso a sus palabras y cumplir lo que el destino quería, lo de su profecía, lo de mi miserable vida.